Presentación del libro “La responsabilidad penal del padre obstaculizador” de Graciela Manonellas

Presentación del libro “La responsabilidad penal del padre obstaculizador” de Graciela Manonellas

Esta obra, que lleva como subtítulo Ley 24.270. Síndrome de alienación parental, fue presentada el 10 de abril...

Eugenio Zaffaroni, Graciela Manonellas y Norberto Espolansky

Cotidianamente, los conflictos de familia traen al ámbito jurídico situaciones cada vez más complejas que colocan a los profesionales del derecho en situaciones de perplejidad obligándolos a recurrir e interactuar con materias poco habituales, como la psicología, la sociología y la asistencia social, entre otras. Atenta a este contexto, la abogada Graciela Manonellas acaba de publicar el libro “La responsabilidad penal del padre obstaculizador”,a través del cual expone los hechos de los que casi nadie desea hacerse cargo. Esta obra, que lleva como subtítulo Ley 24.270. Síndrome de alienación parental, fue presentada el 10 de abril en el Aula Magna de nuestra Facultad y contó con los comentarios de los Dres. Eugenio Zaffaroni y Norberto Spolansky.

El primero en hacer uso de la palabra fue el Dr. Zaffaroni, que fue a su vez quien prologó el libro. De la autora, destacó ante todo la seriedad, profundidad y sobriedad con que encara el tema tratado que, sin dudas, excede lo jurídico. También resaltó la valentía con que la escritora se hace cargo de una conflictividad existente y latente en nuestra sociedad, que afecta a muchas personas y que abarca conductas erradas, patológicas, pero siempre complejas. “El problema —sostuvo Zaffaroni— se acentúa cuando la conflictividad es tan fuerte, que no sólo involucra a quienes están inmersos en el conflicto, sino también cuando entran a funcionar errores de conducta o patológicos de los funcionarios intervinientes”.

“Yo soy cada día un penalista más viejo y veo cada vez más las limitaciones que tiene el poder punitivo” —continuó. En ese sentido, aseguró que el solo recurso de la punibilidad no puede resolver absolutamente nada. El actual Ministro de la Corte aclaró que la utilidad de la ley sólo podrá ser efectiva en tanto aliente otras medidas previas que contengan la llegada a la instancia de la intervención punitiva.

Del tema específico de la presentación, volvió a hacer hincapié en la enorme complejidad del fenómeno. “Hay casos muy claros y severos, pero hay otros muy sutiles; de modo que no se puede pensar en una solución única” —agregó. El camino que hace falta recorrer, antes de llegar a las medidas punitivas, es “complejizar también la norma, generando múltiples soluciones alternativas”.

Concluyendo, Zaffaroni explicó que hoy por hoy el fuero penal es un cuerpo no especializado y, por ende, no puede inmiscuirse en la particularidad de los conflictos. Ello demuestra cómo la intervención punitiva es “la triste demostración del fracaso”. Muy distinto es lo que puede suceder en el ámbito del derecho de familia, donde parece haber mayores perspectivas y maneras de abordar los problemas.

Seguidamente, el Dr. Spolansky esbozó brevemente sus felicitaciones para la autora: “Es uno de los mejores trabajos que he leído”. Luego destacó la gran recopilación de información sobre el tema, “que abunda pero está muy bien sistematizada”, de un modo que se vuelve sumamente claro para el lector. Recomendó el libro por su enorme utilidad, tanto para jueces como para abogados.

La misma Graciela Manonellas, dio cierre a la presentación de su obra con algunos agradecimientos. Comentó que hace unos años le tocaron casos con clientes en donde, como abogada, ella se sentía impotente y no tenía ningún material a disposición para consultar. Aclaró que se debe diferenciar este tema de lo que hace a los regímenes de visita. “Esto es totalmente distinto” —indicó—: “acá lo que hay son dos padres con separación de hecho o legal, donde uno de ellos, afectado por una problemática psicológica importante, lo que hace es obstruir el vínculo familiar haciendo un ‘lavado de cerebro’ a la criatura en contra del otro progenitor”. Si bien la autora no se mostró muy conforme con la ley penal que actualmente regula el tema, sostuvo que “es lo que tenemos” y explicitó que el camino correcto a seguir es que el juez penal, dentro de su esfera, debe simplemente tomar una medida urgente y derivar el caso a los jueces civiles.