Jornadas de Intervención Administrativa
Organizada por la Cátedra de Derecho Administrativo de Guido Santiago Tawil, el jueves 20 de octubre último se desarrolló en el Aula 1 de Extensión Universitaria de nuestra Facultad de Derecho una jornada que se propuso reflexionar en forma conjunta lo que se conoce por intervención administrativa. La coordinación del encuentro fue de Karina Cicero, mientras que el comité organizador estuvo encabezado por Dafne Ahe.
La inauguración del evento se constituyó con las palabras de bienvenida de Guido S. Tawil, Profesor Titular de esta Casa, quien expresó que “el tema que nos convoca hoy es un tema que siempre ha tenido actualidad, que siempre ha generado pasiones y polémicas”.
Recordó al padre de la economía clásica, Adam Smith (1723-1790) que en su obra cumbre “La riqueza de las naciones” teorizó sobre la existencia presunta de una mano invisible que crea equilibrios entre todas las fuerzas de la economía moderna. Tal mención vino a colación del fuerte intervencionismo que se está alentando en los estados hoy en crisis. A decir verdad, muchos de los que aún hoy sostienen la aplicabilidad práctica de los equilibrios automáticos de Smith admiten que, en ocasiones, aguardar por el surgimiento de este fenómeno puede representar inaceptables costos sociales que deben ser suplidos inevitablemente por la intervención del Estado.
Sin embargo, Tawil remarcó que no es lo mismo una intervención por parte del Estado acotada meramente al momento coyuntural, en que la crisis está en su apogeo, a aquella intervención que se prolonga en el tiempo quebrando así su rasgo de excepcionalidad.
“El gobierno norteamericano en la actualidad y así también los gobiernos europeos están de alguna manera desarrollando más teorías keynesianas, una mayor intervención, pensando que a través de la explosión del consumo nosotros vamos a conseguir revertir las crisis”, explicó Tawil.
El orador reconoció el posible surgimiento de variados peligros ante la decisión de extender en el tiempo las políticas intervencionistas, las mismas que en un principio pudieron dar buenos resultados. De este modo, por ejemplo una expansión en la inversión pública puede resultar altamente beneficiosa en el corto plazo, pero se volverá un escollo si se descubre que para el financiamiento de estas obras se hizo uso de recursos no genuinos. De hecho, si las mismas se emprendieron en base al endeudamiento público o a una desproporcionada emisión monetaria se producirán posteriormente fuertes conflictos para el Estado.
Anticipó además que el mundo se encamina rumbo a la aplicación de políticas de mayor intervención estatal. Por ello, advirtió que desde su perspectiva la prolongación en las modalidades intervencionistas puede crear distorsiones ampliamente lesivas.
Según Tawil, cierto es que prohibir un aluvión de imploraciones seguramente tenga por consecuencia que el empresariado local se vea alentado a invertir en la industrialización del país. A pesar de esto último, no menos cierto es que si uno modifica intempestivamente las políticas comerciales levantando las barreras proteccionistas es muy probable que se provoque un alto costo social debido a que los incipientes emprendimientos industriales caerán en la quiebra. “El problema son las señales económicas a largo plazo”, resumió.
Según el orador el problema de los mercados donde hay distorsiones es que donde habría pérdidas hay ganancias y donde habría ganancias hay pérdidas. “La intervención del Estado en la economía me parece razonable y esperable, por supuesto en todo lo que tiene que ver con la fiscalización y el control” y añadió “pero en lo que es la actividad económica tiene que ser (la intervención) con cuidado y sobre todo con una visión de permanencia en el tiempo por los costos que pueden producir las alteraciones parciales”. A decir verdad, la inserción de mejores servicios públicos en nuestro país requiere de inversiones a muy largo plazo que, a su vez, demandan señales constantes de confianza para quien invierte.
El primero de los expositores fue Federico Campolieti, quien centró su disertación en la intervención en los derechos económicos y libertades comerciales. En un mismo panel, Ignacio Minorini Lima analizó las restricciones a los derechos de propiedad y la expropiación inversa en el derecho argentino. Más luego, Luis Dates se refirió a la llamada intervención de fomento, agregando a ello los beneficios fiscales ofrecidos actualmente a las actividades mineras. Vale efectuar la aclaración de que en este panel la moderación estuvo a cargo de Dafne Ahe.
En un segundo panel moderado por Analía Soler, Fernando Juan Lima y Gabriela Bordelois se abocaron a la intervención en materia de distribución y exhibición cinematográfica, y a la intervención en cuestiones ambientales, respectivamente. Dicho panel se dio concluido con la intervención de Enrique Veramendi, quien analizó la intervención permanente en actividades económicas dispuesta por razones de necesidad y urgencia.
Ya en un tercer modulo, Martín Galli Basualdo estudió la recientemente sancionada ley de medios, mientras que a Cristian Fernandez le correspondió exponer sobre la intervención en las decisiones empresarias. Participó también de este panel Sofia Capalbo en su calidad de moderadora.
En un último panel Gabriela Seijas disertó sobre la relación que presentan elementos tales como la intervención y el derecho a la intimidad. Seguidamente, María Paula Rennella comentó sobre las particularidades de la publicidad oficial y su incidencia en los criterios de distribución. Finalmente, Ana Salvatelli en su ponencia se preguntó si: ¿Es necesario legislar la distribución de la publicidad oficial?, ello a propósito del fallo “Perfil”. Para este último panel Natalia Aprile dijo presente para asistir a los expositores en con su tarea de moderación.
“La intervención del Estado en la economía me parece razonable y esperable, por supuesto en todo lo que tiene que ver con la fiscalización y el control”, expresó Guido Santiago Tawil.