Presentación del libro Tomi, Budapest 1944
El 23 de abril se presentó el libro Tomi, Budapest 1944, de Tomás Kertesz, sobreviviente del Holocausto, salvado por Raoul Wallenberg en 1944. La actividad estuvo organizada por la Cátedra Libre de Holocausto, Genocidios y Lucha contra la discriminación de la Facultad, a cargo del profesor Roberto Malkassian, la Fundación Raoul Wallenberg y Generaciones de la Shoá.
Del evento participaron: Tomás Kertesz, autor de la obra; Gustavo Jalife, representante de la Fundación Raoul Wallenberg; Diana Wang, psicóloga; Jonathan Karszenbaum, director ejecutivo del Museo del Holocausto; y Natalí Ini, compiladora del libro.
Jonathan Karszenbaum destacó el valor de la experiencia de Tomi. “Uno nunca sabe por qué los sobrevivientes sobreviven y creo que esa pregunta es siempre tramposa porque no siempre tiene que haber una explicación en un contexto de tanta incertidumbre y crueldad deliberada por parte de los nazis, pero uno también puede pensar que hay ciertas actitudes o ciertas opciones que han ayudado a la supervivencia”, sostuvo. Además, reconoció que el libro da cuenta de sus gestos solidarios de forma solapada: “No es una ayuda que aparece como un acto de heroísmo o de altruismo sin sacrificarse un poco para darle una mano al otro”.
Por su parte, Diana Wang se preguntó por la singularidad del genocidio: “Hay una situación traumática diferente cuando uno ha vivido y ha sobrevivido a un hecho genocida que cuando uno ha vivido y ha sobrevivido un ataque individual. El ataque colectivo generalmente estatal o paraestatal que implica un hecho genocida fragmenta la confianza básica que todos tenemos de que el Estado nos va a cuidar”.
Tomás Kertesz, autor del libro, manifestó la intención que motivó la publicación del libro. “Quería que mis hijos supieran más detalladamente (…). Por mucho tiempo dejé de hablar (…). Es muy importante no generalizar, no decir que los tal y tal son malos y los otros son buenos. No hay que discriminar, que sepan reconocer a la gente buena y sepan ayudar. En el libro dice que yo no tengo rencor, dice que no todos los húngaros son malos”, planteó.
Gustavo Jalife agradeció al profesor Malkassian por la invitación y a Tomi por su participación activa en la fundación. “Siempre nos acompañó en cada recordatorio de Wallenberg (…). Entre todos hicieron posible que la fundación que se dedica a promover el recuerdo, las acciones de quienes fueron solidarios con el prójimo en apuros, hicieron posible que la fundación tejiera a lo largo del tiempo una red de acontecimiento y de eventos que son los que hoy le dan forma”, aseguró.
Natalí Ini comentó cómo fue el proceso de elaboración del libro: “Llegué a Tomi gracias a mi tía (…). Ella me contó que Tomi quería escribir su historia, sembró en mi desde muy chica la curiosidad por estos temas, por estas historias y por la importancia de que queden escritas y registradas. “Nos encontrábamos quincenalmente a charlar con Tomi. Al principio era un montón de información, algunos olvidos y de a poco las entrevistas fueron más estructuradas, mis dudas eran más puntuales y ahí pude empezar a escribir (…). Para mí fue un privilegio escuchar a un señor de 80 años contarme cosas de cuando él tenía catorce o quince, cómo había lugar para las travesuras incluso en los momentos más difíciles”, concluyó.
"Uno nunca sabe porque los sobrevivientes sobreviven y creo que esa pregunta es siempre tramposa porque no siempre tiene que haber una explicación en un contexto de tanta incertidumbre y crueldad deliberada por parte de los nazis, pero uno también puede pensar que hay ciertas actitudes o ciertas opciones que han ayudado a la supervivencia”, sostuvo Jonathan Karszenbaum.