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Año XV - Edición 264 21 de abril de 2016

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Presentación del libro La Corte Suprema de Justicia - El nuevo proceso constitucional de Juan Vicente Sola

  • Notas

El pasado 5 de abril tuvo lugar en el Salón Azul la presentación del libro La Corte Suprema de Justicia – El nuevo proceso constitucional de Juan Vicente Sola. El evento fue organizado conjuntamente por el Centro de Derecho y Economía y la Cátedra de Elementos de Derecho Constitucional del profesor Juan Vicente Sola.

José Claudio Escribano consideró que el eje del libro es reflejar el papel que ha cumplido la Corte Suprema como un agente con espíritu contemporáneo al de su época, a fin de interpretar y proteger a la sociedad en la preservación del pacto de convivencia eficiente. Además, afirmó: “Espero que la Corte Suprema nunca se abstenga de abrir cuestiones sobre la estratégica libertad de prensa con el argumento de que carecen de importancia pese a su naturaleza federal”. Resaltó que sobran experiencias de que la independencia de la justicia y la libertad de prensa son valores irrenunciables para la misión de nuestra organización constitucional, que es democrática y republicana.

Luego, Ricardo Lorenzetti, Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, destacó que el texto “representa muy bien varios de los temas que nosotros hemos trabajado en estos años en la Corte Suprema y varias de las discusiones que hemos tenido desde el comienzo de la actividad”. Mencionó que en el comienzo del libro hay una afirmación trascendente, la idea de Ulises. “Ulises se ató para no caer en las tentaciones. El libro comienza con esa mención y la aplica al modelo constitucional. La Constitución es un modo en que las sociedades se atan para no caer en las tentaciones”, remarcó. Lorenzetti remarcó que en la historia de nuestro país nos hemos desatado con demasiada frecuencia y caído en las tentaciones. “Esta revalorización de la Constitución como mecanismo de precompromiso, alrededor de una serie de valores en los cuales los argentinos estamos unidos y que forman nuestro modo de entender la sociedad, es muy importante”, remarcó. Este ha sido uno de los aspectos centrales por los que se dice que hay lineamentos básicos “de los cuales no nos podemos apartar, así vengan urgencias económicas o de otro tipo”. Otra afirmación trascendente, compartida en varios fallos de la Corte Suprema, es que la Constitución es también un cuerpo de normas abiertas y cláusulas generales. “Sola hace un análisis muy minucioso (…) No son reglas, sino más bien principios. Esto permite la adaptabilidad diacrónica y sincrónica, es decir, adaptabilidad a los tiempos históricos y a los cambios que se van produciendo. Pero para que esta adaptabilidad se produzca se necesita alguien que interprete la Constitución y por eso el libro trata fundamentalmente del rol de la Corte Suprema como estructura de gobierno de la Constitución”, remarcó. Asimismo, señaló que Sola rescata la idea de Sarmiento, quien fue uno de los primeros en hablar en nuestro país del control de constitucionalidad. Una tercera afirmación es que este juicio específico varía de generación en generación, siendo la Corte Suprema un agente de la generación. “Es un agente que tiene que interpretar la Constitución de acuerdo a lo que esa generación -y hoy se piensa también en las generaciones futuras- necesita”, subrayó. El orador explicó que el libro señala que este rol de la Corte Suprema como agente de una generación “no lo puede hacer solo, lo tiene que hacer mediante un juicio democrático”. En este sentido, mencionó que el libro trata muchas de las modificaciones que se han hecho en estos años, para incorporar audiencias públicas, la idea de los amigos del tribunal, escuchar opiniones técnicas y científicas de distintas universidades. “Cuando hay casos de gran relevancia en los cuales la Corte tiene que cumplir esta función, es muy importante entender que esto debe surgir de una deliberación. El consenso surge luego del disenso”, resaltó.

A su turno, Juan Vicente Sola expresó los correspondientes agradecimientos. Entre otras cuestiones, mencionó que el sistema del control judicial no requiere valentía personal. “No hay que ser valiente para vivir en una sociedad democrática, no hay que sufrir en la defensa de sus derechos, simplemente uno utiliza el control judicial donde se permite el debate de ideas”, dijo. Asimismo, el orador indicó que la Constitución permite, dentro de todo, un sistema de bajos costos de transacción para el cumplimiento de nuestras ilusiones, nuestra vida y nuestros intereses. Ulteriormente, el orador manifestó que la distinción entre derecho público y privado no existe en la Constitución. “Temas clásicos como acciones privadas, contratos, propiedad, organización familiar, son temas de debate constitucional y me parece muy saludable que la Corte empiece a considerar estos temas, no solamente los temas tradicionales del derecho público”, adicionó.