Mujer y Derechos Humanos: visión sociológica e histórica
Organizada por el Departamento de Ciencias Sociales y la Modalidad Intensivade Cursos para el Doctorado, el 5 de marzo tuvo lugar en el Salón Verde una mesa redonda que reflexionó desde una visión sociológica e histórica sobre la relación de la mujer y los derechos humanos. Las exposiciones estuvieron a cargo de Misael Tirado Acero (doctor en Sociología Jurídica y profesor en la Universidad Santo Tomás de Aquino de Bogotá, Colombia), Andrea Gastron (doctora en Derecho y docente de la UBA), Viviana Kluger (doctora en Derecho y docente de la UBA), Sandro Olaza (docente de Historia del Derecho), Enrique Del Percio (doctor en Filosofía Jurídica y secretario del Departamento de Ciencias Sociales) y Ricardo Rabinovich- Berkman (doctor en Derecho, profesor dela UBA y director del Departamento de Ciencias Sociales).
El primer orador fue Misael Tirado Acero, quien se abocó a la problemática del comercio sexual no sólo en las áreas urbanas, sino también en las zonas rurales y hasta selváticas. Comentó, a partir de su propia investigación, que en estas regiones pueden encontrarse niñas que son madres a una temprana edad, mujeres explotadas y víctimas del turismo sexual. También son frecuentes los raptos de niñas para la trata y de niños para la explotación laboral. Además, sostuvo que estamos inmersos en una sociedad con máscaras que han sido impuestas por toda una tradición hegemónica machista: el patriarcado. Esta tradición está tan arraigada en nuestra sociedad que incluso las mujeres cuando se encuentran con un hombre sensible lo maltratan y lo obligan a llevar un esquema de violencia y dominación. Para finalizar con su exposición, Tirado Acero reflexionó sobre el concepto de sociología jurídica y lo definió como el derecho en movimiento, el proceso de transformación del derecho positivo para que esté en correspondencia con la realidad, sugiriendo así que es nuestro deber empezar con esa transformación.
Seguidamente, Andrea Gastron comenzó su exposición con el relato de una experiencia personal, a partir de la cual concluyó que “el derecho de las madres es anterior y más sagrado que el derecho de la burocracia”. De acuerdo con Gastron, el derecho de las madres surge con el nacimiento de la humanidad y es legitimado por diversos mecanismos como la justicia, las normas legales y consuetudinarias, los tratados internacionales, entre otros. Si bien en un momento el derecho de las madres era considerado de inferior calidad comparado con el de los padres, actualmente ni el derecho ha podido negar la fuerza que, de acuerdo a Gastron, mueve esta relación madre-hijos: el amor. Esta fuerza está presente cuando se faculta a las madres a reclamar diversos derechos en nombre de sus hijos, como el nombre, la nacionalidad, salud, educación, vivienda, entre otros derechos humanos. En un recorrido histórico y antropológico, la expositora estableció la dominación doméstica como la primera forma de estratificación social y que más tarde, recién con la aparición de la agricultura, se comenzó a desarrollar la dominación política y a expandir la burocracia.
A continuación, Viviana Kluger abordó la problemática de la mujer desde una visión literaria y comenzó su exposición con un fragmento de la canción Orquesta de señoritas, de María Elena Walsh: “Quien no fue mujer ni trabajador piensa que el de ayer fue un tiempo mejor”. Kluger manifestó que, hasta antes de la sanción del Código Civil, el marco legal dela Nación derivaba del Derecho Castellano Indiano heredado de España. En esa época, enla Península Ibérica las relaciones sociales se regían por las obras de los moralista quienes describían los cuatro estados que podían transitar las mujeres y que las circunscribían sólo al ámbito familiar, ellos eran: doncellas, casadas, viudas o monjas. En un recorrido por la literatura, Kluger remarcó que la mujer siempre ha sido identificada con el mal, el exceso, la animalidad y el desorden.
Posteriormente, Enrique Del Percio tomó la palabra. Tras un breve relato sobre la vida de Flora Tristán, quien consideraba los problemas de las mujeres, los trabajadores y los esclavos como una condición común de injusticia, destacó que, a partir de la década de 1990, se ha ido construyendo un identitarismo por el cual la problemática de la mujer se ha vuelto como exclusiva de la mujer; la del desempleado, como exclusiva del desempleado; la del homosexual, como exclusiva del homosexual; lo cual no hace más que exacerbar la crisis. Para finalizar, retomó su cita inicial de Aspasia de Mileto, según la cual no hay padres ni madres, y explicó que sin padre no hay nadie que pueda establecer la ley desde afuera, sino que somos nosotros los encargados de hacerla y respetarla; y al no haber madre, la sociedad no se encuentra dentro de un útero armonioso en el cual si hay conflicto la culpa es de aquel que no es “hijo de nuestra madre”, sino que la culpa es del diferente.
Finalmente, Ricardo Rabinovich-Berkman aprovechó la ocasión para mencionar ala Decana Mónica Pinto, quien es la primera mujer en ocupar el cargo, y destacó que bajo su gestión se han cuestionado enunciados antes sagrados e intocables. También reconoció y retomó las ideas de los expositores que lo precedieron.
Para concluir, indicó que la problemática de la mujer es en realidad una problemática del género humano, construida culturalmente a lo largo de los años. Esa es la razón por la cual, según Rabinovich-Berkman, se ha generado “una visión tolerante, o hasta a veces positiva, de la violencia sobre la mujer”.
“El derecho de las madres es anterior y más sagrado que el derecho de la burocracia”, afirmó Andrea Gastron.