Delitos de los Débiles y los Poderosos. Ejercicios de Anticriminología
Recientemente se ha publicado la traducción de la obra “Delitos de los débiles y los poderosos. Ejercicios de anticrimonología.”, de Vicenzo Ruggiero. La edición estuvo a cargo del Departamento de Publicaciones de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad del Litoral y la editorial Ad-Hoc. La obra, dirigida por Mary Beloff y Máximo Sozzo, es el segundo volumen de los tres que integran la “Colección Criminologías”.
El eje central del libro esta dado por un actitud revisionista crítica de las teorías criminológicas más comunes. Ruggiero abandona la idea de encontrar causas universales que puedan abarcar todos los fenómenos criminológicos y rechaza las generalizaciones. Se apega a la idea de que al encontrar una causa del crimen hay que tener en cuenta que su opuesta también puede ser válida para explicar el mismo fenómeno.
Ruggiero da un giro en el análisis criminológico refutando las teorías interaccionistas, abolicionistas y las del etiquetamiento, puesto que, según afirma el autor, estas pretenden dar una respuesta única al complejo comportamiento criminal, soslayando las causas opuestas, las que también se materializan en el fenómeno criminal. De esta manera, Ruggiero construye a lo largo de la obra lo que el llama anticrimilnología (por oposición a la criminología tradicional).
Primeramente plantea el problema de las drogas ilícitas. Se afirma que hay un desarrollo de la economía de las drogas y que esto produce menos profesionalismo criminal y una división fordista del trabajo dentro de los grupos criminales. El autor sugiere que se produce mano de obra poco calificada en la base de la pirámide de las asociaciones delictivas.
Siguiendo con el análisis, el autor mantiene los lineamientos generales del primer capítulo. Agrega la idea de interrelación entre trabajo ilegítimo, trabajo semilegal y criminología convencional. A continuación se encarga de resaltar que existe una transposición de los obstáculos raciales del mundo legal al criminal. Así las oportunidades de ingresar a la labor criminal, por parte de las minorías étnicas, serán menores que las del resto de la población.
El capítulo 4 identifica las actividades delictuales de los débiles y de los poderosos como una respuesta a las necesidades de los clientes. Se piensa, pues, a la actividad criminal en paralelo con la economía legitima, en donde frente al aumento de demanda de bienes y servicios, el trabajo criminal se diversifica y flexibiliza.
Entre la primera parte y la segunda del libro, se introduce lo que el autor denomina el primer Excurso. Allí se plantea el problema de las drogas en relación con las posturas prohibicionistas y legalizadoras. Además, se postula la idea del consumo como parte integrante de los derechos individuales, junto con los conflictos que esto suscita.
La segunda parte está dedicada a los delitos de los poderosos. En el quinto capítulo se trata el problema del trafico de personas y del comercio ilegal de armas. Juntamente con esto, Ruggiero plasma la hipótesis que afirma que entre el gobierno y el crimen organizado hay un constate intercambio de bienes y servicios. Pero que a la vez, el Estado puede suplir las necesidades de intercambio con la práctica de ilícitos por mano propia.
Los capítulos 6 y7 están atravesados por la realidad local de Italia (país de origen del autor) y Francia. Aquí se hace manifiesta la corrupción a nivel político y administrativo, y su aumento en relación al avance económico y al establecimiento de la democracia real.
En el capítulo 8 se estudia la realidad de Inglaterra y se analizan los llamaos delitos de cuello blanco (white collar crime).
Por último, en el segundo Excurso, el autor marca los parámetros de simetría entre la clase alta de Inglaterra dieciochesca y la realidad actual, concluyendo que los problemas pasados no distan mucho de los actuales.