Última reunión anual abierta 2016 del Observatorio de Salud
El pasado 19 de diciembre en el SUM del Instituto Gioja tuvo lugar la Última reunión anual abierta 2016 del Observatorio de Salud, la cual contó con las reflexiones de Aldo Neri (exministro de Salud de la Nación) y la Marisa Aizenberg (directora académica del Observatorio de Salud). Asimismo, participaron en los comentarios el Alberto Bozzolo y Viviana Bonpland, junto a Juan Manuel Colla, Maximiliano Nitto, Marcia Pareto y Mónica Pires, y el resto del equipo del Observatorio.
En primer lugar, Marisa Aizenberg pronunció unas palabras introductorias. En este sentido, comenzó diciendo: “Queremos aprovechar este fin de año para hacer un análisis de qué ha pasado en este año 2016 en el área de salud junto con un 25% de gestión de un nuevo gobierno”. Luego, se preguntó qué pasa con el sistema público de salud, que es el actor imprescindible. “La falla del Estado como regulador ha perdurado a lo largo de todos los tiempos y de todas las crisis”, sostuvo. Más adelante, se refirió al seguro nacional de salud, iniciativa que fue parte de la gestión de Aldo Neri. En este marco, indicó que el seguro nacional de salud fue un esfuerzo fundacional por identificar ejes de una política sanitaria para rediseñar y aplicar herramientas vinculadas a la gestión en salud.
Con foco en el año 2016, Aizenberg manifestó que algunos acontecimientos significativos con impacto en salud se resolvieron fronteras afuera de nuestro país pero de otros nos hemos ocupados nosotros solos. Por otra parte, opinó que no ve una actividad entusiasta del Estado hacia el tema de las políticas sanitarias. “En otras áreas de gobierno, equivocadas o no, hay un Estado más activo. En salud, no”, puntualizó. Expresó, además, que frente al dengue hay un desinterés y un descuido y este descuido afecta a quienes conviven con la pobreza, afecta siempre a los más vulnerables y agregó que tampoco hubo educación sanitaria. Acto seguido, tomó la palabra Aldo Neri. “Creo que hay que mirar la salud desde una contextualización más amplia que hace al mundo occidental y, específicamente, a Argentina. En el mundo occidental, hace alrededor de 40 años empezó un cambio social integral y un cambio cultural integral. Eso, entre otros factores, fue determinado por la expansión de la tecnología productiva, lo cual impactó fuerte, paulatinamente, en los mercados de trabajo. Entonces, cambió la cobertura social de las personas”, desarrolló. Agregó que en algunos países disminuyó la pobreza pero se incrementó la desigualdad en todos los países salvo en algunas excepciones. “Nosotros también sufrimos ese proceso”, indicó. Por otra parte, expuso que “la Argentina reemplazó buena medida de la política por acuerdos corporativos. Las corporaciones no son malas, son necesarias, pero la desmesura en cualquier institución de la sociedad lleva al malogro de la función esencial que debían cumplir. En los años ’30, después de los conservadores y los radicales, que hacían política, las cosas se corporativizan paulatinamente”. Seguidamente, expresó que el sector salud está particularmente corporativizado. Esto se produce por un rasgo psicosocial de la población, no solo argentina sino internacional. “La salud, como problema político de definición y de instrumentación, no interesa a la población. Si ustedes hacen encuestas, el sistema de salud aparece como muy relegado en las preocupaciones”, enfatizó.