Los derechos humanos y las políticas públicas en debate: desafíos y tensiones
El pasado 19 de septiembre, en el Salón Auditorio, tuvo lugar la conferencia "Los derechos humanos y las políticas públicas en debate: desafíos y tensiones", a cargo de Javier Palummo, quien es abogado egresado en la Universidad de la República de Uruguay y magíster en Políticas Públicas y Derechos de la Infancia por la Universidad de la República, con especializaciones en derechos de la infancia y derechos de las mujeres. Ha realizado estudios de posgrado en el Instituto Raoul Wallenberg de Derechos Humanos y Derecho Humanitario (Suecia), la Pontificia Universidad Católica del Perú, la Universidad de Chile, la Universidad Diego Portales (Chile), y la Universidad Nacional de Lanús. Actualmente es director de Investigación y Gestión de la Información del IPPDH del Mercosur y tiene a su cargo la coordinación de la Escuela Internacional del Instituto.
El encuentro lo organizaron en conjunto la Dirección de Relaciones Internacionales y el Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos (IPPDH) del Mercosur.
Tras una breve introducción por parte de Diana Español, directora de Relaciones Internacionales, Javier Palummo comenzó diciendo que “el enfoque derechos humanos considera al derecho internacional como un marco sobre el cual es posible orientar el proceso de formulación, implementación y evaluación de las políticas públicas, de alguna manera es una concepción que heredamos de haber leído a Víctor Abramovich, que fue el primer secretario ejecutivo del Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del Mercosur”. En este marco, explicó que “se plantea este enfoque de los derechos humanos en las políticas públicas como un marco conceptual pero también es normativo y se caracteriza además por ser aceptado por la comunidad internacional porque es el producto de llevar a las políticas públicas nacionales los estándares que están en el derecho internacional”.
Luego planteó el carácter reciente de este concepto: “Nosotros lo tenemos incorporado en forma bastante amplia en muchos de nuestros países pero se trata de un concepto relativamente reciente y uno podría decir que, sobre todo en la región, se trata una noción que comenzó a ser utilizada en forma habitual a partir de la década de los noventa, con la superación de periodos de quiebres institucionales”. Desde una perspectiva universal, sumó a la superación de esos períodos la finalización de la Guerra Fría y el desarrollo de las grandes conferencias y cumbres internacionales entre 1990 y 2002, que tuvieron como característica más sobresaliente, además de su interdependencia, la existencia de consensos y declaraciones con directrices políticas genéricas y programas de acción con compromisos gubernamentales. “Los derechos humanos tuvieron una presencia muy importante en todo este momento, todos los documentos tenían a los derechos humanos como inspiración, lo que influyó en la creación del documento clave de Naciones Unidas en relación con este tema del 2003, que se titula Entendimiento común de las Naciones Unidas sobre un enfoque basado en derechos humanos para la cooperación para el desarrollo”, reseñó.
Por otro lado, se refirió a “la idea de la existencia de una profunda crisis de los derechos humanos que se puede ver claramente en un aumento de la cantidad de ataques a los mismos, lo que ha provocado una intensa discusión en torno al futuro o el final de los derechos humanos y la necesidad de incorporar nuevas estrategias”. En esta línea argumental, agregó: “Hay bastante consenso en considerar que actualmente el movimiento derechos humanos se encuentra en un momento crítico y que los desafíos que enfrenta son esencialmente distintos a los desafíos que ha enfrentado en el pasado. El mundo no es lo que era y lo que antes era incuestionable hoy es objeto de incesantes críticas. La disputa de sentido y las tensiones en torno a la idea de derechos humanos tiene hoy un nuevo escenario que es preciso analizar en forma contextualizada”. Y subrayó: “Los esfuerzos para debilitar el activismo y las críticas en torno a la normativa de la institucionalidad de derechos humanos no son una novedad”.
En el ámbito latinoamericano, el orador indicó que “buena parte del denominado pensamiento crítico tanto desarrollado en el norte como en el sur parte del cuestionamiento de los derechos humanos en tanto instrumento de dominación de carácter occidental”. En este sentido, señaló que “a los derechos humanos internacionales se los ha calificado como una nueva forma de colonialismo occidental que desconoce la pluralidad cultural e histórica, que ha servido a los intereses del capitalismo globalizado operando como un discurso ideológico para intervenir en la realidad a partir de los intereses de clases sociales que detentan el poder y de la ideología y de la cultura dominante”. Luego hizo mención a la obra de Boaventura de Sousa Santos, quien se ha referido a la necesidad de reconceptualizar los derechos humanos como multiculturales para que puedan operar como una forma cosmopolita y contrahegemónica de globalización. “Él considera que desde esa globalización contrahegemónica y desde abajo han emergido nuevas concepciones derechos humanos que ofrecen alternativas radicales a las concepciones nortecéntricas que hasta entonces han dominado con una supremacía incuestionable”, describió y reflexionó: “Existe una literatura bastante abundante y específica, productos académicos tanto europeos como sudamericanos, que ha planteado la necesidad de desarrollar esta nueva concepción de derechos humanos basadas en un universalismo que no se imponga, plural, intercultural, dialógico, consensuado, anticolonial, postimperial, contrahegemónico y emancipador”.