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Año XVI - Edición 294 02 de noviembre de 2017

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Penas perpetuas y libertad condicional en el Estado de California, EE.UU.

  • Notas

El 19 de octubre en la Sala Vélez Sarsfield, tuvo lugar la conferencia “Penas perpetuas y libertad condicional en el Estado de California, EE.UU.”, a cargo de Charles Carbone (abogado litigante en defensa de los derechos de las personas privadas de su libertad en California, Estados Unidos de América).

El orador inició su ponencia deslizando algunos datos sobre la población carcelaria en Estados Unidos: “La cantidad de presos representa un 5% de la población mundial y el 25% de la población carcelaria mundial”, y señaló que estas grandes tasas están atribuidas a dos posibilidades. “Una es que hay muchos criminales en EE.UU. y que los norteamericanos son más proclives a cometer delitos que otros. Claramente, esta es la posición minoritaria porque el motivo real de por qué EE.UU. tiene la mayor tasa de encarcelamiento en el mundo tiene que ver con los abogados, los políticos y los intereses financieros que esos abogados o políticos representan”. En tal sentido, Carbone reconoció que Estados Unidos está llevando a cabo el mayor experimento social de la historia, donde dos millones de personas están privadas de la libertad. El epicentro de este experimento se encuentra en California, agregó, ya que es el estado con la mayor tasa de encarcelación en EE.UU.

En este sentido, el expositor analizó el contexto y los intereses que se encuentran en juego en este experimento de trascendencia social. Indicó que en California el sistema penitenciario es manejado por el Estado, pero existen varias prisiones federales gestionadas por empresas multinacionales que ejercen presión en el Estado Federal para impulsar distintas leyes penales con penas muy altas. “En Estados Unidos hay una relación muy importante entre la Guerra contra las Drogas y las cuestiones racial. Hace dos años se filtraron unos audios públicos del expresidente Nixon donde hablaba de instalar miedo en el corazón de los votantes blancos, a través de un discurso fuerte que relacione a las drogas con una minoría y el incremento de las acciones violentas”, relató y luego subrayó que fue a partir de la Guerra contra las Drogas que el encarcelamiento masivo tomó impulso y es por eso que en algunos centros penitenciarios las minorías raciales ocupan el 50 o 60% de la población.

Finalmente, el orador hizo referencia a las altas penas que la justicia norteamericana le otorga a los condenados en California. Explicó que inicialmente, un homicida podía ir entre 25 y 50 años a la cárcel pero que actualmente las fiscalías obtuvieron un poder superior que les permite agregar más tiempo de prisión basado en ciertas características del crimen. Por ejemplo, si el autor del homicidio utiliza un arma, la fiscalía le puede agregar 25 años a la sentencia. “En California, el 50% de los casos de homicidio pasan en un solo lugar: Los Ángeles. Y la razón son los grupos delictivos”, declaró y concluyó que “actualmente en Estados Unidos no se puede obtener una pena perpetua sin posibilidad de libertad condicional si no hay un homicidio involucrado”.