A 40 años de democracia, conmemoramos el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras luchando por más derechos, igualdad e inclusión
La lucha de las mujeres ocupó un lugar central en la recuperación democrática en nuestro país. Los pilares de Memoria, Verdad y Justicia se construyeron de la mano de mujeres que salieron a la calle para reclamar la aparición con vida de sus hijos/as y nietos/as; y el movimiento de mujeres organizado ha avanzado en las últimas décadas en la conquista de derechos, siendo el más reciente la sancionada Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
En el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras, constituido como un día de lucha por la equidad de género, es necesario señalar que todavía queda mucho trabajo por hacer en pos de construir una sociedad más justa e igualitaria. La violencia y discriminación por razones de género, la sobrecarga de tareas de cuidado, la desigualdad salarial en el mundo del trabajo y la ausencia de paridad en los espacios de toma de decisiones, son algunos de los problemas aún no resueltos.
Las universidades no están exentas de esta caracterización. Las situaciones de violencia y discriminación por razones de género, las barreras para el acceso a puestos jerárquicos, la conformación de espacios íntegramente masculinos y la falta de perspectiva de género en la currícula, son una muestra de las condiciones desiguales en las que mujeres e identidades feminizadas transitan las instituciones de educación superior. Según el Informe de la Secretaría de Políticas Universitarias titulado ”Mujeres en el Sistema Universitario Argentino” (2019), las mujeres representan el 58,6% de las estudiantes a carreras de pregrado y grado, y el 61.1% de las egresadas a nivel nacional. El 50,2% de las Docentes Universitarias son mujeres, aunque en los cargos políticos de mayor jerarquía, de Rector/a o Vicerrector/a, ocupan sólo el 11% y 31%, respectivamente.
La Encuesta sobre Situaciones de Violencia de Género en el ámbito de la Facultad, realizada durante los meses de septiembre y octubre de 2022 por el Programa “Género y Derecho” (PGD) relevó que el 51% de las mujeres vivenció al menos una situación de violencia de género. Eso sucede en las aulas, pasillos y oficinas de nuestra casa de estudios. Las situaciones de violencias y discriminación por motivos de género y/u orientación sexual no afectan en la misma intensidad y frecuencia a todas las personas de la comunidad de Derecho. Aquellas que prevalecen son el uso de lenguaje sexista, las miradas intimidatorias o lascivas, y los comentarios que subestiman, menosprecian o ponen en duda la capacidad.
En razón de este diagnóstico, desde la Facultad se han desarrollado acciones de gestión concretas: la temprana creación del Programa “Género y Derecho” y el Área de igualdad de género y diversidad para estudiantes; se impulsaron capacitaciones y campañas de concientización para alcanzar una efectiva igualdad de género; se promovieron desde el Consejo Directivo resoluciones en pos de garantizar la paridad en las instancias colegiadas; y se brindó un espacio de lactancia para aquellas estudiantes, docentes y nodocentes que garantice el derecho a la lactancia. Respecto a las políticas hacia la comunidad, se han suscrito convenios para dar patrocinio jurídico gratuito a víctimas de violencia de género desde comisiones de Práctica Profesional. Durante 2022, según el Informe de los casos de violencia de género atendidos en el Consultorio y Patrocinio Jurídico Gratuito de la Facultad de Derecho UBA, ingresaron 1.566 casos de violencia, que fueron atendidos por docentes y estudiantes avanzados/as en la carrera de Abogacía de nuestra casa de estudios.
A 40 años del regreso de la democracia, entendemos que la lucha por la igualdad y la conquista de derechos es un trabajo colectivo que en la Facultad significa trabajar por todo aquello que queda pendiente: incluir la perspectiva de género en las designaciones de profesores eméritos, consultos, titulares, adjuntos y auxiliares docentes; realizar acciones afirmativas que reviertan la situación de exclusión de mujeres y personas LGTBIQ+ de las actividades institucionales; la igualdad de oportunidades entre los géneros para el ejercicio de la docencia; el enfoque de género transversal en la currícula; considerar la importancia de la composición de género en las actividades oficiales con participación de funcionarios/as y/o programas institucionales de la Facultad.
Saludamos a todas nuestras profesoras, investigadoras, docentes, graduadas, nodocentes y estudiantes que, entendiendo la importancia de la perspectiva de género en la educación, luchan para garantizar una sociedad más justa, igualitaria y libre de violencias.