La Facultad de Derecho: desde 1814 a la actualidad
1814-1874
En 1814 el Directorio aprobó la creación de la Academia de Jurisprudencia en la ciudad de Buenos Aires. Semejantes a las que funcionaban en Santiago y Charcas, abrió sus puertas en 1815, con la finalidad de formar a los futuros profesionales del Derecho en la práctica. Funcionó en unos locales ubicados sobre la calle Perú, en la llamada Manzana de las Luces.
La Academia, primera institución local de difusión de la enseñanza de la disciplina jurídica, se extendió durante gran parte del siglo XIX: sobrevivió a la caída del Directorio en 1820 y continuó funcionando hasta 1872.
La Universidad de Buenos Aires, fundada en 1821, contaba entre sus departamentos con el denominado Departamento de Jurisprudencia. En esa época, el título universitario no era habilitante por sí mismo, quien aprobaba las asignaturas previstas recibía un título académico que no le permitía desempeñarse activamente en la profesión y debía realizar tres años en la Academia para la habilitación profesional. El Departamento y la Academia de Jurisprudencia funcionaban como un doble sistema interdependiente de formación, entre teoría y praxis.
1874-1918
En 1873 se reunió la Convención Constituyente para darle forma a la Constitución de la Provincia de Buenos Aires, en la que se estableció la división en unidades académicas y la implementación de un sistema de facultades para la UBA. Así, en marzo de 1874, surgió la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, que reemplazó al Departamento de Jurisprudencia. El primer decano de la nueva sede fue Manuel Quintana y durante esta década la Casa de Estudios se trasladó a un edificio en la calle Moreno 350. Los últimos años del siglo XIX y los primeros del XX presenciaron un espíritu crítico y combativo por parte de numerosos alumnos y egresados respecto de la Facultad. Centraban sus protestas tanto en la organización de los cursos y programas como en la real eficiencia de aquella enseñanza. El 17 de junio de 1905 se creó el Centro de Estudiantes de Derecho.
1918-1943
El movimiento estudiantil iniciado en Córdoba en 1918 repercutió en todas las casas de estudio del país. En el ámbito de la Facultad de Derecho los reclamos fueron llevados a través de la intervención del decanato por parte de Estanislao Zeballos desde octubre de 1918. En el gobierno universitario se implementó la participación de profesores y alumnos y se fijó la asistencia libre a clase. El efecto de la intervención del sector estudiantil fue inmediato: en 1921 el reformista Mario Sáenz triunfó en las elecciones para el decanato. Se establecieron becas, seminarios, cursos nocturnos y se crearon la biblioteca circulante, la revista de la Facultad y el Instituto de Extensión Universitaria. Asimismo, el plan de estudios fue modernizado para adaptarlo mejor a las vicisitudes de la época. A dos años de iniciada la gestión de Sáenz, los sectores antirreformistas del proftrasesorado iniciaron una contraofensiva, que pretendía derribar todo lo vinculado con los avances recientes. Los hechos de violencia protagonizados por una minoría estudiantil de derecha llevaron a que Sáenz presentara su renuncia.
El 17 de noviembre de 1925 fue inaugurado el nuevo edificio de la Facultad de Derecho, situado en Las Heras y Azcuénaga. Poco después del golpe contra el presidente Hipólito Yrigoyen, el decano Alfredo Palacios renunció a su cargo. La década del 30 presenció una actividad estudiantil en la Facultad signada por permanentes enfrentamientos y desde el decanato se imponía una línea política volcada a las formas totalitarias de la época.
1943-1966
Antes de la asunción de la fórmula Perón-Quijano, el gobierno militar designó como interventor de la UBA a Oscar Ivanissevich y a la Facultad de Derecho fue destinado Ramón Alsina, quien continuaría en el cargo de decano hasta 1948. Es preciso recordar que en 1945 la agitación contra el gobierno militar había tenido en la Facultad uno de sus principales epicentros. En 1949 la Facultad se mudó hasta el predio de la Avenida Pte. Figueroa Alcorta 2263, en el que continúa ubicada en la actualidad.
Durante los primeros años de la intervención que tuvo a Alsina como principal autoridad, se instauró el sistema de becas y se implementaron los exámenes mensuales y el Plan de Estudios de 1953. Los profesores eran elegidos por el Poder Ejecutivo Nacional. Hasta el golpe de Estado de 1955, la situación en la Facultad de Derecho fue una réplica de lo que aconteció en la UBA en su conjunto: conflictos y tensiones constantes con el gobierno. Durante la denominada Revolución Libertadora, la institución fue un centro neurálgico del movimiento estudiantil que se sumó a las fuerzas que derrocaron al gobierno peronista.
En 1958 logró restablecerse la autonomía universitaria y se instauró finalmente el gobierno tripartito. De esta manera, los tres claustros –profesores, estudiantes y graduados– pasaron a componer el órgano que dirigiría la Facultad. En el plano de los estudios, el período que se extendió desde 1955 y 1966 fue uno de los más fructíferos de la historia de la Facultad. La institución adquirió un nivel académico que la colocó a la altura de las más prestigiosas del mundo.
1966-1983
En 1966 el golpe del general Onganía volvió a intervenir la UBA y sus facultades. A la Noche de los bastones largos le sucedieron las renuncias de varios docentes de la Facultad de Derecho y los estudiantes se levantaron en protesta. Hacia fines de la década de 1960 y principios de la siguiente se empezó a distinguir el accionar de una corriente mayoritariamente peronista dentro del estudiantado de la Facultad. En el corto período de gobierno de Juan Domingo Perón hasta su muerte y principalmente durante el período en el que María Estela Martínez de Perón asumió el ejercicio del Poder Ejecutivo, el feroz enfrentamiento dentro de la ideología oficialista repercutió en la Facultad, donde varios estudiantes perdieron la vida. La situación se complicó todavía más con el golpe de marzo de 1976, ya que las universidades, por primera vez, quedaron bajo autoridades militares.
1983-2016
Con el retorno de la democracia en 1983, el presidente Raúl Alfonsín procuró recuperar en el ámbito académico el clima anterior a 1966 y retornaron el pluralismo, la calma y la tolerancia a la Facultad de Derecho. Producto de la normalización, se incorporaron docentes de gran nivel académico y muchos de los concursos de profesores llevados a cabo durante la dictadura militar fueron anulados por las nuevas autoridades. Los aires de renovación llevaron a que se implantara, a mediados de la década, un Ciclo Básico Común en todas las carreras. A lo largo de la década de 1990 fueron frecuentes las protestas entre el alumnado contra la parcialidad del Poder Judicial y su manipulación por parte del gobierno. En 2010 fue elegida decana la profesora Mónica Pinto, primera mujer en ejercer este cargo, quien fue reelecta para el período 2014-2018.