Neurociencias, derecho de daños y responsabilidad civil
Lorena Maggio, Fernando Shina y Waldo Sobrino
Organizada por el Centro de Graduadas y Graduados, el pasado 24 de mayo, se realizó la jornada "Neurociencias, derecho de daños y responsabilidad civil". Participaron en calidad de expositores Fernando Shina ("Psicología del comportamiento en las relaciones de consumo") y Waldo Sobrino ("El consumidor de seguros"). Moderó Lorena Maggio.
A su turno, Fernando Shina señaló la dificultad de la conexión entre las neurociencias que tiene al cerebro como objeto de estudio y el derecho de daños que aborda la normativa. El expositor se propuso analizar la articulación entre ambas y ver hacia el futuro, ya que el cambio es constante y las perspectivas son amplias. Para definir lo que se entiende por cerebro citó al ex presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, que durante el congreso internacional “Proyecto cerebro humano” indicó: “El cerebro es un pedazo de sustancia que pesa un 1 kilo y medio y está en medio de la cabeza entre dos orejas”. El dato más interesante es el peso, ningún mamífero en la Tierra llega a ese peso. En esa misma línea argumental, expresó que el avance del ser humano es imparable y ofreció como ejemplo la vacuna contra la COVID. “Una vacuna tarda aproximadamente 13 años en efectuarse, pero la humanidad al verse en peligro actuó de manera rápida para frenar los efectos de la pandemia y terminó la vacuna en 8 meses”, recordó.
Por otro lado, destacó la labor del premio nobel Daniel Kahneman y su trabajo con la mente humana. indicó que la razón es fundante del derecho y es la que le da control a las decisiones. Puntualizó que el ser humano toma 35.000 aproximadamente por día, 2 decisiones por segundo. “¿Qué tiene que ver todo esto, con el derecho? Lo primero que pasa después de la decisión es el acto” (Art. 260 del Código Civil y Comercial: El que tiene intención, discernimiento y libertad). De esta manera el derecho regula estas conductas”, señaló.
Acto seguido, intervino Waldo Sobrino. Explicóque el Derecho Civil está estancado en la teoría y que hay que usar las neurociencias para “bajarse a la realidad”. De esta manera, aludió al Art. 260 y destacó que dicho código solo se basa en el 10 por ciento de las funciones del cerebro dejando la mayoría afuera. Asimismo, destacó la importancia de la inteligencia artificial, no en el futuro, sino en el presente. Prosiguió a plantear que un nuevo sistema coordinado por la inteligencia artificial que dicta sentencia, es trabajo del/de la estudiante concluir si el acto de la máquina es correcto o incorrecto. Otros temas que abordó fueron el transhumanismo y los nuevos derechos, el deber de información y el asesoramiento.