Presentación del libro El derecho de defensa en juicio
María Constanza Caeiro, Osvaldo A. Gozaíni, Andrea Mercedes Pérez y Jimena Jatip
El pasado 29 de junio, en el Salón Azul, se realizó la presentación del libro El derecho de defensa en juicio,de la cátedra de Derecho Procesal Civil a cargo del profesor Osvaldo A. Gozaíni. Participaron en calidad de expositores/as: María Constanza Caeiro, Jimena Jatip y Andrea Mercedes Pérez, habiendo dejado su mensaje escrito el profesor Arturo Bianchi. Al final del acto, Osvaldo A. Gozaíni hizo referencia a cuánto significa el trabajar en equipo en esta que, según sus palabras, es la obra número 14 de la cátedra.
En la presentación se mencionó que en este libro el derecho de defensa se trata en perspectiva constitucional, donde las reglas procesales pueden quedar obstruidas cuando se producen, por la técnica aplicada, posibilidades de indefensión.
Precisamente es este el objetivo de la innovación y la renovación de los problemas para explicarlos con claves de actualidad. Vigente el Código Civil y Comercial de la Nación, el derecho procesal ha tenido que variar algunos de sus principios antes intangibles. Es cuanto ocurre con el principio de protección que lidia con la imparcialidad al punto de generar verdaderos conflictos de interpretación.
El punto de vista que trae la capacidad como regla, impacta en el derecho de acceso al proceso con legitimación e interés, porqué tanto niños, niñas y adolescentes encuentran una puerta que se abre al interés superior que se debe tutelar más allá del paternalismo tuitivo.
La representación en juicio, de tradicional empalme con el mandato y la gestión encomendada, tienen un encuadre diverso que priva de actualidad reglamentaria a las excepciones de falta de personería y la acostumbrada falta de acción, al producir ciertas y concretas colisiones entre los códigos procesales y el código de fondo.
Inclusive, se puso de relieve la constitucionalización del acceso a la justicia y la asunción de estándares internacionales que instalan un piso de marcha diferente a la garantía del derecho de defensa, ahora encumbrado a un nivel más alto (debido proceso) que el formalismo de asegurar la defensa con la representación técnica.
El derecho de defensa tiene más importancia que la protección judicial. De ésta se espera la tutela judicial efectiva, pero lo primero es garantizar la igualdad entre las partes, y cuando se trata de eficacia, obviamente hablamos también del derecho a ser oído sin vallas infranqueables ni absurdas limitaciones que, como se dijo, el código civil ha reformulado con una visión totalizadora y con verdadera síntesis de cuanto significa la protección judicial (con independencia e imparcialidad).
Con esta base ideológica, se aclara que el libro no explica los procedimientos reglados para las excepciones ni la técnica dispuesta para la contestación de la demanda. En cada capítulo se resalta el verdadero objeto a proteger: evitar la indefensión; prohibir las presunciones basadas en imaginaciones creadas por el legislador (como la rebeldía o los efectos del silencio por incomparecencia o incontestación). Vale decir, usando el marco reglamentado, se piensan y desarrollan estrategias de la litigación para concretar la bilateralidad estricta y persuadir al juez del derecho a tener un proceso equidistante.
Para el cierre, Osvaldo A. Gozaíni señaló que no era esta la primera obra conjunta del equipo; y agradeció a todos/as quienes han participado y se han esforzado para ello. Interpretó que en libros como éste se deja testimonio del trabajo en equipo, y de lo que significa en la vida universitaria, la integración, cooperación y armonía de un grupo con gran vocación académica.