Justicia restaurativa
El pasado 22 de marzo en el Salón Verde se realizó la actividad “Justicia restaurativa”, coordinada por Silvina Andrea Alonso y organizada por el Departamento de Derecho Penal y Criminología de la Facultad.
La charla contó con la participación de Alejandra Quinteiro (quien está a cargo de la Oficina de Apoyo a la Justicia Penal Juvenil del Consejo de la Magistratura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), Ivo Aertsen (profesor de la Universidad de Criminología de Leuven de Bélgica), Daniel Achutti (profesor de Derecho Penal y Criminología de la Universidad de La Salle) y Pablo Galain (investigador senior del Instituto Max Planck y becario posdoctoral Marie Curie).
Alejandra Quinteiro comentó que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) posee un régimen procesal juvenil que contempla las vías alternativas de resolución de conflictos: “Cuenta con secretarias especializadas. (…) Tenemos el cuerpo de mediadores especializados y tenemos una oficina de apoyo a la justicia penal juvenil que no sólo tiene la función de trabajar con el equipo transdisciplinario”. Sin embargo, reconoció que la justicia restaurativa funciona dentro del procedimiento penal juvenil, a diferencia de lo que ocurre en otros países como en Bélgica, donde tiene lugar en paralelo.
La intervención de Pablo Galain versósobre cómo instaurar la justicia restaurativa e identificó el miedo como un obstáculo en ese sentido. “El gran problema para producir el cambio de paradigma es que creemos irracionalmente en la pena. (...) Creemos en el castigo que infringe dolor porque tenemos miedo. Tenemos miedo a ser mejores como sociedad, porque aceptar la justicia restaurativa es una forma de dejar atrás el miedo y apostar a la restauración de la confianza rota y nos devuelve el sentimiento de seguridad. La justicia restaurativa permite a las víctimas perder el miedo y perdonar y a los autores explicar y pedir perdón”, sostuvo.
Por su parte, Daniel Achutti se dedicó a trabajar la conexión de la justicia restaurativa con las propuestas de abolicionismo penal. “Los abolicionistas fueron probablemente los más creativos críticos del sistema de justicia criminal que la criminología ha visto. Porque van al centro de la cuestión”, afirmó. No obstante, reconoció que existen numerosas dificultades para pensar el abolicionismo como una solución a las falencias del sistema criminal brasilero e identificó una serie de problemas: “Primero el encarcelamiento de la población pobre que es central en las cuestiones que envuelven la violencia y las desigualdades. Las desigualdades sociales son un problema para así proyectar una justicia restaurativa”. Por otro lado, contrastó: “Otra cosa muy distinta es un país donde las desigualdades casi no existen. A pesar de Hulsman y Christie y sus orígenes en Holanda y Noruega, sus críticas pueden ser pensadas para nuestro contexto, pero tenemos que pensar las críticas para la construcción de un modelo crítico de justicia restaurativa en las circunstancias específicas de América Latina”.
La intervención de Ivo Aersten versó sobre el crimen corporativo y la justicia restaurativa. El trabajo que presentó es el resultado de una investigación que realizó la Universidad de Milán y la Fundación Max Planck y se publicó en un libro en Italia. Este artículo se problematiza sobre el crimen y la violencia corporativa, los desafíos y la potencialidad que conlleva la justicia restaurativa y trata de indagar acerca de las posibilidad de aplicación de la justicia restaurativa.