Prácticas y experiencias innovadoras en el campo de la gestión de conflictos en salud
El pasado 14 de noviembre se llevó a cabo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sociales “Ambrosio L. Gioja” la jornada “Prácticas y experiencias innovadoras en el campo de la gestión de conflictos en salud”. La actividad fue coordinada por Anahí Propatto, Juan Manuel Colla y Maximiliano Nito.
Ana Inés Díaz se refirió a la técnica de mapeo de actores, es decir, detectar en los espacios de salud de nuestro sistema la cantidad de actores que podemos llegar a identificar. “Esta gran cantidad de actores generan interacción, de modo que a veces generan conflictos”, remarcó. En este sentido, la doctora determinó que la gestión del conflicto no sea por parte de un tercero, como por ejemplo un juez que resuelve y decide sin tener en cuenta los intereses o las necesidades de las partes, sino que sean las propias partes las protagonistas de ese conflicto y que sean ellas mismas quienes pueden trabajar sobre las alternativas posibles de solución de ese conflicto. En cuanto a los tipos de conflicto, hizo mención a los conflictos de cobertura de prestaciones, de gestión dentro de las organizaciones, de responsabilidad por mala praxis y los dilemas bioéticos. “Me pregunto qué es lo más eficaz frente al conflicto sanitario y si una acción de amparo puede resolver el acceso a la atención de la salud”, evocó. Seguidamente, manifestó que los conflictos no dependen necesariamente de su aspecto normativo o de su relación con las normas. “Es hora de innovar y de buscar otro tipo de solución que no dependan de un tercero o del espacio judicial”, expresó.
A continuación, hizo uso de la palabra Mónica del Serro, quien se refirió al defensor del pueblo, el cual según la ley y la constitución, mira a la administración y a los organismos y manifiesta cuando tiene que intervenir porque algo está funcionando incorrectamente. “El defensor del pueblo tiene muchas herramientas”, recordó. Para finalizar, aseveró que recuperar y generar los espacios de diálogo entre los actores es muy importante. “Antes las cuestiones entre médico y paciente se resolvían entre el paciente, su familia y el médico. Hoy en día, hay una multiplicidad de actores”, diferenció.
Posteriormente, Marisa Aizenberg expresó que la sociedad de consumo genera personas satisfechas o insatisfechas. “En salud no quedamos satisfechos y siempre pensamos que, como se mezcla con un valor de mercado y una mercancía, tenemos derecho a reclamar”, opinó. De esta manera, aseveró que la salud no es una mercancía, sino que es un bien social. “Nuestro país, en la región, es el país con menos problemas de acceso. Se accede a la salud como en ningún otro país”, remarcó. En este sentido, explicó que el problema no se encuentra en el acceso a la salud, sino que está en los tiempos de las listas de espera. “El problema está en los tiempos de espera para acceder a los tratamientos y, en consecuencia, en el resultado final”, manifestó. Asimismo, entendió que es una función y responsabilidad del equipo de salud examinar qué es lo que sucede con la utilización de las tecnologías.
Por último, Silvia Vecchi, se refirió al campo RAC (Resolución Alternativa de Conflictos). Así, explicó que en aquel campo importan los problemas, las personas y los procesos. “Muchas veces los mismos problemas, si les cambiamos alguna persona, organizan un proceso diferente. Y si les cambias el problema a las mismas personas, también organizan un proceso distinto”, evidenció. De esta manera, advirtió que el conflicto no es concreto, objetivo ni estable para poderlo reconocer, y además, es móvil, dinámico y espiral. “Estamos en el terreno de los conflictos interpersonales, en donde se juzgan una cantidad de cuestiones para entender que hay momentos donde en el conflicto se juegan las posiciones, y hay algunos dispositivos que elevan las posiciones en los conflictos”, advirtió.
“Es hora de innovar y de buscar otro tipo de solución que no dependan de un tercero o del espacio judicial”, expresó Ana Inés Díaz.