¡Seguinos!

Año VII - Edición 128 20 de agosto de 2008

Buscar

XII Congreso Mundial de Musicoterapia - “Música, Cultura, Sonido y Salud”

  • Notas

Con el objetivo de actualizar los conocimientos científicos de la musicoterapia, comunicar las nuevas investigaciones relacionadas con las distintas teorías y procedimientos específicos, atender a los diversos aspectos del ejercicio profesional, promover el intercambio internacional entre profesionales y ofrecer una visión contemporánea de la disciplina a la comunidad científica y a los equipos de salud y educativos en los que se integra el profesional musicoterapeuta, se efectuó entre el 22 y el 26 de julio el XII Congreso Mundial de Musicoterapia “Música, Cultura, Sonido y Salud”.

El evento, que fue organizado de manera conjunta por la Carrera de Musicoterapia de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, la Asociación Argentina de Musicoterapia y la Federación Mundial de Musicoterapia, se desarrolló alrededor de los siguientes ejes temáticos: “Musicoterapia, Música y Cultura”; “Música Comunitaria, Cultura y Salud”; “Musicoterapia en el Contexto Social”; “Teoría Musicoterapéutica y Procedimientos Específicos en: Medicina y Neurociencias, Salud Mental, TGD y Espectro Autista, Educación y Necesidades Educativas Especiales, Geriatría, Calidad de Vida”; “Formación en Musicoterapia”; “Investigación en Musicoterapia”; “Musicoterapia y Ética Profesional”; y “El Musicoterapeuta: Marco Institucional e Inserción Legal”. Cada panel fue seguido por destacados eventos musicales.

Durante el acto de apertura estuvieron presentes para expresar unas palabras de bienvenida y agradecimiento el Vicedecano de nuestra Facultad, Dr. Tulio Ortiz; la Presidenta de la Asociación Mundial de Musicoterapia, Gabriela Wagner; la Vicedecana de la Facultad de Psicología, Graciela Filipi; y la Coordinadora de la Carrera y Licenciatura en Musicoterapia de la Universidad de Buenos Aires, Alicia Topelberg.

En la inauguración también participó uno de los pioneros en el estudio de la musicoterapia: el Dr. Rolando Benenzon, quien, luego de hacer entrega de la medalla de honor Jeanne Simons al Lic. Gabriel Federico por sus aportes a la educación especial, tuvo a su cargo una disertación acerca del título de la jornada.

En primer término, el Dr. Rolando Benenzon manifestó su “emoción de observar como las piezas de un rompecabezas se van encastrando armoniosamente”. Asimismo, destacó la importancia de abrir las puertas a los fines de que se haga luz sobre cada cono de sombra; sin prejuicios, pero con serenidad y ética, teniendo como meta el mejoramiento de la calidad de vida. Para eso, estimó fundamental huir de los límites impuestos por el propio nombre del Congreso.

Seguidamente, señaló que los musicoterapeutas entienden a la música en la óptica de la física atómica intrínseca en el principio de incertidumbre. “Nos acercamos al conocimiento de la dinámica de la memoria y del proceso paralelo que encontramos en la experiencia de la percepción de la imaginación y creemos en la fuerza de la creatividad”, agregó. A continuación, resaltó que, en tanto cultura significa cultivar, sólo la imaginación y las iniciativas creativas pueden contribuir a que tanto los individuos como las comunidades puedan adaptarse y transformar su realidad inmediata.

Por otra parte, subrayó que al hablar de música, se debe referir al silencio y, por ende, remitir a las pausas. En idéntica tesitura, definió a la música como el arte de combinar los silencios y las pausas para reconocer los sonidos y consideró que el silencio es una “forma de contemplar el pasaje del paisaje, (…) permite percibir y escuchar otros estímulos y, sobre todo, sentir la ausencia del estímulo”. De esta manera, explicó que, a mayor duración de un silencio en una sesión de musicoterapia, se corresponde una disminución de la ansiedad del paciente. En base a aquello, recordó que acuñó una definición de musicoterapia, como el arte de armonizar silencios y pausas para permitir la comunicación y la instauración de los vínculos.

En otro orden de ideas, el Dr. Rolando Benenzon indicó que la musicoterapia estudia al ser humano en cuanto ser biopsicosocial imbuido en su historia y su proyecto, a lo cual “agregamos la idea de las interconexiones con la biosfera y el ecosistema”. Seguidamente, afirmó que “la inercia nos invade, nos imposibilita enfrentarnos al espacio relacional con el otro, nos paraliza y convierte en seres pasivos sometidos a la creciente saturación de estímulos y nos lleva a la atrofia de nuestra creatividad”.

Para concluir, remarcó que el musicoterapeuta tiene en el cuerpo el gran instrumento de expresión y recepción, el verdadero aparato de monitoreo de todo lo que ocurre en nuestro ecosistema; precisamente él nos enseña la posibilidad de desarrollar comunicación no verbal con el otro. “El caos es la verdadera puerta de entrada a la dimensión creadora”, finalizó.