Presentación del libro Nuevo diccionario de estudios de género y feminismo
El pasado 16 de noviembre se presentó el libro Nuevo diccionario de estudios de género y feminismo, coordinado por Susana Gamba y Tania Diz.
Participaron de la actividad junto a las coordinadoras, Dora Barrancos, Diana Maffia, Laura Pautassi, Susana Chiarotti, María José Lubertino, Liliana Hendel y Pate Palero.
En primer lugar, María José Lubertino planteó que “esta es una actividad que estamos organizando en conjunto la Red de Profesoras de la Facultad de Derecho de la UBA, que somos una red muy activa y feminista que viene trabajando en articulación con todos los espacios de género de toda la universidad”. Y añadió que “para nosotras es sumamente importante dar este espacio y esta bienvenida a este Diccionario de Estudios de Género y Feminismos, porque le damos una relevancia académica y entendemos que va a ser de gran utilidad e importancia en el desarrollo de los temas que se tratan en esta Facultad y en la Universidad en general”.
A continuación, Liliana Hendel leyó un mensaje enviado por el Programa Género y Derecho de la Facultad: “Este trabajo reúne las voces de colegas de diferentes espacios, trayectorias, disciplinas y generaciones que colectivamente se propusieron una tarea titánica. La elaboración de un texto de múltiples entradas para proponer definiciones a significantes siempre en disputa. La organización de los feminismos durante décadas en nuestro país, su vinculación estrecha con la Academia y el activismo y la escritura colectiva hicieron posible ese desafío”.
Seguidamente, Susana Gamba, coordinadora de la obra, realizó una serie de agradecimientos. Para comenzar, se refirió a la primera edición del diccionario publicada por la Editorial Biblos en 2007. “Ese diccionario abrió caminos de tierra indudable, pero pasaron muchos años. Sabemos que el feminismo es solo una multiplicación, proliferación no sólo del feminismo militante, sino de las producciones teóricas en los estudios de género. La teoría feminista en estos años ha sido impresionante en sus aportes. Una asignatura pendiente importante era actualizar y sacar un nuevo diccionario”, comentó.
Luego explicó cómo fue el proceso de elaboración del libro. “En ese primer diccionario, Tania estaba como colaboradora. La convoqué y ahora está como coordinadora. La larga cuarentena de comienzos de la pandemia nos impulsó a hacer este trabajo que veníamos postergando”, sostuvo y sumó que “con el múltiple aporte de este trabajo colectivo de las feministas, vimos que no era una actualización, sino un nuevo diccionario que tiene 610 páginas. Y realmente este reúne aportes múltiples, de distintas corrientes de los feminismos que se explicitan, distintas posturas que se expresan libremente”.
Por otro lado, indicó que “reúne tanto de las feministas históricas como de la Academia y también del accionar que van creando teoría a través de sus prácticas militantes feministas de años. También de las distintas identidades que están presentes en este diccionario de distintas provincias, de distintos países. Quisimos hacer una obra bien plural e inclusiva que dé cuenta de los feminismos de hoy”.
Por su parte, Nelly Minyersky sostuvo que “las mujeres tenemos una multiplicidad de acciones, una multiplicidad de utopías”. En ese sentido, planteó que “Susana Gamba y todas las que escribieron, también tenían una utopía. ¿Cómo abrir puertas más fácilmente? ¿Cómo facilitar este conocimiento que es imprescindible? Porque tenemos teoría jurídica feminista, tenemos leyes, tenemos formalmente derechos. ¿Y qué nos falta? Impregnar a toda la sociedad de estos saberes que tenemos, de estos deseos que tenemos”. Tenemos que empoderar a las mujeres, tenemos que derribar el concepto de que los derechos son conocidos por todos o que los saberes son conocidos por todos y cómo los derechos están íntimamente unidos y esta es la virtud de este diccionario”.
En tanto, Susana Chiarotti indicó que su aporte al libro giró en torno al tema de los derechos de las humanas: “Quise reflejar un poco para que no se perdiera el recorrido que se hizo para visibilizar a las humanas en el discurso de los derechos humanos. Que no fue sencillo, que le costó a todo el mundo y donde las latinoamericanas tuvimos un rol importante. Importante y a la vez ignorado, porque incluso cuando ahora se hace la historia de Naciones Unidas, se olvidan la participación de las compañeras de Brasil, de República Dominicana, que exigieron que las mujeres estuvieran en la Carta de Naciones Unidas”.
Alejandra Ciriza explicó el motivo por el que decidió escribir sobre feminismo del sur, feminismos de Abya Yala. “Las feministas del norte se arrogan las citas bibliográficas. Y no es que yo sea celosa de las citas bibliográficas, ni mucho menos, porque en realidad creo que el conocimiento es un producto común. Creo que la mayor parte de nosotras conocemos en la medida en que intercambiamos con nuestras ancestras, de las que muchísimo hemos aprendido y con nuestros colegas y con quienes son nuestras estudiantes transitoriamente. Y después vendrán nuestras maestras. Entonces, tomé la decisión, porque trabajo sobre genealogías feministas y de mujeres, de escribir un artículo sobre feminismos del sur en colaboración, en compañía, en amistad política entre mujeres -algo tan importante en nuestras vidas- con Claudia Korol”.
Más tarde, Soledad Deza recordó cómo llegó a sus manos el primer diccionario y compartió la alegría que le generó colaborar en este nuevo diccionario. “Escribí sobre bioética feminista, traté de poner un poco en cuestión el uso espurio, si se quiere, de la bioética como rama de la ética y del conocimiento, de la ética o de la moral, aplicado a la relación sanitaria por parte de los fundamentalismos religiosos y los neoconservadurismos políticos”, expresó.
Laura Pautassi comentó brevemente su participación en la obra original con un artículo sobre seguridad social. Asimismo, enfatizó que esta nueva versión del diccionario es superadora: “Es precisamente esa ganancia de las nuevas voces que se incorporaron al movimiento y nuevas voces que tanto ellas accedieron al diálogo con las otras generaciones como las viejas generaciones, o con más trayectorias que quizás es más amigable el concepto, han podido establecer ese diálogo”. “Creo que los caminos que se abren son extraordinarios en el sentido de poder confluir en ese diálogo, de poder aceptar y acercar y desafiarnos a todas, todes, entre esta posibilidad de miradas, de superar estas lógicas, de cancelar rápidamente y empezar a pensar si las posiciones de las cuales hablamos son posiciones válidas, porque el mensaje también va a comunicar muy fuertemente en esa dirección transformadora”, concluyó.
Las palabras de cierre estuvieron a cargo de María José Lubertino y Susana Gamba.