La situación del colectivo LGBT en el servicio penitenciario federal
El pasado 16 de junio, Verónica Emilia Manquel disertó sobre “La situación del colectivo LGBT en el servicio penitenciario federal” en el Aula 353 de Posgrado. Cabe destacar que la oradora es integrante del equipo de género y diversidad sexual de la Procuración Penitenciaria de la Nación.
Tras la introducción por parte de Leonardo Filippini, Manquel señaló que la idea de cada una de las visitas al servicio penitenciario federal es poder recolectar las problemáticas, “las cuestiones que nos van contando las personas detenidas y en función de eso poder delinear algunas posibles respuestas. Siempre se parte de la base de que la cárcel está estructuralmente imposibilitada para producir efectos positivos en las personas detenidas y que la idea de nuestras intervenciones es siempre generar ciertos paliativos a esos efectos”. En este marco, explicó: “Visitamos semanalmente las unidades federales, específicamente las de la zona metropolitana. Vamos a las unidades de mujeres que sería la unidad 31 que aloja mujeres embarazadas y con niños y al complejo 4 de Ezeiza que aloja mujeres y, desde este último año, a las mujeres trans. También vamos al módulo 6 del complejo 1 de Ezeiza que aloja a los hombres gays”. Asimismo, señaló que en Argentina, en los últimos años, si bien hubo avances significativos en materia de género y diversidad sexual, “lo que nosotros podemos dar cuenta es que continúan existiendo prácticas discriminatorias tanto a nivel judicial como a nivel de las fuerzas de seguridad” y reconoció que es complejo trasladar los avances al interior de las cárceles. Seguidamente, desarrolló una caracterización de la población LGBT en cárceles federales.
En relación con las problemáticas centrales del colectivo, la oradora mencionó, en primer lugar, el alojamiento. El posible riesgo de estigmatización adicional en la discusión de si se destina un alojamiento específico para la población LGBT o no. Este riesgo debería evaluarse teniendo en cuenta la necesidad de protección que a veces necesita este colectivo. También, realizó un recorrido histórico sobre los cambios que hubo en las políticas de alojamiento dentro del servicio penitenciario desde 2008 a la actualidad. Otra de las problemáticas específicas es el acceso a la salud. “En general, el acceso a la salud para todas las personas privadas de su libertad suele estar acompañado por distintas vulneraciones de derechos. En lo que refiere al colectivo LGBT, estas vulneraciones están también vinculadas con sus necesidades específicas respecto a la problemática de género”, desarrolló. Específicamente con el colectivo trans, a pesar de la sanción y de la reglamentación de la ley de identidad de género, “hasta la actualidad no pudimos detectar la existencia de un programa o de un plan específico que trabaje sobre las necesidades de salud que tiene esta población que tienen que ver más que nada con el acceso a medicaciones hormonales”, sostuvo, como también existe un desconocimiento general por parte de los profesionales de salud respecto a las necesidades de la población. Como otra problemática, se refirió a las requisas, que también forman parte del repertorio de las prácticas que se enmarcan en la violencia institucional. “Si bien los estándares internacionales señalan que la utilización de las requisas deberían guiarse por los principios de necesidad y proporcionalidad, en la práctica esto no se cumple”, aseveró.