¡Seguinos!

Año XVIII - Edición 329 31 de octubre de 2019

Buscar

Poesía y Derecho XII - En homenaje a Néstor Perlongher

  • Notas

Organizado por el Departamento de Filosofía del Derecho, en el Salón Azul, el 7 de octubre se llevó a cabo un nuevo encuentro del ciclo “Poesía y Derecho”. En esta oportunidad, el evento se realizó en homenaje a Néstor Perlongher. Participaron en calidad de expositores: Roxana Ybañes, Diego Duquelsky, Julián Axat, Guido Croxatto, Alejandro Modarelli y Alessandra Luna.

En primer lugar, Guido Croxatto comentó sobre la finalidad del ciclo “Poesía y Derecho”: “Creemos que la barrera que se trazó o se traza entre la literatura y el derecho, pero más entre la poesía y el derecho, es contraproducente y termina en la deshumanización de las prácticas jurídicas, en la burocratización del derecho y en los poderes judiciales, absolutamente no empáticos que tenemos hoy y que se desentienden por regla y principio de cualquier cuestión social como si no tuvieran que ver con la justicia”.

Expresó: “Pienso que en los discursos que a veces nos atraviesan, por ejemplo hoy en Brasil, y por eso elegimos a Perlongher, no están tan alejados de esa homofobia, de ese racismo, de esa violencia vertical que se ejerce desde el poder político (...). Nos parecería que Perlongher es una buena figura para contrastar y para ver cómo muchas de las cosas que creíamos superadas regresan, como muchos de los avances se desvanecen y volvemos a estar parados en las mismas batallas que creíamos que eran realmente un tema del pasado”.

Seguidamente, Diego Duquelsky desarrolló algunas ideas de su concepción crítica del derecho vinculadas a la vida y obra del poeta. “La idea de la neutralidad del saber no es solo del saber jurídico. También existe una idea de la neutralidad del saber poético. Como si se pudiera estudiar poesía y saber poesía casi con un sentido técnico igual al de saber derecho”, indicó.

En segundo lugar, se refirió al modelo de educación bancaria que definió Paulo Freire. “La poesía como herramienta para romper cabezas es particularmente interesante. Sobre todo porque lo que viene a romper, y esto es lo interesante, cuando está en debate la cuestión de género transversal, es que pareciera haber una tensión entre racionalidad y emoción”. Y agregó que “nos enfrentamos a una generación de alumnos que no está acostumbrada a leer poesía. Y lo que sería un grave problema, y lo veo en muchos maestros, es considerar que estos alumnos son unos burros y cerrar la puerta cualquier tipo de respeto por ellos”.

Finalmente, destacó su militancia y lo caracterizó como “un militante del deseo”. “La idea de hablar de deseo en una Facultad donde se sigue privilegiando teorías presuntamente racionales, justificaciones supuestamente racionales de la moral, la política, sin un lugar al deseo, que es básicamente lo que nos permite sospechar de lo que hay en apariencia y de lo que tenemos que deconstruir”, concluyó.

Por su parte, Roxana Ybañes realizó un recorrido por la obra de Perlongher y propuso analizarla en relación con dos núcleos: “En un primer núcleo, pensaríamos la escritura en relación con el cuerpo. Y en una segunda dimensión, me gustaría pensar la escritura con relación a la voz, la traición, las filiaciones y la espacialidad”.

Con relación a la escritura del poeta y la sensualidad, indicó que “se trata de una escritura en la cual hay un ejercicio por tratar de escribir en eso que se lee, en la letra que está en el papel, sobre lo que olemos, lo que palpamos, lo que vemos y lo que sentimos. Ese trabajo con la sensualidad se conecta directamente con el tema del cuerpo. El cuerpo se trabaja como tema político, como tema tratado, como tema que se piensa en una coyuntura social e histórica”.

Luego expresó que “la segunda dimensión que tiene que ver con el plano de la voz, la espacialidad y las filiaciones, que tienen que ver también con la emergencia de una escritura que trabaja esas formas de sensualidad con la inscripción de voces que a veces pensamos como voces más fronterizas. Como si la escritura permanentemente estuviera trayendo, acercando, incorporando ciertos elementos que pueden ser un tanto desestabilizadores”.

Seguidamente, Julián Axat explicó que desde la organización tratan de dedicar los encuentros a “personajes conceptuales que estamos utilizando en realidad para hablar, para introducir siempre la poesía en la ciencia jurídica. Y vamos cambiando de nombres con el tiempo para ver si podemos seguir peleándonos con la textura del derecho”. En ese sentido, expresó que “el nombre de Néstor Perlongher trae otros problemas que otros poetas no nos traían. El problema del barroco y el neobarroco, y cómo traerlos hacia la palabra del derecho, hacia el derecho”.

El expositor afirmó que “el barroco en su origen es una lucha, de alguna manera, con la naturaleza. Y en esa lucha de las lenguas porque el barroco también es producto del mestizaje, del cruce entre culturas. El barroco se profundiza con la conquista de América, cuando el lenguaje de los españoles se atraviesa con el lenguaje de las comunidades”.

Sin embargo, reconoció que “el origen el derecho, el derecho romano es el latín y el latín está debajo de la lengua española. Y el latín de alguna manera se encuentra en la palabra jurídica, se encuentra con el barroco”. Y sumó que “la poética siempre estuvo por más que los juristas la hayan negado, la poética siempre estuvo dentro de lo que es la lengua del derecho. El problema es que esa lengua fue figurada siempre como una prescripción, y fue figurada siempre bajo los corsés de los lenguajes del poder. El derecho nunca permitió que el lenguaje se libere, que pudiera devenir en otra cosa, que el lenguaje o ese barroco que impregnaba a ese derecho pudiera dar vida a esa palabra que era la palabra de la ley: ese es el problema del Estado”.

Alejandro Modarelli, periodista de Página/12, compartió una presentación de su autoría en registro poético sobre la obra y la vida de Néstor Perlongher.

Finalmente, Alessandra Luna, autora de La Leviatana, compartió dos de sus poemas: "Mi conurbanidad" y "Yo, la incogible".