Presentaci髇 del Tratado de Derecho Administrativo (s閜tima edici髇 actualizada), de Rafael Bielsa
Con la organización de la Cátedra de Derecho Administrativo del Prof. Dr. Guido Santiago Tawil, el pasado 23 de mayo en el Salón Rojo se presentó el Tratado de Derecho Administrativo (séptima edición actualizada), de Rafael Bielsa.
En primer término, el profesor titular de Derecho Administrativo, Guido S. Tawil le dedicó unas palabras al autor: “Rafael Bielsa fue, sin duda, uno de los administrativistas que mayor influencia ejerció en la vida jurídica argentina. Su notable influencia fue visible tanto en la doctrina como en el impacto que ella ha tenido en nuestra jurisprudencia y legislación durante largas décadas”. Hizo énfasis en sus libros, artículos y comentarios que todavía generan debate, remarcando que Bielsa fue un hombre de fino razonamiento lógico y jurídico de firmes convicciones y carácter estricto. Luego, citó al autor: “El arte de gobernar no consiste en cambiar leyes, y menos en multiplicarlas, agravando el problema de la ignorancia del derecho, que la propia ley no admite sino en aplicar o ejecutar rectamente las que existen. Los cambios radicales y súbitos de la legislación complican la buena marcha del ordenamiento jurídico, y tiene casi siempre una repercusión dañina en el orden político y económico. Aunque resulte algo paradójico, lo cierto es que a veces la abundancia o multiplicación de las leyes es mal signo en la salud moral de la República”.
Finalmente, le dedicó unas palabras a la organización del libro y a su editor Roberto E. Luqui.
Acto seguido, el profesor Juan Carlos Cassagne manifestó: “Puede decirse sin exagerar, que a la vista del material doctrinario, legislativo y jurisprudencial existente a comienzos del siglo XX, la obra de Bielsa revela la figura del primer constructor del sistema y de las instituciones que componen el actual derecho administrativo argentino. Si bien es posible no compartir algunas teorías que Bielsa introdujo en el derecho administrativo, no se puede negar su talento, originalidad y capacidad creativa”. El orador sostuvo que fue Bielsa quien entrevió con mayor claridad y fundamentación constitucional la delegación legislativa, al definirla como “un encargo que hace el legislativo al ejecutivo, prosiguiendo la labor legislativa en materia de administración que no hacen parte de la competencia exclusiva del Congreso. Admitiendo la delegación legislativa en forma limitada tal como después lo hizo la reforma constitucional de 1994 en el artículo 76, que recoge la doctrina de Bielsa”, puntualizó. Concluyó recalcando el trabajo del editor Luqui, por mantener el eje de la doctrina de Bielsa y actualizar los cambios legislativos, jurisprudenciales y doctrinarios.
Rafael Bielsa, nieto del autor, recordó su niñez al lado de Bielsa, indicando que le dejó una biblioteca “oceánica” en la cual él pasó varias horas de su vida. El orador dedicó su presentación a destacar la vida de su abuelo, recordando anécdotas y pasajes de su vida. “Bielsa veía lo peor y lo condenaba, veía lo mejor y lo imitaba”, reconoció.
Finalmente, el editor del libro Roberto E. Luqui manifestó: “Presentar una nueva edición actualizada de este libro en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires es un acto de estricta justicia, no solo por lo que significa la obra, sino por la vinculación que tuvo el autor con esta casa de estudios, donde fue alumno, profesor adjunto, profesor extraordinario y luego profesor titular”. Luqui explicó que por más cambiante que pueda ser el derecho administrativo, hay principios y razonamientos que perduran en el tiempo. Por ende, el objetivo de la edición era conservar las doctrinas de Bielsa analizando las nuevas regulaciones, organismos e instituciones que se han dictado o creado posteriormente a su edición anterior. “Confieso que me ha resultado gratificante el esfuerzo que realicé en los cinco años que demandó la actualización de este libro, porque tuve oportunidad de pasar revista al derecho administrativo argentino casi en su totalidad, hecha en una etapa de la vida en que, como decía [Piero] Calamandrei, el hombre recoge los frutos de la mente”, concluyó.