Presentación del libro “Las fronteras del cuidado. Agenda, derechos e infraestructura”
En el marco del Seminario Permanente "Derechos Sociales y Políticas Públicas", el 5 de agosto se realizó en el SUM del Instituto “Ambrosio L. Gioja” la presentación del libro Las fronteras del cuidado. Agenda, derechos e infraestructura. El panel estuvo integrado por Cecilia Grosman (CONICET, Instituto “Ambrosio L. Gioja”), Corina Rodríguez Enríquez (CONICET, CIEPP), Sebastián Waisgrais (UNICEF, ONU) y Natacha Borgeaud-Garciandía.
Laura Pautassi, directora del seminario, dio comienzo al evento comentando que la obra surgió de la iniciativa del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género. Se trata de un trabajo vinculado a la economía del cuidado, al trabajo productivo de las mujeres, pensado para poder instalar en la agenda pública los derechos fundamentales de las mujeres y adultos mayores. La convocatoria para el libro fue amplia y se buscó plantear tanto experiencias de trabajo sobre la construcción de una agenda del cuidado como también los debates teóricos conceptuales. De esta manera, veinte autores y autoras han aportado sus trabajos.
A continuación, Corina Rodríguez Enríquez afirmó que “este libro es un nuevo hito en el camino que estamos construyendo colectivamente, en los trabajos en torno a la cuestión del cuidado en Argentina y en la región (…) Es un hito que permite sintetizar el estado de situación en lo que hemos avanzado y también ponernos claramente frente a las cuestiones que todavía nos quedan por avanzar”. El libro muestra los avances logrados, por ejemplo, al producir conocimiento sobre el tema. A nivel regional, se ha avanzado en la paulatina incorporación de la cuestión en la agenda de discusión de políticas públicas. Algunos países pioneramente han avanzado en el comienzo de un diseño de sistemas nacionales de cuidado. Otros países, de manera más fragmentada han avanzado en la ampliación de la oferta de servicios de cuidado, sobre todo en lo que tiene que ver con el cuidado de niños y niñas. En muchos casos se ha avanzado en la mejora y fortalecimiento de la normativa protectora de las trabajadoras y trabajadores remunerados del cuidado. Pero a pesar de todos estos avances, también queda muy claro la necesidad de seguir trabajando en este camino ya que, por un lado, la cuestión del cuidado y la forma en que la provisión y distribución del mismo está socialmente organizada por lo que es un nudo clave de la desigualdad. Por otro lado, existe la sensación de que los avances obtenidos son limitados y sesgados por carecer de una mirada más integral sobre la cuestión. Existe todavía una visión muy maternalista del cuidado y se deja de lado que el trabajo de cuidado no remunerado que ejercen las mujeres tiene una función y un valor económico.
Por su parte, Cecilia Grosman abordó la temática del cuidado del adulto mayor, cuestión que preocupa a los distintos países y que surge sencillamente de un problema demográfico ya que cada vez es menor la tasa de fecundidad y, al mismo tiempo, se acrecienta la esperanza de vida. En primer lugar, Grosman se refirió al término “adulto mayor” con el cual se trata de hacer desaparecer los términos de “anciano” y “viejo” que, de alguna manera, representan una imagen de debilidad o minusvalía. En esta investigación la idea central es cómo afirmar los derechos fundamentales estos adultos y una de las propuestas es examinar el modelo legal y su grado de eficacia y efectividad. De esta manera, se busca reforzar el texto legal y ampliar las medidas de acción positiva. Mencionó también que el derecho al cuidado del adulto mayor está relacionado con esta idea del envejecimiento activo, definido por la Organización Mundial de la Salud como el proceso donde se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez. Desde esta óptica, se pone especial atención en la responsabilidad de la sociedad para prolongar el espacio de vida activa de la persona para que pueda participar con plenos derechos en la vida social. Finalmente, Grosman tomó tres aspectos esenciales de los derechos de la persona mayor: la salud, el trabajo y la educación y vida social.
Seguidamente, Natacha Borgeaud-Garciandía se refirió al trabajo de las cuidadoras remuneradas, en particular aquéllas dedicadas al cuidado personas mayores que requieren atención constante. De esta manera, dividió su estudio en dos grandes ejes. Por un lado, las características generales de la situación analizada: la relación entre migración y empleo de cuidadora, la invisibilidad social del empleo y de la trabajadora y la sensación de encierro que genera la dependencia y la responsabilidad constante. En el segundo eje, a partir del relato de las cuidadoras, se trata de penetrar los pliegues de la cotidianeidad del trabajo, del enfrentamiento íntimo y sostenido con el otro y las respuestas que genera hacia la persona cuidada y la cuidadora.
Finalmente, Sebastián Waisgrais mencionó la regularidad, a lo largo de los capítulos, sobre que la resolución de los temas de cuidado tienen más que ver con hechos individuales, segmentados, muy estratificados y muy dependientes de las condiciones de los hogares, de los condicionantes de los ingresos, lo cual trae aparejado un notable problema de equidad. Aquí entra a jugar la protección social, en el sentido de poder transformar las dinámicas de género, sociales y económicas. Pero la realidad es que estos objetivos todavía aparecen como muy secundarios, no van más allá de hacer a las mujeres beneficiarias de algunos programas.
“Este libro es un nuevo hito en el camino que estamos construyendo colectivamente, en los trabajos en torno a la cuestión del cuidado en Argentina y en la región (…)”, afirmó Corina Rodríguez Enríquez.