Presentación del libro Sistema maestro de responsabilidad civil, de Leandro Vergara
Ricardo Rabinovich-Berkman, Gustavo Ferreyra, Leandro Vergara, Alberto J. Bueres, Fernando Sagarna y María José Vera
Ricardo Rabinovich-Berkman, Gustavo Ferreyra, Leandro Vergara, Alberto J. Bueres, Fernando Sagarna y María José Vera
Ricardo Rabinovich-Berkman, Gustavo Ferreyra, Leandro Vergara, Alberto J. Bueres, Fernando Sagarna y María José Vera
Ricardo Rabinovich-Berkman, Gustavo Ferreyra, Leandro Vergara, Alberto J. Bueres, Fernando Sagarna y María José Vera
Organizada por el Departamento de Ciencias Sociales y el Departamento de Posgrado, el 5 de julio en el Salón Azul de la Facultad se llevó a cabo la presentación del libro Sistema maestro de responsabilidad civil, de Leandro Vergara. En calidad de comentaristas, participaron el decano Alberto J. Bueres y los profesores Ricardo Rabinovich-Berkman, Gustavo Ferreyra y Fernando Sagarna. La coordinación de la actividad estuvo a cargo de María José Vera.
Alberto J. Bueres destacó que la obra evidencia “un profundo trabajo con ideas propias de la dogmática y aún de la filosofía”. Y se dedicó a comentar brevemente el desarrollo de la misma: “Comienza con un capítulo introductorio sobre la evolución de la responsabilidad civil que divide en tres etapas. Luego, el autor se ocupa de los presupuestos de la responsabilidad civil, poniendo particular énfasis en el presupuesto de antijuricidad o ilicitud objetiva, en el daño, naturalmente y en la relación causa-efecto. Y concluye con un capítulo referido al desarrollo de los derechos”.
A su turno, Fernando Sagarna remarcó que el libro “es una obra merecida para la biblioteca de la responsabilidad civil, pero también para la filosofía del derecho, no estamos acostumbrados a leer este tipo de obras por lo menos en nuestra materia de Derecho de Daños”. Luego realizó un análisis minucioso de cada capítulo del libro. “En la introducción y en su primer capítulo estudia la evolución de la responsabilidad civil en tres etapas. La primera está signada por la culpa, la culpa en todo, la culpa en todas partes. Aun en los factores objetivos porque la culpa, como bien dijo alguien, la echamos por la puerta y se termina metiendo por la ventana. La culpa atraviesa, llena espacios”, sostuvo.
Seguidamente, Ricardo Rabinovich-Berkman reconoció quehubo dos aspectos del libro en cuestión que lo llevaron a la reflexión. En primer lugar, el abordaje desde un punto de vista amplio: “Ese trabajo que hace de acercarse a la cuestión de la responsabilidad no desde un punto de vista de articulados de códigos sino desde un punto de vista de la naturaleza antropológica de la responsabilidad”. En segundo lugar, enfatizó “el abordaje de ideas tan predominantes en este momento Robert Alexy, la idea de la ponderación, la idea del peso. Estas teorías que tienen hoy en día tanta vigencia en una civilización, en un momento de nuestra cultura en que se nos ha hecho imperioso creer que somos racionales”.
Gustavo Ferreyra reconoció que el autor “logra con objetividad esta traza, desmenuza en seis fragmentos interesantísimos las cuestiones centrales que se relacionan con la resarcibilidad del daño y la entidad dañosa hasta una discusión enorme que genera en muchas páginas del libro respecto de la existencia o inexistencia del daño punitivo”. Y agregó que “el trabajo de Leandro se inscribe en lo mejor de nuestra manualística, deja de lado la erudición de la tratadística para ir directamente a desmenuzar cada uno de los puntos que el plantea en los seis fragmentos en los que ha dividido su obra”.
A su término, Leandro Vergara manifestó las intenciones que promovieron la obra presentada:“Mi preocupación es contar con este punto de partida, con un sistema maestro, de allí el título de la obra. Intento, intenté y seguiré intentando utilizar teorías y prácticas que se correspondan con un determinado sistema discursivo, evitando con ello, el contrabando teórico”. Para finalizar, citó a Luigi Ferrajoli y añadió que aspira a evitar “que se pretenda resolver un conflicto confundiendo los distintos universos teóricos discursivos”.
En ese sentido, afirmó que “toda argumentación, idea o clasificación, tiene en su seno una aspiración didáctica ciertamente utilitaria. Solo sirve si da cumplimiento a sus fines didáctico pedagógicos”.