¡Seguinos!

Año X - Edición 173 14 de abril de 2011

Buscar

Re-lanzamiento de la Revista de Derecho de Familia

  • Notas

El pasado 17 de marzo tuvo lugar en el Salón Rojo el re-lanzamiento de la Revista de Derecho de Familia, editada por Abeledo Perrot, cuya primera edición data del año 1989 y que a partir de ahora, a la dirección que se encontraba a cargo de la Dra. Cecilia P. Grosman desde sus inicios, se suman las Dras. Aída Kemelmajer de Carlucci y Nora Lloveras. De este modo, se pretende “federalizar” la revista y que sea una herramienta de trabajo para los operadores del derecho de familia, infancia y adolescencia y el derecho sucesorio, hábil para la práctica cotidiana en todo el país.

A través de este re-lanzamiento la revista tiene por objeto ampliar no sólo la cantidad de números, sino también los ámbitos de incumbencia, donde no sólo sea un espacio en donde confluyen destacados autores que tienen como meta común el poder analizar en profundidad diferentes temáticas relativas al derecho de familia de gran trascendencia jurídico-comunicacional, como pueden ser el matrimonio igualitario, el divorcio vincular, la mayoría de edad, las relaciones de hecho en la familia, sino también relativas al derecho sucesorio, el derecho de infancia y adolescencia y la bioética.

En la misma línea que ha tenido desde sus comienzos, el estudio de todas estas temáticas se desarrollan dentro de un marco interdisciplinario, con la finalidad de trascender la perspectiva jurídica teniéndose en cuenta los importantes aportes que brindan otras miradas como la sociológica, psicológica y económica.

Por otro lado, la revista pretende ampliar las contribuciones de quienes participan en ella, con una selección y análisis de los principales fallos provenientes de tribunales nacionales y provinciales, como así también del derecho comparado en cada una de las temáticas mencionadas.

En cuanto al acto, tras las palabras de bienvenida de la Dra. Marisa Herrera, subdirectora de la revista, tomó la palabra la Dra. Aída Kemelmajer de Carlucci quien se refirió sucintamente a aquellos que contribuyeron activamente con la elaboración de la revista ya desde el año 1989, en su primer número. En este marco, se aprovechó el re-lanzamiento para reconocer el aporte de varios y reconocidos autores que colaboraron en aquel primer número. En primer lugar se mencionó al Dr. Eduardo Zannoni, a quien califico de “gran renovador del Derecho de Familia”, destacando algunas de las ideas plasmadas en uno de los artículos publicados en el primer número sobre “Contienda y divorcio” que fueron pioneras. Tampoco fue posible olvidar la labor del Dr. Augusto César Belluscio, autor de otro de los artículos incluidos en la primera edición, que en aquella oportunidad se había abocado al estudio de la especialización de los órganos familiares. Por último, se homenajeó a la Lic. Eva Giberti -quien se encontraba presente- que, según palabras de la Dra. Kemelmajer de Carlucci, siempre aportó una visión renovadora al Derecho de Familia en cuanto a las cuestiones de género y otras temáticas que desde la psicología son trascendentales para poder comprender la complejidad de la mayor parte de los conflictos de familia, infancia y adolescencia.

Posteriormente, fue el turno de Alejandro Tuzio, quien en su calidad de director editorial hizo mención al trabajo artesanal y comprometido en la publicación que ahora es mensual. Resaltó la profunda vocación de aquellos que periódicamente trabajan en la redacción y elaboración de la revista, como así también no olvidó manifestar el signo democrático que caracteriza el trabajo que se realiza.

Por otra parte, destacó que desde 1989 siempre mantuvo el mismo espíritu de ser pionera en los temas que se abordan, en estar atento a los avances, cambios y actualidad en el tratamiento de los temas, que ahora se verá con mayor amplitud gracias a la mayor asiduidad en su publicación y cantidad de páginas de cada número.

A continuación, la Dra. Cecilia P. Grosman realizó una breve exposición que tuvo como tema central las problemáticas jurídicas con las cuales los adultos mayores deben lidiar a diario, algo que, según afirmó la propia disertante, ha despertado la atención mundial. En primer lugar, admitió lo difícil que resulta determinar quienes son lo adultos mayores y si realmente la solución es solo marcar una franja etaria en la cual nuestros mayores estén incluidos. Sin embargo, aclaró que el uso del término “adultos mayores” lejos de ser un eufemismo es una expresión por la cual es posible combatir otros de carácter peyorativos como “ancianos” o “seniles”. Asimismo, desmitificó la idea de que los adultos mayores son improductivos, utilizando como ejemplo las actividades de voluntariado u otras contribuciones como el cuidado de niños que los adultos mayores suelen realizar.

Finalmente, mencionó que cuando el Estado logra articular acciones positivas destinadas a garantizar la igualdad de los ancianos mayores se aporta a la construcción de una sociedad más tolerante y respetuosa de sus diferencias.

Seguidamente, volvió a hacer uso de la palabra Aída Kemelmajer de Carlucci para analizar el debate bioético que hoy existe en torno a la naturaleza del término “vulnerabilidad” que suele emplearse para aquellas victimas de las relaciones de familia. Es a partir de allí que destacó que el ser humano desde su nacimiento hasta su muerte es vulnerable y que siempre es susceptible de sufrir un daño. Pero más allá de esta generalidad, le importó reforzar en su disertación ciertas vulnerabilidades que observan algunos sectores de nuestra sociedad, como bien pueden ser los adultos mayores o los niños y adolescentes, donde la atención no debería recaer sobre la posible vulnerabilidad de estos, sino en especial en su indefensión ante la ausencia de mecanismos que logren efectivamente asistirlos. En otras palabras, que su preocupación se centra en la “efectividad” o “eficacia” en los modos de lograr combatir ciertas vulnerabilidades. Para tal fin, citó algunos antecedentes jurisprudenciales bien elocuentes en los cuales quedó demostrado cómo aquellos pertenecientes a los sectores más postergados de nuestra sociedad quedan relegados a decisiones judiciales que tardan en llegar y que no siempre logran dar una solución efectiva al conflicto que se plantea, debido a que entre otras razones muchas veces estas sanciones se componen de exhortaciones que pocas veces los otros poderes acatan.

Continuando con la línea argumentativa iniciada por Grosman y seguida por Kemelmajer de Carlucci, Nora Lloveras se refirió a la discapacidad y especialmente a la reciente  Ley de Salud Mental sancionada en el año 2010. De hecho, analizó en un primer lugar la discapacidad desde una perspectiva internacional, señalando aquello instrumentos internacionales de interés, incluyendo tanto a la Declaración Universal sobre Bioética de 2005, como la Convención sobre el Derecho de las personas con discapacidad de 2007. Además, efectuó un breve racconto sobre los principales puntos de la nueva Ley 26.657 o Ley de Salud Mental y cuales fueron los estándares alcanzados por nuestro país a partir de la entrada en vigencia de esta nueva legislación. Finalmente, destacó la importancia de considerar los testimonios de los pacientes a la hora de evaluar los alcances de la nueva ley. De este modo, y con tres disertaciones de excelencia quedó abierta una nueva y renovada etapa de la primera publicación periódica especializada del país.

Kemelmajer de Carlucci destacó que el ser humano desde su nacimiento hasta su muerte es vulnerable y que siempre es susceptible de sufrir un daño. En cambio, en el caso particular de algunos sectores de nuestra sociedad, como bien pueden ser los adultos mayores o los niños y adolescentes, nuestra atención no debe recaer sobre la posible vulnerabilidad de estos, sino que sobre su indefensión ante la anuencia de mecanismos que logren efectivamente asistirlos.