Presentación del libro Hacia políticas judiciales de género
En el Salón Azul, el pasado 31 de octubre tuvo lugar la presentación de libro Hacia políticas judiciales de género, coordinado por Paola Bergallo y Aluminé Moreno. El encuentro fue organizado por el Programa de Actualización en Género y Derecho de la UBA.
Con la coordinación de Patricia Gómez (Programa de Actualización en Género y Derecho, UBA), brindaron su aporte Aluminé Moreno (Observatorio de Género en la Justicia de la CABA), Raquel Asensio (Comisión sobre Temáticas de Género, Defensoría Gral. de la Nación) y Paola Bergallo (Escuela de Derecho de la Universidad Torcuato Di Tella, CONICET).
En primer lugar, Aluminé Moreno contó cómo surgió el interés por el tema de la obra que llevó a que comenzaran una investigación y la realizaran. “En los últimos diez años, asistimos a la proliferación de oficinas y de programas que trabajan problemas de género en el sistema de justicia. Por un lado, es un proceso que es tardío respecto de los desarrollos en otros poderes del Estado. Por otro lado, a pesar de ser un proceso que comenzó más tarde, está menos sometido a vaivenes propios de los cambios de autoridades”, desarrolló.
Moreno indicó que les interesó tratar de caracterizar este proceso, de ver cómo son las distintas oficinas y en qué consisten los distintos programas. Además, expresó que partieron de la pregunta de si es posible sostener una agenda feminista desde el Estado y si es posible mantener la potencialidad transformadora de los movimientos sociales una vez que se encuentran con el Estado y se institucionalizan.
En cuanto al contenido del libro, señaló que hay información sobre veintitrés oficinas y aclaró que es un mapa incompleto de todos los programas de género en el sistema de justicia; es una contribución exploratoria. “Sobre todo, el libro trata de una conversación que está en curso sobre los modos en los que se van institucionalizando las políticas de género en el Poder Judicial”, remarcó.
Hacia el final, concluyó: “Los movimientos sociales son los que llenan de contenidos novedosos y necesarios las agendas de trabajo del Estado y solo en la construcción de canales permanentes de interlocución con los movimientos sociales se avanza en la democratización de la justicia que es un desafío pendiente en nuestro país”.
A continuación, Paola Bergallo se enfocó en dos ejercicios que realizaron para la recopilación de datos. “Uno fue un pequeño trabajo de indagación sobre las biografías profesionales de Marcela Rodríguez y Beatriz Cohen, las pioneras en el trabajo de la intersección entre género y derecho localmente”, compartió y expuso que el otro ejercicio fue realizar una revisión de bibliografía.
Asimismo, manifestó que en parte la intención es “mostrarles a las personas más jóvenes que lo que tenemos hoy es un proceso de construcción que lleva tiempo, que como pueden ver en las biografías de estas dos pioneras, está plagado de avances, de retrocesos y de mucha transformación en sus propias experiencias profesionales” y agregó que las dos profesionales “son buenos ejemplos y modelos de rol para transmitir a los profesionales y quienes se interesan por el cruce entre las disciplinas del derecho y las agendas de los géneros.
Con relación a las agendas, indicó que la variedad y la diversidad existen pero tienen niveles de acotamiento. “Lo que muestra una diversidad que vemos como positiva y que enriquece el funcionamiento de estos mecanismos es la variación de los tipos de iniciativa que llevan a cabo estos espacios”, explicó.
A modo de conclusión, sostuvo que hace falta más articulación con la academia y con los espacios de producción de conocimiento del derecho.
Finalmente, Raquel Asensio subrayó que la obra genera aportes originales y valiosos. “Viene en un momento y en un contexto muy oportuno porque ya hace una década de la creación de estos espacios en el sistema de administración de justicia nacional y ya se encuentran ampliamente difundidas las críticas que el feminismo ha hecho al carácter androcéntrico del derecho y los reclamos de los movimientos feministas y LGBTI para que los sistemas de administración de justicia incluyan una perspectiva en su labor”, desarrolló.
Sin embargo, reconoció: “Es poco lo que se ha explorado acerca de una de las estrategias que tiene que ver con la creación de institucionalidad de género dentro del propio sistema de administración de justicia”.
Añadió luego que “poder contar con esta publicación nos da la oportunidad de sentarnos a pensar acerca de esta estrategia que es la que ha ganado mayor campo en la institucionalidad en el sistema de administración de justicia”. En esta línea, puntualizó: “Nos ofrece distintas perspectivas para observar este fenómeno; tiene aportes bibliográficos, descriptivos, reflexivos y aportes conceptuales y teóricos que son herramientas muy útiles para ayudarnos a pensar en qué contexto se inscriben estas agencias de género en el marco del desarrollo del feminismo jurídico”.
Por otra parte, contó que, en general se trabaja de modo articulado pero no siempre significa que se puedan ver retratadas a las otras instituciones y que se pueda ver cuáles son las estrategias, las misiones y las visiones que han emprendido de un modo más amplio y anterior.