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Año XII - Edición 224 19 de diciembre de 2013

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Problema indígena. Abordaje socio-jurídico e histórico

  • Notas

La Facultad de Derecho recibió la visita del Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, el pasado 19 de noviembre, en ocasión de participar junto a Nayla Domínguez y Silvia Angélica Giurlani de una jornada organizada por el Departamento de Ciencias Sociales que consistió en analizar el problema indígena desde un abordaje socio-jurídico e histórico. La actividad fue coordinada por el profesor Ricardo Rabinovich-Berkman.

Nayla Domínguez, docente de Historia del Derecho, fue la primera en tomar la palabra para explicar cómo fue tratado el derecho indígena a partir de la conquista de América. “Las comunidades indígenas estaban en distintos estados de evolución, pero todas tenían sus sistemas jurídicos”, explicó. En ese sentido, afirmó que si bien no hay documentos de estos derechos previos a la conquista, los españoles notaron que los indígenas tenían un sistema jurídico y a partir de este momento sí existe documentación. Los indígenas eran pueblos ágrafos, es decir, la escritura no caracterizaba la norma, sino que lo que lo hacía era la fuente: el gobernante. “La Corona comenzó por aplicar a estos territorios el derecho castellano porque consideraban que los habitantes de América eran súbditos de Castilla”, puntualizó. Sin embargo, el vasto y diverso territorio hizo necesario dictar normas específicas para las Indias. La docente explicó que la postura de la Corona fue positiva respecto al derecho indígena, ya que decidió respetar sus usos y costumbres siempre que no contradijeran al derecho medieval. La Corona no intentó imponer el derecho castellano, sino amalgamarlo con el derecho indígena. Esta normativa se denominó “derecho indiano” y, según la expositora, está impregnado de la religión católica. Por ora parte, se trata de un derecho consuetudinario y fuertemente localista. Por otra parte, destacó que en el año 1680 se realizó una recopilación de Leyes de Indias, ya que había demasiadas normas y estas se contradecían entre sí. En el derecho indiano la costumbre ocupó el segundo lugar después de la propia recopilación, incluso antes de las Leyes de Castilla.

Por último, dijo que hubo un alto grado de transculturización y que el indígena no tuvo opción de elegir respecto a la aplicación del derecho castellano.

Posteriormente, Silvia Angélica Giurlani, docente de Historia del Derecho, se refirió a ciertas doctrinas que influyeron en la legislación recopilada indiana. Estas doctrinas tuvieron que ver con la condición indígena, con la guerra justa y con los títulos que invocaba la Corona. La disertante explicó que estas posturas formaron a legisladores y a gobernantes, e influyeron en el derecho y la ciencia política posturas. “Estas ideas pertenecían a los integrantes de la escolástica española, integrada por teólogos y juristas imbuidos por la filosofía de Santo Tomás”, indicó. Así, mencionó que dentro de estos juristas se destaca Bartolomé de las Casas, quien escribió sobre la igualdad y libertad de los indígenas basándose en la dignidad de la naturaleza humana, derivada de la Creación. Otros juristas, como Francisco Suárez, consideraban que no se les podía exigir a los indígenas cambiar de religión. También estaban quienes creían que los indios eran “naturalmente siervos, bárbaros, incultos e inhumanos” como, por ejemplo, Juan Ginés de Sepúlveda, que justificaban la guerra a los indígenas y su esclavitud. “El buen tratamiento a los indios y su conversión eran importantes para justificar la conquista”, explicó Giurlani. Por otra parte, se refirió a los distintos estatus jurídicos que podían tener los indios: existía una diferencia entre el indio sometido y el indio no sometido, ya que el primero era aquel que dependía jurídicamente de españoles y se ajustaba a sus leyes. Dentro de los no sometidos, estaban aquellos totalmente no sometidos, independientes que se regían por sus propias leyes y costumbres. También estaban los sometidos parcialmente: aquellos que tenían algún vínculo con los españoles y que se relacionaban con ellos mediante tratados.

Finalmente, Adolfo Pérez Esquivel inició su exposición planteando que el problema pasa ahora por la dominación “cultural”. Para Pérez Esquivel no se puede hablar en este continente de una cultura sino de la diversidad cultural. Como ejemplo de esta diversidad, se refirió a la organización del Congreso de las Lenguas, donde participaron muchos pueblos originarios, y que buscaba revitalizar la cultura de estos pueblos. “Vemos muchos dirigentes que siguen con la mentalidad colonial, siguen siendo esclavos”, sostuvo. En cuanto a los territorios de los pueblos originarios afirmó que hay que cuestionarse por qué no se consulta a los indios respecto a las problemáticas. En el caso de los Qom, “hay una convivencia del poder político de la provincia de Formosa con la justicia”. Por otra parte, recalcó que en muchos países pareciera que los indígenas aún no son ciudadanos en plena democracia. Otra problemática tiene que ver con la devastación que realizan las empresas multinacionales, responsables de, por ejemplo, la megaminería a cielo abierto. Asimismo, se refirió a un reclamo en la Provincia de Misiones, donde se exige una consulta popular sobre la instalación de una represa, pero el Gobernador de Misiones no concede tal petición. En ese sentido, subrayó que la devastación que realizan las empresas constituye “un desprecio por nuestras culturas”. Finalmente, llamó a replantearse si somos un país democrático, aunque reconoció que los indígenas sufren abusos en gran parte del continente.

El Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, subrayó que la devastación que realizan las empresas constituye un desprecio por nuestras culturas.