Juzgar con enfoque de género
Juzgar con enfoque de género
El 27 de octubre el Proyecto DECYT: "La experiencia de la Asociación de Mujeres Juezas de España (AMJE): Juzgar con enfoque de género y educar en justicia igualitaria más allá de las fronteras" (director: Pablo Perel) junto a la Secretaría de Investigación organizaron la jornada “Juzgar con enfoque de género”. El evento contó con la participación de destacados/as expositores/as de Argentina y España.
Pablo Perel reconoció el trabajo en conjunto con la Asociación de Mujeres Juezas de España. “Venimos transitando esta senda desde hace algunos años gracias a la indispensable tarea de distintas referentes del espacio con particular énfasis. Quiero destacar la labor de la magistrada Glòria Poyatos, quien desde el día cero nos dio un apoyo muy valioso para poder intercambiar experiencias junto con otras queridas colegas. Esta actividad se organiza con el apoyo de la Secretaría de Investigación de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, en el marco de un proyecto de ciencia y técnica que desarrollamos con un equipo interdisciplinario”, expresó.
Tras presentar a Glòria Poyatos, señaló que “como habitualmente dice Glòria, juzgar con enfoque de género no es un acto de voluntad, sino una obligación legal”. Y sostuvo: “Quiero destacar que en la sala se encuentra presente la doctora Nelly Minyersky y una jurista de vanguardia, que ha trabajado con enfoque de género desde tiempos en que este tema era absolutamente contracultural. Les pido por favor un aplauso para ella también y un agradecimiento especial por acompañarnos”.
En tanto, Glòria Poyatos destacó la relevancia de la actividad. “Es un honor abrir esta jornada y es un honor hablar nada más y nada menos de algo de lo que es la idea asociativa de la AMJE, que es una asociación de la que estoy, ya lo digo aquí abiertamente, tremendamente enamorada, desde su creación, desde su nacimiento”, afirmó. Luego se refirió a la génesis de la Asociación de Mujeres Juezas de España. “Siempre me gusta decir que los orígenes no están en España, que los orígenes están en las antípodas., nada más y nada menos que en Australia, porque fue allá en el año 2014 cuando yo estaba por razones personales en este magnífico país donde conocí a la actual presidenta del Tribunal Supremo del Estado de Queensland, la primera mujer presidenta de esta Corte, Catherine Holmes, es que me habló de la Asociación Internacional de Mujeres Juezas. Yo desconocía su existencia, pero es verdad que desde el minuto cero me enamoré de esta asociación, porque no es una asociación feminista, es mucho más, no solo por la gran dimensión de socias que tiene actualmente más de 6500 en más de cien países, sino porque es una asociación que pretende y consigue cambiar y transformar la sociedad para avanzar en derechos humanos”. Luego comentó que durante su vuelo de regreso comenzó a pensar en la posibilidad de crear una asociación española integrada dentro de la Asociación Internacional: “Tuve el gran honor de dar con once mujeres maravillosas, juezas todas ellas, que a pesar de su procedencia geográfica distinta, a pesar de sus distintas edades y sus distintas jurisdicciones en las que trabajaban todas nosotras teníamos un proyecto común, unos valores comunes y sabíamos de dónde veníamos y teníamos también muy claro dónde queríamos llegar. Así que todas nos sumamos y unimos fuerzas, experiencias, espíritu crítico que a todas nos sobraba algo muy necesario y sumamos esfuerzos para lograr la creación de la Asociación de Mujeres Juezas de España en noviembre del 2015”.
Asimismo, señaló que la creación de la Asociación tuvo un gran impacto mediático y un gran impacto social en España. “La idea era hablar de que era una asociación de juezas. Por lo tanto, profesionalmente integrar la palabra, pero reforzarlo con el término mujer. Porque todas teníamos claro que antes que juezas éramos mujeres y que lo que pretendíamos hacer era ser un conjunto de mujeres ayudando a otras mujeres. Y nos constituimos. Y además tuvimos claro que queríamos impactar en la sociedad y estar presentes en los medios de comunicación también, pero también en las redes sociales. Y nos dimos de alta en Facebook y en Twitter y después más tarde en Instagram”.
Recordó que “empezamos a caminar y emitiendo comunicados, promoviendo formadas formativas en perspectiva de género. Hablamos de la perspectiva de género en un momento en que no era conocida en España, ni tampoco aplicada en el ámbito judicial, acuñados de alguna manera la realidad de un concepto que había allí. Hoy ya casi todas las salas del Tribunal Supremo español sí que hablan e integran en sus sentencias la perspectiva de género”. Y aludió a que el trabajo de la AMJE ha tenido impacto en la labor legislativa en leyes que afectan a los derechos humanos de las mujeres, los niños y las niñas.
Con respecto a las cualidades distintivas de la Asociación, expresó que “desde el inicio, desde nuestra propia existencia, ya las voces fundadoras teníamos claro algo fundamental y es que no pretendíamos ser endogámicas. Si nos importan muchísimo las juezas y qué queremos tirar a tierra el techo de cristal de la carrera y avanzar desde la justicia endógenamente en igualdad. Pero las juezas no son nuestra prioridad. Nuestra prioridad son las mujeres más vulnerables”. Por otro lado, indicó que también son autocríticas. “Desde el primer momento tuvimos claro que no queríamos integrarnos como una asociación profesional dentro del Consejo General del Poder Judicial. Para tener voz alta y clara y ser capaces de poder criticar siempre desde el respeto y desde el rigor jurídico aquellas resoluciones que tienen impactos nocivos en los derechos humanos de las mujeres que son dictadas por nuestros compañeros y compañeras, incluso desde las altas cortes”, reflexionó y agregó que “no somos contemplativas, somos resolutivas. No cambiamos a largo plazo, cambiamos a corto, cambiamos ahora, transformamos ahora la sociedad que no nos gusta, transformamos la sociedad para avanzar en derechos humanos. Una sociedad que necesita cambiar la educación, que es en definitiva la vacuna para acabar con la violencia de género”.
Por último, compartió una frase de Ruth Bader Ginsburg. “Ella decía que hay que luchar y hay que pelear por aquello en lo que creemos, pero hay que hacerlo de tal manera que los demás se sumen a nosotros. Este es el espíritu de la AMJE”, concluyó.