Lectura y Literatura en la Formación Universitaria
El 30 de octubre se realizó en el Salón Verde de nuestra Facultad de Derecho un encuentro interdisciplinario organizado por el Proyecto “Lectores para la Justicia” (UBACyT 2012-2015) y Plan Nacional de Lectura del Ministerio de Educación de la Nación. Lapresentación de la actividad estuvo a cargo de Sandra M. Wierzba, Directora de “Lectores para la Justicia”. A su vez, Rosa Vila, Juez Nacional en lo Civil, ofició como moderadora.
La primera de las expositoras fue la Decana Mónica Pinto que señaló: “en los últimos 10 o 15 años, incluso un poco antes de que enla Argentina se impusiera el libro digital, nuestros estudiantes acuden primariamente a fuentes digitales”. Pinto estimó que los estudiantes suelen padecer las mismas dificultades que los docentes en cuanto a la escasa disponibilidad de tiempo que existe para ser dedicada a la lectura de literatura y ficción. “La impresión que uno tiene es que la mayoría del estudiantado hoy está ocupado, trabaja, tiene algún tipo de ocupación social aparte dela Facultad y probablemente por esto todos tenemos bastante menos tiempo para dedicarle a estas cosas”, subrayóla Decana. En otro sentido, fue categórica al momento de expresar que es una tarea insoslayable de las autoridades de esta Facultad invertir en elevar los estándares de calidad dela Facultad, sabiendo que el estímulo a la lectura puede resultar una eficaz herramienta. Manifestó que en la oferta de cursos del segundo cuatrimestre de este año 2012 hubo por lo menos entre 8 y 10 cursos que están vinculados con el trabajo de textos literarios desde el derecho.
Luego, Guillermo Martínez, escritor y doctor en Lógica Matemática, efectuó algunos comentarios en torno a su obra “Yo también tuve una novia bisexual”. Allí el protagonista en su estadía en los Estados Unidos como profesor universitario se asombra de la escasa predisposición a la lectura por parte de los estudiantes. Para el orador “la lectura de ficción, la lectura que no tiene un valor agregado de utilidad, es un bien escaso en la sociedad, yo creo que los lectores nos vamos convirtiendo casi en una secta”. Por otro lado, se preguntó cuáles son las consecuencias para la persona que se decide por leer literatura y cuáles son las motivaciones de esta persona optar por la lectura de una ficción. Volcarse sobre una ficción puede volverse aún más difícil sabiendo que nuestro mundo atraviesa un período de fuerte especialización, es decir, cada uno de nosotros centra su atención exclusivamente sobre su área de estudio. Esta especialización entorpece la posibilidad de que el lector deje a un lado una obra de su especialidad para darle cabida a una ficción. En esta especialización de la que se hablaba más arriba se observan algunos puntos objetables que no sólo incluyen la posibilidad cierta de desincentivar la lectura de ficción. De hecho, Martínez observó: “me cuesta entender que en derecho o medicina no se compartan algunos libros, que no haya libros esenciales que puedan circular en diversos mundos”.
Para el expositor lo más interesante de la ficción es que permite ir a mundos en principio extraños pero que después logran mostrar sus conexiones con el mundo propio. También uno puede escaparse del aquí y ahora para sumergirse en otros mundos. “La literatura es como una gran amalgama donde está toda la experiencia humana de todas las épocas”, opinó.
Finalmente, Norma Silvestre, Co-Directora del Proyecto “Lectores para la Justicia”, explicó la forma en que la literatura puede colarse en la asignatura Derecho de Daños, en la que ella es profesora. Aquí Silvestre y su equipo debieron dar con obras literarias que tuviesen argumentos vinculados a la temática objeto de estudio. En definitiva, la propuesta consiste en encontrar ficciones en las que se aborden cuestiones relativas al derecho de daños. “La tarea consiste en darles con bastante anticipación a los alumnos tres o cuatro cuentos que están elegidos y fragmentos de dos o tres novelas […] y para que se den una idea ahora estamos trabajando con algunos cuentos de Fontanarrosa, de Soriano y con tres fragmentos de novelas, una es ‘Los enamoramientos’, de Javier Marías, ‘El lector’, de Schlink y con ‘La cena’, de Koch”, relató Silvestre. Además, indicó que los resultados son excelentes. Aquellas clases en que se trabajo con estos textos literarios los alumnos rara vez se ausentan, lo que muestra a las claras el entusiasmo con el que cuentan los mismos. En estas clases, la participación del alumnado se acrecienta ya que el intercambio de pareceres se vuelve más frecuente. De este modo, se produce un enriquecimiento mutuo entre los mismos alumnos pero también entre el mismo colectivo estudiantil y el cuerpo docente.
“Nos sorprendemos por la creatividad de los alumnos, que no conocíamos porque no la ponemos en práctica, al punto tal de encontrar conexiones con el derecho en las obras que leen que nosotros mismos no encontramos, es decir, nuevas conexiones que nosotros no habíamos pensado, y ello es maravilloso”, sostuvo Silvestre. Adicionalmente, esta labor pedagógica tan particular posibilita una mejor fijación de conocimientos, porque a decir verdad, para elaborar las mencionadas conexiones es imperioso conocer los aspectos teóricos de la asignatura. Muchas de estas conclusiones que trajo a la mesa la expositora pudieron alcanzarse gracias al análisis de los resultados provenientes de las encuestas que al finalizar el curso de los invita a completar a los alumnos. En las mismas el estudiantado se expresa en sentido mayoritario del siguiente modo: “baja a la realidad las normas jurídicas y los conceptos técnicos”; “se encuentran ejemplos de conceptos abstractos”; “facilita la compresión de los contenidos de la materia”; “da la posibilidad de conocer autores”; “da elementos de nivel cultural y formación más profunda”; “ejercita la creatividad y hace reflexionar”.
“La literatura es como una gran amalgama donde está toda la experiencia humana de todas las épocas”, opinó Guillermo Martínez.