Encuentro de Derechos Humanos con Roberto Saba
La igualdad desde un enfoque robusto: su protección desde la academia y la sociedad civil
Organizado por el Centro de Derechos Humanos (CDH), el 25 de abril en la Sala Vélez Sarsfield tuvo lugar un encuentro con Roberto Saba, abogado por la UBA, máster y doctor en Derecho por la Universidad de Yale y profesor adjunto de Derechos Humanos y de Derecho Constitucional de la Facultad. Por otro lado, fue cofundador y director ejecutivo de la Asociación por los Derechos Civiles (ADC), director ejecutivo de Poder Ciudadano y Decano en la Facultad de Derecho de la Universidad de Palermo. Actualmente se desempeña como director del área de posgrado en esa misma universidad.
Tras las palabras introductorias de Martín Sigal, director del CDH, Roberto Saba señaló que la Facultad es mucho más que los cursos. “La Facultad provee muchísimo para la educación fuera de los cursos”, señaló. De esta manera, compartió su aprovechamiento de la educación menos formal que ofrece la Facultad. Como profesional, indicó que fue un contexto muy diferente. “Cuando comenzamos a trabajar en estos temas, derechos humanos, derechos civiles, litigios de interés público, reforma de la educación legal, una característica de mi generación fue que tuvimos que inventarnos los lugares. Hoy hay muchos que ya están funcionando”, resaltó. Así, señaló que había ONG de derechos humanos, que se habían fundado durante la dictadura militar, pero casi no había. “Las ONG de una agenda más amplia de derechos en democracia casi no existían o existían como experiencias personales que luego se hicieron institucionalmente”, relató. De esta manera, se tuvieron que crear espacios.
Hizo alusión a la ONG Poder Ciudadano y sus creadores. “Era una creación nueva, un espacio de promoción de la participación ciudadana en esa democracia nueva que además estaba en un momento alicaído”, señaló. La participación ciudadana se vinculaba con el control del gobierno, las elecciones, la corrupción y los jueces. Resaltó que Alejandro Carrió, a imitación de una ONG norteamericana llamada ACLU, llevaba casos de interés público en temas de derechos civiles. “Alejandro nos reunió en un grupo y creamos la Asociación por los Derechos Civiles en el año 1995, con un foco específico en el litigio por los derechos civiles. De ahí salieron los primeros casos en estos temas”, explicó Saba. Unos años más tarde, tomó la dirección ejecutiva de ADC y expandieron el trabajo más allá del litigio, haciendo lobby legislativo, propuestas e informes técnicas. El último espacio a inventar fue la Facultad de Derecho de la Universidad de Palermo. “Carlos Nino creía que había serios déficits en la forma que se enseñaba el derecho en Argentina, muy dogmático, poco estímulo del pensamiento crítico, pocos profesores profesionales, es decir, que hagan de la investigación y la docencia su trabajo principal o único”. Con estas ideas, comenzaron a pensar en un cambio en la enseñanza del derecho. Luego del fallecimiento de Nino, el que tomó la posta fue Martín Böhmer. “Armamos una maestría en derecho que de algún modo concentró a personas para enseñar con esta idea. Pusimos una clínica jurídica”, añadió. Hacia el final, dirigiéndose a los presentes, sostuvo: “Hoy no están en la misma situación en la que estaba yo. Hoy por suerte Argentina tiene muchos más años de democracia, hay más instituciones con sus subidas y bajadas, pero hay espacios. La Facultad de Derecho de la UBA hoy no es la misma que en la que yo estaba”.