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Año VII - Edición 122 08 de mayo de 2008

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Seminario Permanente sobre la Historia de la Facultad de Derecho - Otros dos visitantes ilustres en el Centenario de la Revolución de Mayo: Adolfo Posada y León Duguit

  • Notas

El 23 de abril tuvo lugar una nueva reunión del Seminario Permanente sobre la Historia de la Facultad de Derecho. Como es habitual, la actividad se desarrolló en el Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sociales “Ambrosio L. Gioja” y, en esta oportunidad, contó con las palabras del Dr. Abelardo Levaggi, quien se refirió a otros dos visitantes ilustres en el Centenario de la Revolución de Mayo: Adolfo Posada y León Duguit.

“Con esta disertación sobre el viaje a la Argentina de Adolfo Posada y León Duguit, sumada a la anterior, dedicada a Enrico Ferri y Rafael Altamira, completo la evocación de los cuatro primeros juristas europeos que se vincularon con esta Facultad en cumplimiento de misiones académicas entre 1909 y 1911” -comenzó diciendo nuestro expositor, y agregó que como denominador común a todos ellos, puede señalarse que profesaban ideas socialistas moderadas, con diferentes grados de compromiso. “En cuanto a contrastes, Ferri y Altamira gozaron, además de sobresalientes méritos científicos, de notable carisma y popularidad, en tanto que el perfil de Posada y Duguit fue estrictamente académico” -remarcó.

En ese sentido, recordó que Adolfo Posada era asturiano y que llegó a nuestro país en 1910, a los cincuenta años de edad, siendo ya una autoridad en el campo del Derecho Público. Vino invitado por el Presidente de la Universidad Nacional de La Plata, Joaquín V. González, en tren de intercambio, tras los pasos de su amigo, colega de universidad y krausista como él: Altamira.

La mayor parte de su actividad la desarrolló en La Plata, donde dictó un curso de Ciencia Política y dirigió un seminario de investigación sobre el Sufragio. En Buenos Aires, se reunió con el Rector Eufemio Uballes para explicarle los planes de relaciones científicas del gobierno español, y, como relató en su libro La República Argentina. Impresiones y comentarios (Madrid, 1912), asistió a una clase de Filosofía del Derecho, que Antonio Dellepiane dictaba, no en la sede de la Facultad, de la calle Moreno, sino en las oficinas de la Dirección de Inmigración. La clase, correspondiente a la parte sociológica del programa, versaba sobre el movimiento inmigratorio como factor de la formación nacional. La reflexión de Posada, también sociólogo, fue que para la Argentina el problema de la inmigración era algo más que un problema de población para convertirse en uno de incorporación nacional.

“Ya en ese viaje tuvo la percepción -como dejó asentado en otro escrito- de que, pese al optimismo que reinaba en el Centenario, la sociedad era presa de una inocultable inquietud” -explicó Levaggi. En 1921 volvió a nuestro país y dedicó el mayor tiempo a esta Facultad, donde dictó dos cursos: uno sobre Teoría del Estado y otro sobre Sindicalismo.

Por su parte, León Duguit, Profesor de Derecho Público de la Universidad de Burdeos, vino a Buenos Aires al año siguiente, invitado por esta Facultad. Duguit tenía cincuenta y dos años de edad y era también un consagrado publicista afiliado al positivismo sociológico, doctrina que estaba tan de moda como la krausista.

La Facultad le pidió que pronunciara una serie de conferencias sobre las Teorías Generales del Derecho Privado. Fueron seis y las agrupó bajo el título "Las transformaciones generales del Derecho Privado desde el Código Napoleón". Trató temas como el Derecho subjetivo y la función social; la nueva concepción de la libertad; la autonomía de la voluntad; el acto jurídico; el contrato y la responsabilidad; y la propiedad función social. La serie se editó en Madrid, traducida al castellano, en 1912. Más tarde publicaría Las transformaciones del Derecho Público, con traducción y estudio preliminar de Adolfo Posada.

En la Advertencia de la edición del curso, Duguit dijo que su propósito era mostrar cómo la evolución jurídica era similar en los países que habían alcanzado un mismo grado de civilización, y cómo se caracterizaba por la sustitución de un sistema metafísico e individualista por otro realista y socialista.

En la primera conferencia, al agradecer la invitación, llegó a expresar que ese sería el gran honor de su vida de profesor. Cuando se despidió, considerándose el intérprete de altas personalidades autorizadas, deseó que se estableciera un intercambio científico entre esta Facultad y las francesas, especialmente la de Burdeos.

Posada y Duguit, del mismo modo que Ferri y Altamira, dejaron una huella en la ciencia jurídica argentina. Para entender la dirección que siguieron las respectivas disciplinas es indispensable tener en cuenta la enseñanza en vivo que impartieron, con sus clases y con el contacto personal.