Jornada sobre Ambiente y Turismo
El pasado 26 de septiembre tuvo lugar en el Salón Rojo de la Facultad de Derecho la Jornada sobre Ambiente y Turismo, que estuvo a cargo de la Mag. Adriana Martínez (UBA) y el Dr. Eduardo Salinas Chávez (Universidad de La Habana, Cuba).
Para comenzar, la Mag. Adriana Martínez trató “los problemas ambientales y el turismo a la luz de las normas nacionales e internacionales”. Así, consideró que el ambiente se relaciona con el turismo y analizó cómo es abordado por instrumentos internacionales y nacionales. En tal sentido, se refirió a las interrelaciones entre el sistema ambiente y turismo: mientras que el ambiente provee al turismo de un patrimonio indispensable y de recursos turísticos, el turismo es un conjunto complejo de actividades. Observó también que la fortaleza y el dinamismo del quehacer turístico se vincula con la protección ambiental. Haciendo referencia a la Organización Mundial del Turismo, recordó que los principales actores consideran que el turismo está vinculado con siete temas: empleo, energía, ciudades, alimentación, agua, océanos y desastres.
A su vez, mencionó directrices sobre diversidad biológica y desarrollo del turismo, considerando que la biodiversidad se basa en la protección de las especies ante la amenaza de la desaparición de las mismas. Por otro lado, advirtió que el turismo proporciona la posibilidad de producir fondos económicos, y que “la naturaleza tiene un valor intrínseco que demanda la conservación de la diversidad para asegurar el mantenimiento de sistemas esenciales de apoyo vital”.
En cuanto a las actividades turísticas, señaló que deben ser sostenibles ambiental, económica, social y culturalmente. Asimismo, subrayó que el Programa de las Naciones Unidas, especialmente de la UNESCO, protege espacios reservados para la generación presente y la futura. Con respecto al patrimonio cultural, marcó que la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural fue adoptada por la UNESCO con el objetivo de promover la identificación, protección y preservación del patrimonio cultural y natural de todo el mundo, el cual es considerado especialmente valioso para la humanidad. Aseguró entonces que las tradiciones, el arte y los eventos sociales también deben ser protegidos. En este orden de ideas, hizo mención a la Convención para la salvaguarda del patrimonio cultural y material; la Convención para la salvaguarda del patrimonio cultural subacuático; y la Convención sobre la protección y promoción de la diversidad biológica y diversidad de expresiones culturales.
Teniendo en cuenta que el agua es un recurso indispensable y estratégico, aclaró que en la Conferencia Internacional sobre Agua y Medio Ambiente en Dublín de 1992 surge la Declaración sobre el Agua y el Desarrollo Sostenible, estableciendo principios básicos de buena gestión del agua. “Con la rápida urbanización y el cambio climático, la meta de este año es atraer la atención hacia los beneficios de la cooperación de la gestión del agua”, expresó. Describió además que el Protocolo de Kyoto sobre el cambio climático es un protocolo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y se trata de un acuerdo internacional que tiene por objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global es un protocolo de la CMNUCC. También, aludió a las políticas integradas de nuestro país y a la ley de áreas protegidas.
Seguidamente, el Dr. Eduardo Salinas Chávez expuso sobre “turismo y cambio climático. Adaptación y mitigación. Experiencia cubana”. En tal sentido, aseveró que el cambio climático se relaciona con todos los procesos naturales en el planeta. Lo diferenció de la variabilidad climática, precisando que el clima de la tierra fue variando con diferentes causas y con la incorporación de la influencia antropogénica en el clima. Así, definió al cambio climático en base a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, entendiéndolo como la actividad humana que de forma directa o indirecta altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante periodos de tiempo comparables.
También indicó que los mayores desastres pronosticados para Cuba están relacionados con el cambio de nivel de precipitaciones entre un 10 y un 15%; el incremento de frentes fríos; y vientos secos con incremento del peligro de sequía, lo cual genera que las aves migratorias y los humedales se vean muy afectados.
En relación con los diferentes usos de la tierra, resaltó que se están llevando a cabo evaluaciones de la degradación del territorio de Cuba. Hizo referencia también a estudios que se encuentran definiendo cuál va a ser el impacto ambiental de los principales destinos turísticos. Además, distinguió los impactos directos o inmediatos, de los indirectos, que se producirán a más largo plazo.
Instó entonces a democratizar el conocimiento, crear foros para concientizar la adaptación al cambio climático, advirtiendo que Cuba perderá varios kilómetros de territorio. Finalmente, se refirió a la creación de guías de buenas prácticas para comenzar a entender que hay que vivir con el riesgo del cambio climático y debemos adaptarnos a ello.
“La naturaleza tiene un valor intrínseco que demanda la conservación de la diversidad para asegurar el mantenimiento de sistemas esenciales de apoyo vital”, observó Adriana Martínez.