Vigilar y castigar: rasgos actuales del debate sobre el poder punitivo
En el marco del Seminario Permanente sobre Enrique Marí, el 22 de septiembre tuvo lugar en el Aula Magna, la Conferencia “Vigilar y castigar: rasgos actuales del debate sobre el poder punitivo”. El evento contó con las exposiciones del Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Dr. Eugenio R. Zaffaroni y del Presidente del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales, Dr. David Baigún. Por su parte, el Dr. Claudio Martyniuk fue el encargado de presentar a los disertantes.
En primer término, el Dr. Claudio Martyniuk destacó la importancia de recordar al Profesor Enrique Marí, lo cual imprime un compromiso por preservar tradiciones dentro de una sociedad que, generación tras generación, transmite una cultura filosófica-jurídica cada vez más debilitada. En ese sentido, leyó un texto enviado por el Dr. Roberto Bergalli, quien no pudo asistir al evento. En sus palabras, Bergalli indicó que el pensamiento crítico sostenido por Enrique Marí fue discriminado en la cultura jurídica moderna a raíz del prejuicio que se ha tenido sobre aquellos aspectos que cuestionan los fundamentos de instituciones y categorías que consolidaron un sistema de relaciones sociales de gran injusticia social. Por último, afirmó que la realización de este tipo de actividades proporciona un espacio para profundizar la reflexión crítica.
A continuación, el Dr. Eugenio R. Zaffaroni pronunció su disertación sobre “Política criminal y relaciones de poder”. A modo de introducción, explicó que el significado de política criminal gira en torno a dos concepciones: una histórica, que la define como el conjunto de medios represivos para encarar la lucha contra el delito; y otra moderna, que la conceptualiza como el conjunto de métodos por medio de los cuales el cuerpo social organiza las respuestas al fenómeno criminal. Esta concepción –prosiguió- refleja que la variedad de métodos no está determinada y abarca instrumentaciones normativas a través de medidas directas e indirectas. “La política criminal es inimaginable si no se admite desde un comienzo la necesidad de conocer la naturaleza del Estado y, por otra parte, de establecer el nexo entre ese Estado y la formación económica-social en la que se apoya”, expresó. Seguidamente, concluyó que la política criminal se vuelca hacia afuera en su vinculación con la estructura del Estado, y hacia adentro en su conexión con los componentes genuinos del sistema penal, aunque reconoció que no hay acuerdo en la determinación de la región del entramado social en que se mueven esas relaciones.
Luego, con el objetivo de introducirse en la segunda parte de su exposición, vinculada a las relaciones de poder, examinó los aportes efectuados por Antonio Gramsci sobre la teoría marxista, en cuanto considera que la sociedad civil se desplaza de la estructura a la superestructura modificando las relaciones recíprocas entre ambas categorías. Del mismo modo, explicó que la mayoría de las relaciones de poder son verticales, y se corporizan en acciones que van desde la seducción ideológica hasta los actos de violencia.
Por último, resaltó que las ideas de Enrique Marí aseguran que los enunciados de política criminal son parte de la ficción que crea el Derecho. En esa línea de ideas, añadió que “la ficción no es solo apariencia sino palabra intensa que aspira siempre a representar algo más allá de lo real con el fin de reinsertarlos en su totalidad”. De esta manera, afirmó que el avance que significa las convenciones internacionales aparece detenido, sustituido por la arbitrariedad impuesta por las máximas potencias del planeta. Al finalizar su ponencia, advirtió que distinguir entre el discurso político-criminal y las relaciones de poder que se ocultan debajo de esas formulaciones es tarea del jurista, a la que se encuentra obligado pero que en la realidad elude ante el riesgo de ser incluido en el prontuario ideológico.
Posteriormente, el Dr. David Baigún aseguró que globalmente se asiste al final de una experiencia en materia de poder punitivo que ha trascendido el mundo durante los últimos treinta años. Respecto a este modelo de política criminal, explicó que creó un preventivismo represivo, basado en una cultura del miedo, y se expresó mediante una Corte Suprema estadounidense limitadora de garantías y jueces constreñidos en su labor a la creación de penas. “Se pasó del Estado de Bienestar al Estado Penal”, sintetizó. Asimismo, luego de analizar la realidad penal de los Estados Unidos, argumentó que determinados fenómenos genocidas tienen como base ciertos prejuicios raciales.
Por otra parte, discurrió acerca de la corriente denominada “tolerancia cero”, que implica, en nuestro país, bajar la represión hacia los elementos subalternos de la sociedad y elevar la impunidad hacia la delincuencia económica. A este respecto, afirmó que cuando el malestar en una sociedad crece, el sistema penal se desborda canalizando la venganza sobre el chivo expiatorio al cual se atribuye toda la fuente del mismo. De esta manera, explicó que en situaciones donde la intolerancia social resulta insostenible, el sistema penal hace caer el castigo sobre quienes encuadren en el tipo mediaticamente publicitado. En este sentido, agregó que el propio sistema punitivo, al desbordarse, se encarga de reafirmar su capacidad de reestablecimiento de la paz mediante el peor de los crímenes: el genocidio. Al finalizar su ponencia manifestó su inquietud acerca de lo que sucederá ante la existencia actual de un sistema que ya no puede canalizar la venganza ante el delito, así como también su deseo por conocer la respuesta que daría el Dr. Marí a su interrogante.
La próxima reunión del seminario tendrá lugar el 27 de octubre en el Salón Rojo de la Facultad de Derecho. Los expositores serán Edgardo Logiudice (autor de “Agamben y el estado de excepción, una mirada marxicista”), Beatriz Rajland (profesora de la asignatura Teoría del Estado) y Mabel Thwaithes Rey (autora de “Estado y marxicismo. Un siglo y medio de debate”), quienes disertarán sobre “¿Aún? Actualidad de las miradas marxicistas sobre el derecho y el Estado. De Gramsci a la crítica Agamben”. |