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Año XIII - Edición 238 09 de octubre de 2014

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Segunda reunión anual abierta del Observatorio de Salud. Aportes y reflexiones para un nuevo modelo de salud

  • Notas

La segunda reunión anual abierta del Observatorio de Salud tuvo lugar el pasado 3 de septiembre en la Sala Vélez Sarsfield. En esta ocasión, se compartieron nuevas ideas y reflexiones en torno a un nuevo modelo de salud. Coordinó la actividad la directora del Observatorio de Salud, profesora Marisa Aizenberg.

En primer término, Alberto Bozzolo subrayó que las reuniones tratan de poner el foco en la organización del sistema y el desafío de la gestión que tiene la forma de organización del sistema. “El tema del federalismo en la Argentina es un escenario que complica la acción sanitaria porque esa organización sanitaria debe adecuar algunos mecanismos y tiene algunas limitaciones normativas”, expresó. De esta manera, explicó que están tratando de alinear el Observatorio en aquellos temas que concentran las discusiones principales, lo que podría llamarse hoy en día la agenda nacional sanitaria.

Seguidamente, Roberto Dalmazzo manifestó que no hay que tener miedo en tener ideología en el campo social, sino que hay que retomar el camino del debate de posicionamientos. De este modo, distinguió al técnico del profesional y señaló que el técnico es aquel que domina una materia y tiende a ejecutarla con precisión, pero también tiende a cometer los mismos errores en el camino de repetir la fórmula que ha aprendido y que considera válida, mientras que el profesional es un militante de la verdad, que siempre tiene que poner en duda todos sus conocimientos. “Es muy difícil lograr sostener el derecho a la salud si no sostenemos que nuestra gestión es, en realidad, crear ciudadanía”, opinó.

Por su parte, Carlos J. Regazzonirecordó que no hay un programa de salud por provincia, sino que por el contrario, hay un único programa de salud argentino. “En todo el mundo se ha comprobado que los sistemas unitarios de salud son superiores a los sistemas federales. Y superior quiere decir que hay menos gente que se muere”, manifestó. Así, analizó que hay un problema normativo indudable que tiene que ver con la delegación de las facultades provinciales en la nación en temas de salud, así como también en temas de educación. En lo que respecta a la planificación de los sistemas de salud, el disertante aseveró que la planificación no puede estar desentendida de la evolución que está viviendo la sociedad en términos de escenario social. “Hay determinantes propios de la dinámica social que pasan a ser un dato inobjetable al momento de planificar cualquier sistema de salud, como por ejemplo el cambio demográfico”, examinó.

Acto seguido, Javier Vilosio hizo mención a dos problemas que impiden una reforma y cambio en el sistema de salud, el cual es fragmentando e inequitativo: el primero es que la población no reclama por cambios del sistema de salud, sino que reclaman por acción sanitaria; y el otro problema es que es muy difícil llevar a la agenda de los políticos el costo de encarar reformas del sistema de salud. “El problema es realmente serio, porque llevar esto a la agenda de los políticos es el primer paso para iniciar cualquier transformación”, aseguró. Al finalizar, argumentó que nunca vamos a tener un mejor sistema de salud que la calidad que logremos tener en las instituciones de la República, debido a que es difícil pensar acerca de equidad en salud en una sociedad donde la inequidad, desde el punto de vista económico y social, sigue siendo alta.

En último lugar, Viviana Bonpland también concordó con el resto de los disertantes en que el sistema de salud es un sistema fragmentado, segmentado, inequitativo y poco flexible. “Lo que se destina a la salud no es poco dinero, pero se gasta mal y de una manera ineficiente e ineficaz, porque a veces no se consiguen las metas y cuando se consiguen, se logran a cualquier costo”, reseñó. En cuanto a la regulación del sistema de salud, la expositora consideró que está regulado de una manera deficiente, ya que al haber 25 jurisdicciones las normativas se superponen o se solapan, y no hay un marco legal adecuado ni coherente. “Las políticas públicas no aciertan a dar con una forma de gastar mejor, porque el dinero está, pero se gasta mal”, recordó. Asimismo, contempló que legislar en salud no solo hace a la prosperidad, sino que también hace al cumplimiento de los tratados internacionales, porque a partir del momento en que firmamos esos tratados, el Estado Nacional tiene el carácter de garante del derecho de la salud hacia adentro y hacia afuera. En otros términos, contrajo responsabilidad nacional por el hecho de firmar los tratados, y es de cara a la comunidad internacional, quien tiene que garantizar por lo menos un mínimo de ese derecho de la salud. “Para el próximo 2015, cuando tengamos un nuevo gobierno, deberíamos empezar ya a tratar de coordinar la acción entre la nación y las provincias para tratar de llegar a un acuerdo”, propuso. En lo que concierne a estatizar totalmente la salud, la expositora remarcó que es muy difícil de lograr y llevar a cabo, debido a que el poder sindical y el poder político son muy fuertes. Asimismo, señaló que es imposible estatizar la salud constitucionalmente, debido a que el artículo 14 establece el derecho a trabajar y el derecho a ejercer toda industria lícita. En ese carácter, observó que a menos que se elimine el derecho a trabajar o se lo limite no se va a poder estatizar completamente el sector salud, porque siempre va a haber gente y empresarios o trabajadores de la salud que de acuerdo a la Constitución tienen el derecho individual a trabajar. Hacia el final de su ponencia, concluyó que habría que encarar una reforma desde el punto de vista de la gestión y que el único que puede encarar la reforma es el Estado Nacional a través del rol de rectoría, y a su vez, las provincias son las que deberían acompañar y modificar la gestión en salud.

A continuación, se inició el debate para un nuevo modelo de salud.

“El problema es realmente serio, porque llevar esto a la agenda de los políticos es el primer paso para iniciar cualquier transformación”, aseguró Javier Vilosio.