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Año XIV - Edición 256 08 de octubre de 2015

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La globalización: ¿Oportunidad u obstáculo para el desarrollo?

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El pasado 8 de septiembre, organizada por el Departamento de Ciencias Sociales, tuvo lugar la conferencia “La globalización: ¿Oportunidad u obstáculo para el desarrollo?” a cargo del profesor Eduardo Rabinovich, Profesor Regular del área de Economía y Finanzas de la UBA. Coordinó la actividad el profesor Eduardo Stordeur.

Para comenzar, Eduardo Rabinovich explicó que la globalización ha tenido etapas. “En realidad, el fenómeno globalización empezó en los siglos XV y XVI, la primera etapa, cuando las potencias coloniales tenían que incorporar a las colonias al proceso que tenían ellos en Europa Occidental”, desarrolló. Allí comenzó la primera etapa de la globalización y motivó un orden económico mundial que no incluyó a países como Japón, China y otros países de Oriente, quedando circunscripto a Europa Occidental. Luego, aseveró que en los siglos XVIII y XIX surge una nueva etapa en la globalización que es liderada por Inglaterra. “En el siglo XVIII se produce la primera Revolución Industrial, en Inglaterra, donde se descubren nuevas cuestiones, con la máquina de tejer y la máquina de vapor, que van a cambiar las relaciones humanas y económicas en Inglaterra y otros países”, detalló. En la misma línea argumental, resaltó que “el pabellón británico empieza a ondear por todos los mares, con características, ya en el siglo XIX, bastante sui generis, como que va a asolar muchos territorios pertenecientes a otras potencias, como España”. A fines del siglo XIX y principios del XX se produjo la segunda Revolución Industrial, con otros inventos y descubrimientos que empujan más al sistema capitalista, como el motor diesel, el motor de explosión, el teléfono, la radio y la flota de barcos. “La globalización, en esta segunda etapa, sí alcanza a Oriente y entra en Japón, China e India”, remarcó. El mundo se va dividiendo en áreas de influencia.

Posteriormente, explicó que entre 1914 y 1945 fueron años de turbulencias financieras, económicas, políticas, sociales y culturales, “que no las podemos incluir en el proceso globalizador como tercera etapa, el mundo estaba completamente asolado por guerras. Los países, económicamente, no tenían mucho interés en integrarse”, aclaró. En este sentido, la segunda etapa de la globalización abarcó hasta 1914. “La tercera etapa del proceso globalizador va a surgir en 1945, cuando se crean las Naciones Unidas y organismos internacionales como el Banco Mundial y el FMI”, continuó. Estos dos organismos fueron creados el 22 de julio de 1944 en los Acuerdos de Breton Woods. Otro organismo internacional creado en la posguerra fue el Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT). Tras esto, indicó que la cuarta etapa del proceso de globalización comienza con la caída del Muro de Berlín en 1989, la unificación alemana en 1990 y el desmembramiento de la Unión Soviética en 1992. “Se da un fenómeno donde existe un solo país a escala mundial que hegemoniza el proceso globalizador, EE. UU. Es la etapa actual que estamos viendo del proceso de globalización”, manifestó. Con relación a lo que sucede actualmente, el expositor aseveró que ahora hay una apertura comercial y financiera, un auge de las telecomunicaciones y las tecnologías de la información, un bombardeo constante de la información y el éxito de la autopista informática, internet. “En esta cuarta etapa del proceso globalizador, las fronteras pasan a ser una ilusión cartográfica. Van a existir las fronteras administrativas, para evitar muchas cosas, pero desde el punto de vista de los flujos internacionales de capitales y del comercio, las fronteras son una ilusión cartográfica”, indicó.

Por otra parte, subrayó que un país que no sepa aprovechar las oportunidades tecnológicas pierde competitividad. Además, entendió que esta idea de aprovechar las últimas oportunidades tecnológicas, “hace que los países tengan que aprovechar fundamentalmente la idea de lograr inversión, no inversión en cualquier lado, sino en educación y conocimiento”. En la misma línea, puntualizó que educación, formación y cultura no pueden referirse solamente al presente o al pasado, sino también al futuro. Con relación a nuestro país, el expositor explicó que hacia 1950 había llegado a un grado de desarrollo grande que lo hacía “puntero en América Latina”. Sin embargo, posteriormente Argentina fue perdiendo posiciones. Respecto a la integración, afirmó que puede permitir el avance de la globalización, siendo el caso más interesante el de Europa. “Es un ejemplo de globalización, porque ya en la Comunidad Económica Europea, y ahora en la Unión Europea, había derecho de establecimiento, derecho que tienen los nativos de un país de la Unión de trabajar en igualdad de condiciones que el nativo de otro país”, analizó.

“En esta cuarta etapa del proceso globalizador, las fronteras pasan a ser una ilusión cartográfica. Van a existir las fronteras administrativas, para evitar muchas cosas, pero desde el punto de vista de los flujos internacionales de capitales y del comercio, las fronteras son una ilusión cartográfica”, indicó el profesor Eduardo Rabinovich.