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Año XV - Edición 273 22 de septiembre de 2016

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Reflexiones sobre el Bicentenario desde la Historia del Derecho

  • Notas

Organizada por el Departamento de Ciencias Sociales, el 26 de agosto en el Aula 1 de Extensión Universitaria tuvo lugar la actividad Reflexiones sobre el Bicentenario desde la Historia del Derecho. La coordinación del evento estuvo a cargo de Elizabeth Silva.

Para comenzar, Ricardo Rabinovich-Berkman pronunció las palabras introductorias. “Creo que 200 años es tiempo más que suficiente para empezar a pensar en libertad, con espíritu crítico, con actitud científica”, remarcó. Además, sostuvo que a partir del siglo XIX se produjeron guerras civiles y guerras entre hermanos. “Lo único que nos puede salvar es la construcción de la unidad iberoamericana, no para objetivos militares, sí para una defensa jurídica cerrada internacional de un orden de respeto entre los países”, expresó.

A su turno, Sandro Olaza Pallero recordó en 1814 Fernando VII retorna a España y evocó que este monarca era la contracara de lo que quería Manuel Belgrano. “En aquella sesión secreta del 6 de julio de 1816, Belgrano quería una monarquía atemperada, como la británica”, describió. Resaltó que en 1812, en España, los constituyentes juran la Constitución liberal y Fernando VII declara locos a los diputados que la juraron. “El Río de la Plata era la única zona que estaba prácticamente libre del poder español. Se temía que viniera una expedición a acabar con la revolución”, adicionó. Olaza Pallero, con relación a Belgrano, aseguró que este sostenía que la forma de gobierno más conveniente era la monarquía atemperada. “Él, que viene de Europa, ha visto que la forma republicana ha quedado en desprestigio, por eso él habla de una monarquía, pero tiene que reinar la casa que fue injustamente despojada por los españoles, proyecto que apoya San Martín, Güemes, Juana Azurduy y prácticamente todos los diputados del Congreso de Tucumán, menos Tomás Manuel de Anchorena”, desarrolló.

Posteriormente, Rubén D. Salás compartió que la proclamación de la independencia de las Provincias Unidas en Sudamérica se inserta en el momento final de una visión del mundo, el racionalismo ilustrado. Se trata de aquel que se había iniciado a mediados del siglo XVII y se cerraría en torno a 1820-1830. “Podemos afirmar que la realidad agónica que se abre en 1808 y tiene un punto axial en 1816, es uno de los resultados de esa convergencia del utilitarismo inglés y del racionalismo final experimentado en Francia. La ética del primero impactó en el segundo, donde se radicalizó, colocando como antagónicos absolutos los términos razón y tradición”, continuó. Luego, señaló que el ver discerniendo y el forjar la dimensión teórica de una realidad encuentra en la particular modalidad francesa su centro de acción. Con gran ímpetu, la plataforma gala se convertirá en el centro de referencia, aunque no exclusivo, del despliegue del léxico ilustrado. “El nuevo léxico inaugurado por el siglo XVIII provoca desplazamientos semánticos, ennoblecimiento y envilecimiento de voces y expresiones, para todo lo cual, la realidad indiana ofrecerá perspectivas singulares”, añadió. En este sentido, voces como nación, patria, despotismo, soberanía, gobierno representativo, monarquía, república y federación se cargaron de una nueva significación.