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Año XVIII - Edición 331 28 de noviembre de 2019

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Segundo encuentro internacional de integración jurídica

  • Notas

En el Salón Rojo, el pasado 18 de octubre tuvo lugar el Segundo encuentro internacional de integración jurídica, organizado en conjunto por la Unión chileno-argentina por la Integración Jurídica y la Facultad.

La apertura del evento estuvo a cargo del profesor Ricardo Rabinovich-Berkman. En su exposición realizó un recorrido histórico a partir del concepto de integración. En primer lugar, tomó el caso de la Piedra de Hammurabi: “Elige para su piedra jurídica al dios común de todos, vinculado con lo jurídico, vinculado con el cumplimiento de la norma, con el cumplimiento de la palabra y no pone al dios propio. Este es tal vez el primer ejemplo que somete el nacionalismo, que somete la vigencia de los propios valores del propio grupo para privilegiar los valores conjuntos”.

Sin embargo, durante la Edad Media, se produce un cambio. “Cada emperador lo es en su propio reino. Eso va a generar un factor de quiebre en gran medida del cuadro de integración que traía el imperio romano medieval pero va a haber fuerzas que van a generar que la integración tienda a mantenerse, la más fundamental posiblemente la comunidad del cristianismo”, indicó. Y agregó que “este cristianismo va a generar todo un conjunto de normas jurídicas que se van conociendo como derecho canónico y ese derecho canónico va a ser común a todos los estados cristianos. De manera que va a haber una integración jurídica por la vía de la común adhesión a la religión católica”.

El segundo factor de integración aparece en el siglo XI en Italia y pronto se va a expandir a otras regiones de Europa: las universidades. “Las universidades van a ser centro de integración jurídica importantísimos. Juristas de toda Europa van a peregrinar a estudiar en las universidades, van a prender contenidos semejantes, conceptos semejantes, ideas semejantes y van a volver a sus países llevando las ideas y aplicando esas ideas y abriendo otras universidades”, expresó.

Asimismo, otro elemento integrador es el comercio: “Más o menos para la misma época en la que florecen las universidades comienza a florecer el gran comercio en Europa con mercaderes que viajan, que van de un lado a otro y se instalan en lugares. Esto genera la presencia de gente que necesita normas comunes o sea que el derecho de comercio que va a surgir es medieval, es de base latina pero es medieval, el derecho comercial va a surgir como un derecho de integración también”.

A continuación, se refirió al Humanismo. “La idea de que Dios ha creado según el Génesis a Adán a su imagen y semejante y por consiguiente lo más cercano a Dios que existe es el ser humano. Y por lo tanto, lo más importante es valorar y estudiar al ser humano para acercarse a Dios a través de él”, aseguró. Y sumó que “esto va a llevar a una nueva predisposición, predominio de la razón obre la experiencia. El conocimiento se va a considerar no ya a partir de fuentes de autoridad, grandes maestros, padres de la iglesia, sino a partir de la experiencia propia sometida a la razón”.

Seguidamente, aludió a la figura de Samuel Pufendorf que aspiró “a la construcción de un sistema normativo que por partir de la razón, y visto y considerando que la razón es considerada como común a todo el género humano, sea un sistema normativo que pueda aplicarse a todos los pueblos de la humanidad”. En esa misma línea, afirmó que “esto va a generar un tipo de fenómeno jurídico: los cuerpos que se consideran racionales y se consideran acordes con esa base axiomática”. Y referenció la Declaración de Independencia que va a generar la Constitución de Filadelfia en 1787 y el Código Civil de Prusia en 1794.

Actualmente, reconoció que “hoy tenemos que pensar en un elemento fundamental que es el respeto. No es posible la integración sin el respeto y el respeto exige la noción de equivalencia. No importa cuán grande sea tu país en extensión”. Y destacó que no se puede prescindir de la noción de equivalencia de las culturas: “Ninguna cultura es superior a la otra, ningún pueblo es superior a otro, ninguna forma de la humanidad es superior a la otra”.