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Año XV - Edición 275 20 de octubre de 2016

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La geometría variable en los procesos de integración

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Organizado por la Cátedra de la Integración de Sandra Negro y el CEIDIE, los días 3 y 4 de octubre tuvo lugar el seminario “La geometría variable en los procesos de integración”.

Las exposiciones se concentraron en cuatro ejes: la situación actual en la relación entre Estados Partes del Mercosur, en particular, el caso de Venezuela; el brexit: implementación del mecanismo del Art. 50 del TUE e implicancias para la integración europea; las posibles ampliaciones e incorporaciones: procedimientos jurídicos y evaluaciones políticas y los escenarios posibles para la integración regional: la Alianza del Pacifico.

Participaron expositores nacionales y extranjeros, funcionarios, diplomáticos y académicos, entre ellos, Liliana Bertoni, Santiago Deluca, Alejandra Diaz, Alfredo López Bravo, Martín Mollard, Sandra C. Negro, Lorenza Sebesta y Luciana Scotti.

Para comenzar, el día 3 de octubre Sandra C. Negro brindó unas palabras introductorias. De esta manera, explicó por qué se habla de geometría variable en los procesos de integración. Así, la geometría variable tiene no solo en cuenta si a un proceso se incorporan nuevos miembros, sino también si estos miembros deciden apartarse o separarse, aunque no sea totalmente, sino partes o regiones de un mismo país. “El otro fenómeno que está alcanzado con el título de geometría variable tiene que ver con la posibilidad de negociar en el marco internacional sustrayendo de la negociación a determinados miembros del proceso”, manifestó Negro. En los dos casos, se trata de alteraciones en la membresía. “Por un lado, dentro del término geometría variable, están los procesos de adhesión o de denuncia, ya sea de territorios, ya sea de países; y por otro lado, los distintos formatos que un proceso de integración a través de las excepciones puede permitir para la negociación o bien para el cumplimiento de los acuerdos que aparecen en el horizonte”, describió.

Luego, Lorenza Sebesta resaltó que es indudable que Gran Bretaña siempre ha tenido una importancia muy grande para los países continentales. “Nosotros sabemos que la trayectoria de la membresía de Gran Bretaña es muy corta en términos históricos”, remarcó. Asimismo, Sebesta consideró que quienes en Gran Bretaña votaron por el brexit estaban focalizados en una franja de edad y en territorios particulares. “En la lectura general desde el punto de vista de la política, entendida como filosofía política, los que votaron en contra de la Unión Europea, votaron mirando al pasado, para tratar de restaurar algo que hubo hace tiempo”, resaltó. De esta manera, este voto no se hizo mirando al futuro. “Me pareció interesante que yo también mirara al pasado”, indicó. La oradora aseveró que Gran Bretaña fue la precursora en lo que se refiere a dos dinámicas fundamentales de la modernización europea: en la dinámica económica, el desarrollo del capitalismo industrial; en la dinámica política, el desarrollo de los regímenes representativos.

El segundo día contó con la coordinación de Matías Crolla y comenzó con la ponencia de Alejandra Díaz. La oradora manifestó en primer lugar que el brexit no sucedió porque sí. La decisión de salir de la Unión Europea (UE) es algo que estaba dando vueltas hace mucho tiempo dentro de Inglaterra. Gran Bretaña no es parte de todo el proceso de integración, es decir, no empieza con lo que es la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) en el año 1952, sino que recién se va a unir a lo que ya va a ser la Comunidad Económica Europea (CEE) en el año 1973 porque Inglaterra nunca tuvo una pretensión de integración, generalmente siempre se pensó con sus propios intereses más que con un interés europeo, pero cuando vio que lo que había sido la conformación primero de la CECA y después la CEE permitía un crecimiento sostenido a los países que la integraban, Gran Bretaña pretendió ingresar y eso estableció de alguna manera dentro de todo el espectro político determinadas posiciones. Luego, se refirió a las posturas sobre el brexit de los distintos partidos que coexisten en Gran Bretaña. “La salida de Gran Bretaña va a permitir por lo menos dos niveles de discusión dentro de la UE, los que están en la zona euro y los que están fuera de la zona euro”, especificó Díaz.

A su turno, Sandra C. Negro propuso una serie de reflexiones a partir del brexit,sobre todo acerca de los aspectos concernientes a aquellos elementos que condujeron a la realización del referéndum y algunas posibles vías o alternativas de solución desde el punto de vista jurídico que en este momento están siendo tomadas en consideración para su posterior desarrollo. La expositora indicó que la salida no es automática ya que tendrá que regirse por lo que está dispuesto en el art. 50 del Tratado de la Unión Europea (TUE). “Ese art. 50 respondía a Gran Bretaña que iba a ser quien lo iba a usar, pero no se pensó que lo iba a usar después de un referéndum”, manifestó y explicó que el artículo prevé que hay una solicitud que se presentará una vez que un país tome la decisión de retirarse. Se hace saber esto al Consejo Europeo y este va a determinar en un plazo su decisión. “Gran Bretaña hoy en día trabaja sobre el escenario posterior a la salida. Más allá de la negociación hay que ver cómo se posicionará una vez que se haya desvinculado de los tratados comunitarios”, sostuvo Negro.

 

“Por un lado, dentro del término geometría variable, están los procesos de adhesión o de denuncia, ya sea de territorios, ya sea de países; y por otro lado, los distintos formatos que un proceso de integración a través de las excepciones puede permitir para la negociación o bien para el cumplimiento de los acuerdos que aparecen en el horizonte”, describió Sandra C. Negro.