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Año XV - Edición 269 30 de junio de 2016

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Presentación del Tratado de Derecho Constitucional

  • Notas

El pasado 6 de junio en el Salón Azul, Horacio Rosatti presentó el Tratado de Derecho Constitucional de Miguel A. Ekmekdjian actualizado por Pablo L. Manili.

En primer término, Rosatti manifestó que tanto de la dedicatoria y el prólogo de su primera edición como del epílogo de su último tomo, el tomo V, se permite reconstruir algunos aspectos que vinculan al autor con la obra. “Esta es una obra que fue escrita por su autor en circunstancias muy especiales, y seguramente muy dramáticas sobre el final de la misma. Conforme lo dice el propio Miguel Ekmekdjian, él comenzó a escribir su tratado a partir de las recomendaciones y el aliento de sus amigos, una vez que había publicado su manual”. Luego, enfatizó: “Es una obra que ha sido escrita con erudición pero también con pasión. El propio Ekmekdjian nos dice en su prólogo del primer tomo en su primera edición, que no se espere de él una obra aséptica o neutra, sino una obra fuertemente comprometida y este compromiso se recorre a lo largo de los cinco tomos del tratado, es perceptible”. Asimismo, explicó que los tomos sucesivos –II, III, IV y V– que se publican y se editan con posterioridad a la reforma de la Constitución Nacional de 1994, tratan los temas modificados y también remiten, ampliándolas, a algunas de las cuestiones tratadas en los primeros dos tomos.

“Estamos en presencia de un auténtico tratado aunque su estructura, sea la estructura típica de aquellos que hacen exégesis del texto constitucional, porque en el decurso de los tomos se va de modo cronológico, desde el preámbulo se recorren los distintos artículos y se llega finalmente a las disposiciones transitorias. No obstante, esta metodología que puede, en principio, parecer incompatible con la de un tratado, es fuertemente compatible. Ekmekdjian la hace fuertemente compatible porque el análisis de cada uno de los artículos no se limita a la exégesis, a la descripción de la legislación complementaria y la jurisprudencia correspondiente, sino que hay un análisis profundo de las instituciones que los artículos, o un grupo de ellos, congrega”, desarrolló.

Por otro lado indicó que Ekmekdjian preveía ya en el prólogo de su tomo I que su obra debería ser actualizada con el tiempo, “él preveía la publicación de apéndices que pusieran al día su obra a medida que se fuera modificando la legislación, ampliando la doctrina y la jurisprudencia (…) y esa necesidad de actualización ha venido a ser cubierta por el doctor Pablo Manili, de una manera impecable, porque emprolija aspectos formales pero no interfiere en lo absoluto con el pensamiento del autor” y agregó: “Lo que hace Pablo no es solamente poner en valor la obra sino algo que tanto se le reclama a los actualizadores, que no mezclen sus propias ideas con las del autor que están actualizando y yo creo que en esto la tarea de Pablo ha sido excelente”.

“Lo que hace Pablo no es solamente poner en valor la obra sino algo que tanto se le reclama a los actualizadores, que no mezclen sus propias ideas con las del autor que están actualizando y yo creo que en esto la tarea de Pablo ha sido excelente”, declaró Horacio Rosatti.