¡Seguinos!

Año XXIII - Edición 409 29 de agosto de 2024

Buscar

Protección de datos y libertad de expresión: la excepción periodística en el derecho europeo

  • Notas

El pasado 9 de agosto, en la Sala Vélez Sarsfield, se llevó a cabo la actividad "Protección de datos y libertad de expresión: la excepción periodística en el derecho europeo", organizada por el Curso Autonomía, libertad de expresión y democracia. Emiliano Vitaliani (Universitá di Pisa) participó en calidad expositor. En tanto, Juan Carlos Rua (Universidad de Buenos Aires) realizó la presentación.

Para comenzar, Emiliano Vitaliani (Universidad di Pisa) aclaró que iba a exponer la investigación que desarrolló para su tesis de maestría. En ese sentido, explicó que su trabajo evidencia la tensión entre “la protección de datos personales, con cada vez un valor más grande, y la recolección de los mismos por parte de las empresas”. Esta idea principal lo llevó a hablar de una tendencia global, cuyo epicentro se observa en Europa. “De regulación de los datos personales”, señaló. Seguidamente, agregó que su tesis intenta preguntarse cómo hace el sistema europeo para regular la tensión sin dañar la libertad de expresión.

La primera cuestión que trató fue el origen de la tensión y se refirió al derecho a la privacidad. “Se origina a finales del siglo XIX, en respuesta al periodismo amarillista, que preocupaba a la sociedad”, explicó.

Sobre la regulación específica de datos, mencionó el tipo de procesamiento que protege todos los datos personales. Sin embargo, no regulan todo. Acto seguido, se dedicó a dar un ejemplo práctico de un hombre y la información de que va ser padre, que técnicamente, serían datos personales del mismo, pero entran dentro de la vida doméstica y cotidiana, “Por ende, la regulación lo excluye”, sostuvo.. De esto concluye entonces que, si bien hay una violación de la intimidad, no hay una violación de los datos personales.

Continúo hablando de la regulación, y se enfocó, en las personas, jurídicas y humanas, que procesan datos. “A cualquier forma de tratamiento, de los datos, parcial o automatizada”, especificó. En este marco, habló del fallo Lindqvist. “Donde una catequista, hizo una página de internet casera, donde puso los nombres de sus colegas, que trajo consigo un conflicto. La Corte Europea de Justicia dio a lugar a la queja de los colegas, concluyendo que, cualquier forma de procesar digitalmente, cualquier dato, entra dentro de la regulación”, planteó. “Tenemos una regulación e interpretación muy amplia”, agregó.

Habló luego de la interpretación amplia en el periodismo que entra en conflicto con la libertad de expresión. De esto también agregó que puede generar conflictos en torno al control y la jurisprudencia. Por otro lado, introdujo una segunda interpretación: “Sólo hay que interpretarlo de manera amplia cuando sea estrictamente necesario. Ya que la protección de datos es un derecho fundamental, tenemos que ir de caso en caso viendo en que afecta dicha protección en la libertad de expresión”.

Esto derivó en el fotoperiodismo y explicó que “el mismo puede contar historias y dar mensajes, sólo con una imagen, sin ningún análisis”. Esto genera una distinción entre los datos que nos muestra la foto, con la historia que formamos a la par de ver la imagen”. Este problema en particular, aclaró que “es hijo de la forma en la que está redactado”. La Corte Europea de Justicia heredó los problemas de la protección de datos sin generarlos ellos mismos. “Ya que el problema de fondo es pensar que la libertad de expresión es tema de periodistas, ya que se les da protección a este grupo de personas profesionales que se ocupan de la información”, expresó. Esto es una idea muy elitista de la democracia donde unos pocos tienen un derecho absoluto sobre otros, sin embargo, explicó que “si uno tiene otra concepción de la democracia, donde se debe proteger la conversación ciudadana, la regulación no debería estar sólo dentro del mundo periodístico”.

Asimismo, aludió a que un periodismo ciudadano se sitúa con el ataque de las Torres Gemelas en el que gran parte del archivo fue gracias a ciudadanos/as comunes. “Estamos viendo, en los últimos años, como los ciudadanos a pie, toman un papel más importante, gracias además a las redes sociales, que permiten la comunicación con los periodistas”, postuló.

Como conclusión, hizo hincapié nuevamente en el derecho a expresarse y como avanza la economía también se desarrolla la información a la que los/as ciudadanos/as se ven expuestos/as y formulan sus pensamientos.