Presentación del Manual de Derecho Penal hebreo
El 23 de junio pasado el Departamento de Ciencias Sociales organizó en el Salón Azul la presentación del Manual de Derecho Penal Hebreo, de Martín Schwab. La actividad contó con la presentación del Rabino Gabriel Minkowickz, profesor de Sociología del Derecho, y Ricardo Rabinovich-Berkman, profesor de historia del Derecho. Lydia Garchtrom coordinó el evento.
Ricardo Rabinovich-Berkman expresó que no hay dudas de que el judaísmo es siempre historia. “Quien se haya acercado al judaísmo, lo primero que se ha impactado en ver es la presencia de la tradición”. La tradición judía no busca necesariamente respuesta al porque, sino que busca vivirla. La tradición es historia porque sin pasado no hay tradición. Seguidamente, hizo mención a la tesis, la cual ha sido realizada con enorme esfuerzo y dedicación. “Martín no es ciertamente judío ni desciende de judíos, el se ha acercado fundamentalmente al judaísmo a través de su religión cristiana, y se acercó científicamente y afectivamente al Derecho Hebreo”, manifestó. Así, evocó que si no existe un factor de amor por lo que uno investiga, normalmente, las tesis están destinadas a capotar. Asimismo, expresó que el libro de Schwab viene a ocupar un lugar que ningún otro estaba ocupando, no solo a nivel latinoamericano, sino también a nivel mundial.
Concluyó que no hay ningún prejuicio que resista al conocimiento del otro, debido a que cuando uno apenas conoce al otro, los prejuicios por fuertemente arraigados que estuvieran se desmoronan y desaparecen. “Debemos construir una cultura que nos permita vivir en la diferencia, no estar tan obsesionados con la unidad, con la uniformidad y con pensar lo mismo. Hay que vivir la maravilla de ser distintos y coexistir en la diferencia”, finalizó.
A su turno, el Rabino Gabriel Minkowickz explicó que el pueblo judío fue expandiéndose en toda la cuenca del Mediterráneo y luego fueron ingresando cada vez más hacia el centro y oriente de Europa, de modo tal de llegar al mundo occidental. “El judaísmo en verdad no es una cultura ni una fe occidental, sino que tiene su origen oriental. Pero al igual que el judaísmo, el cristianismo tiene un origen medio-oriental y llega a Europa de manos del Imperio Romano, y se convierte en una religión del mundo occidental”, recordó. Indicó que ambas culturas, en lo que era el mundo occidental de entonces, fueron generando sus propios criterios y valores, y la ley tiene por sentido normar la conducta individual social en base a determinados valores. En este sentido, el valor jurídico protegido y tutelado principalmente por el Derecho Penal es la vida, y es justamente uno de los pilares del pueblo judío. De este modo, exteriorizó que tanto la ley como la enseñanza tienen un objetivo en común: tratan de lograr la belleza de la persona humana, es decir, el refinamiento de la conducta y el pensamiento humano. Así, reseñó que el judaísmo aportó el concepto de ley, para que luego con el paso del tiempo el catolicismo lo reafirmara con un sentido más estricto y, de este modo, acuñe el principio del dogma. Diferenció la ley del dogma, debido a que el judaísmo no es dogmático, ya que a ningún judío se le puede pedir que acepte de primeras lo que el otro le está diciendo. Finalmente, expresó que más allá de la religión, todos compartimos un origen común.
Por último, el autor del libro, Martín Schwab,relató que hace 20 años atrás tuvo un encuentro con el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, que lo transformó: “Me llevó a amar el judaísmo, porque mi maestro fue, es y será judío”. Seguidamente, indicó que antes de elegir su tesis, empezó a investigar si alguien había escrito algo del tema. “Lo que yo quería era recopilar y detectar todas las normas, principios y conceptos de Derecho Penal y Procesal Penal a lo largo de los primeros cinco libros del Pentateuco, y luego del Talmud Babilónico”, señaló. Así, entendió que los cristianos tienen una herencia que está en el Pentateuco y en el Talmud, por lo tanto, el cristianismo no se entiende sin el judaísmo. “Mi manual está escrito lo más sencillo posible, traté de llevar lo complicado a lo sencillo. Mi manual es un pequeño aporte y la idea es que se siga explorando el tema”, concluyó.
“Debemos construir una cultura que nos permita vivir en la diferencia, no estar tan obsesionados con la unidad, con la uniformidad y con pensar lo mismo. Hay que vivir la maravilla de ser distintos y coexistir en la diferencia”, evocó el profesor Ricardo Rabinovich-Berkman.