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Año XIV - Edición 259 19 de noviembre de 2015

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Presentación del libro “El decir jurídico como representación. El Racionalismo Clasicista (Siglos XVII y XVIII)”

  • Notas

El 22 de octubre pasado en el Aula 1 de Extensión Universitaria se llevó a cabo la presentación del libro “El decir jurídico como representación. El Racionalismo Clasicista (Siglos XVII y XVIII)” de Rubén Darío Salas (Doctor en Historia-USAL).

El evento fue coordinado por Sandro Olaza Pallero. Por su parte, el Director del Departamento organizador, Ricardo Rabinovich-Berkman, agradeció el autor del libro y al coordinador. “Estoy convencido de que en toda la historia de esta Facultad no ha habido un momento antes como este, de florecimiento intelectual, de apertura al mundo de nuestra Facultad, de un cambio dramático en la manera de enseñar el derecho, de producción de obras”, expresó. A su turno, Sandro Olaza Pallero presentó al autor. Tras esto, Rubén Darío Salas afirmó generalmente se habla de dos cuestiones dentro del derecho, una del casuismo y otra la del sistema. “Yo viví permanentemente una teoría y la otra, la sistémica, era mencionada pero también castigada. Realmente, en un comienzo no advertía cuál era la razón por la que esto acontecía”, explicó. Al estudiar el tema, el autor indicó que en estos finales del siglo XVII y siglo XVIII advirtió que hay una revolución en el lenguaje. “Primero aparece y se impone un lenguaje escrito y, por otro lado, se produce otro cambio: eso que nosotros pensamos y lo llamamos proposición se entiende que puede verse en eso que llamamos oración. En esa proyección, se desarrolla lo que puede llamar uno la visión del mundo, el paradigma, que solo lo puedo entender en la medida que lea discerniendo, entendiendo”, destacó. En este sentido, si uno no lee entendiendo las formas de expresarse, “no puedo apropiarme del texto”. Posteriormente manifestó que aparece la obra de Friedrich Nietzsche, en la época de 1870-71, El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música. “Interesante es el análisis que hace del origen de la tragedia en Grecia, pero que no la deja en Grecia, sino que la transforma en dos modelos de lo que es la cultura de occidente. Por un lado, el espíritu dionisíaco, vital, orgiástico, desarreglado; y por otro lado, Apolo, el orden, la sabiduría”. Nietzsche sostiene que ese Apolo, el sistema, es a lo que todos aspiramos. “Dirá Nietzsche: ¿puede vivir Dionisos sin Apolo? No, los dos están”.

Posteriormente, Salas indicó que hacia 1660 nace una lingüística cartesiana, al decir de Noam Chomsky. “Esa lingüística cartesiana, que se inspira en Descartes, en ese ser del hombre, del humano, es el que toma una escuela llamada jansenista. El jansenismo es una desviación dentro de la Iglesia de Roma donde la desviación consiste en volver a la iglesia primitiva de San Agustín dejando de lado el aparato burocrático de la Iglesia de Roma”, desarrolló. Pascal es una de las figuras representativas de este movimiento y nace lo que se llama la gramática general y razonada. “Esta segunda palabra es la que importa, que el siglo XVIII llamará filosófica, porque a nadie le importa si la palabra ‘casa’ se escribe de una manera o de otra, sino que lo que le importa es la esencia de ese yo sujeto. El yo sujeto es sustancia, el verbo es palabra, y la predicación es lo que cada uno de nosotros decimos”.

Con relación a la diferencia entre el racionalismo del siglo XVII y el del siglo XVIII, el orador consideró que el del siglo XVII, que tiene su referente en Descartes, es aquel que busca los primeros principios, de lo simple llegar a lo complejo y así llegar al principio supremo, deductivamente. “Desde nuestras ideas, que son innatas, todo está en nuestro cerebro, solo hay un elemento externo, yo, el que piensa. Esa ‘pequeña’ partícula, Kant un siglo después la elimina y entonces sí, Descartes decía que conoce la cosa en sí, Kant dirá la cosa en sí no se puede conocer”.