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Año XIII - Edición 239 23 de octubre de 2014

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Seminario permanente sobre Fraternidad y Justicia

  • Notas

En el marco del Seminario Permanente sobre Fraternidad y Justicia tuvo lugar un encuentro sobre “Fraternidad e integración internacional”, organizado por el Departamento de Ciencias Sociales y el Programa Internacional de Estudios sobre Democracia, Sociedad y Nuevas Economías de la UBA. La reunión se realizó el pasado 22 de septiembre y contó con la participación de Enrique Del Percio (profesor adjunto de Sociología del Derecho), Danisa Riera (Coordinadora del Doctorado en Relaciones Internacionales de la USAL) y Nicolás Comini (Director de la Maestría en Relaciones Internacionales de la USAL).

Danisa Riera entendió que la epistemología se encarga de un tipo particular de saber: el saber científico. “De ninguna manera quiero pensar que los otros tipos de saberes quedan descalificados, simplemente quiero diferenciar este modo particular de acercarse a la realidad”, remarcó. De este modo, señaló que uno puede empezar a ver la centralidad de la epistemología a partir de las Cruzadas. “Creo que las Cruzadas fueron el primer antecedente de ese contacto de un mundo oriente-occidente que traen cambios sociales”, examinó. En este sentido, indicó que al regresar de las Cruzadas, el sistema de vasallaje se rompe y a su vez también se introduce la noción de comercio. “El ir a oriente implica traer algo muy importante para Europa, y de fácil transporte, como las especias, entonces introduce la idea de comercio, que no existía en el sistema de vasallaje”, relató. Asimismo, mencionó dos acontecimientos históricos trascendentales para la humanidad: la circunnavegación de África y la llegada de los españoles a América. “Todo esto nos hace pensar en un cambio de cosmovisión. Se desplaza esta visión teocéntrica que había regido durante la Edad Media, para dar paso a la importancia del hombre”, manifestó. En este sentido, con todos los impulsos tecnológicos, revoluciones científicas y habilidades desarrolladas, el hombre se empieza a sentir central en la creación, por lo tanto, va a tener que buscar otra forma de acercarse al saber que no sea netamente el saber producto de revelaciones divinas. “Lo propio del hombre es la razón, entonces la verdad va a tener que provenir ya no de dios, sino del hombre”, determinó. Así, analizó que actualmente la ciencia se entiende como un conocimiento racional, objetivo, metódico, positivista y pretendidamente neutral. A su juicio, el ámbito académico se ha convertido en el portador, transmisor y desarrollador de la ciencia. En lo que respecta a América Latina, la disertante se interrogó si somos todos fraternos hermanos o si tuvimos la suerte de tener un tutor que nos produjo algunas diferencias. “América del Sur, frente al posicionamiento de algún agente externo, actúa como hermano. Entre nosotros nos podemos pelear, pero que no nos toque uno de afuera”, concluyó.

Seguidamente, Nicolás Comini, Director de la Maestría en Relaciones Internacionales de la USAL, indicó que sin importar donde nos situemos el tratado constitutivo de UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas) establece que el bloque es un espacio de integración y de unión. No obstante, aseveró que la integración no necesariamente implica armonía, sino que también implica conflicto y tensiones. “La integración es políticamente dependiente de los actores que participan en ese proceso”, afirmó. Seguidamente, advirtió que la tensión y el conflicto siempre estuvieron presentes en la configuración de UNASUR debido a que esta no surge de la armonía sino que surge del conflicto. “Toda esta situación de conflicto latente durante todo el proceso da lugar a una lógica de asimetrías, que a su vez, repercute en la estructura de UNASUR que asume una lógica de horizontalidad”, evidenció. Hacia el final, estableció que aquella horizontalidad se puede ver en distintos niveles: por un lado en el sistema de representación y tomas de decisiones en lo jurídico institucional, es decir, en UNASUR, todos los países tienen desigualdades internas, sin embargo, todos los países tiene un voto en todas las instancias de decisión; y, por el otro lado, la horizontalidad también se da en la prioridades de la integración, ya que UNASUR no prioriza ninguna de las áreas por sobre las otras en materia de integración.

“La integración es políticamente dependiente de los actores que participan en ese proceso”, afirmó Nicolás Comini.