Pensamiento político y constitucional de Juan Bautista Alberdi
Raúl Gustavo Ferreyra, Melisa Szlajen, Juan Carlos Cassagne, Florencia Manuele y Nancy Cardinaux
En el Salón Rojo, el pasado 18 de abril, se celebró la actividad "Pensamiento político y constitucional de Juan Bautista Alberdi", organizada por la Cátedra de Gustavo Ferreyra. Melisa Szlajen y Florencia Manuele estuvieron a cargo de la presentación. Por su parte, brindaron sus ponencias: Nancy Cardinaux, Juan Carlos Cassagne y Raúl Gustavo Ferreyra.
Para dar inicio, Juan Carlos Cassagne expresó: “De su viaje a Europa nace la idea de la inimgración de Argentina, se da cuenta de que esa gente podía habitar el enorme desierto. En 1850 teníamos sólo 1 millón de habitantes” y agregó “en Chile escribe un folleto denominado ‘La República Argentina a los 37 años de la Revolución de Mayo’ el cual era una invitación que le hace a Rosas para que abandone la tiranía y sancione la constitución para lograr la paz entre los argentinos. En el mismo, señala todos los errores de los bandos. Al partido federal, le critica el mal de la tiranía, el mal de ser juez. Mientras que, al partido unitario, le reprocha haberse ligado con Francia e Inglaterra para combatir a los propios nacionales”. Por consiguiente, hizo referencia al libro Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina: “Es una obra que condensa todas sus ideas. En una segunda edición, incorpora el proyecto de constitución. El 90% de los preceptos de la constitución de 1853 son semejantes con todo el proyecto. Ahí se concreta su idea de gobierno federal, basado en la unión de las provincias. Se ocupó de analizar la democracia, las garantías, la libertad, la inmigración, pero, por sobre todo, el principio de supremacía constitucional”. En último término, entendió: “Su programa se aplicó con resultados extraordinarios. No existe en el mundo un ejemplo igual, pasamos a 10 millones de habitantes en 40 años. El PBI argentino era el más alto del mundo. Nuestro problema es la falta de equilibrio federal y provincial, tenemos que pensar una fórmula que nos una a todos los argentinos”.
A su turno, Nancy Cardinaux describió las cartas: “Son una respuesta, una dedicatoria que Alberdi hace. Hay algo para señalar que es una fe en la transformación del gaucho. Entiende que el caudillo sólo puede gobernar si está atado a una constitución. El secreto no son las personas, sino la ley. Uno puede leer las cartas de dos maneras, o bien en bloque, en donde se nos da una idea de cuál era su lectura en ese tiempo, o, desde la perspectiva de las respuestas y las soluciones. Me quedo con su visión, se estaba jugando ese futuro al que él mucho contribuyó. Sus bases sustentan la constitución que hoy está vigente”.
Por último, Raúl Gustavo Ferreyra reflexionó: “Me pregunté por qué nos vincula Alberdi a todos nosotros/as acá presentes, y creo que quizás en tiempos de pesimismo de nuestra sociedad, tenemos la necesidad de mirar para atrás para poder avanzar”. Por otra parte, caracterizó el libro Crimen de la Guerra: “Es una de sus obras más logradas. La primera frase que escribe es ‘el derecho de la guerra, es el derecho del homicidio’. Durante su viaje, encuentra un afiche en donde la Liga Permanente de las Naciones invitaba a un concurso internacional sobre el crimen de la guerra. En este texto, trata a los hacedores de la guerra del Paraguay, Mitre y Sarmiento, de monstruos. Se da cuenta, y es consciente de que muchos autores habían escrito sobre la guerra, pero, esto no fue un obstáculo”. Posteriormente, identificó su concepto de derecho: “El sostenía que ‘la ley existe sin necesidad de que ningún legislador la haya dado, basta que una vez cualquiera la haya hecho conocer a los demás como ley natural de la sociedad’. Al escuchar esta definición, podemos dar cuenta de que ésta es su declaración básica sobre la cual va a construir su denuncia sobre el crimen de la guerra”. De modo concluyente, manifestó: “Toda su tarea está dedicada a la Argentina y a América del Sur. Este libro me ha otorgado la tarea de pensar, de razonar. Sin dudas, es uno de los mayores intelectuales argentinos de la historia”.