Jornada sobre acceso a los medicamentos y seguridad del paciente
El pasado 7 de noviembre se desarrolló en el Salón de Usos Múltiples del Instituto Gioja la “Jornada sobre acceso a los medicamentos y seguridad del paciente”. La presentación de la actividad estuvo a cargo de la Dra. Marisa Aizenberg (Directora Académica del Observatorio de Salud de la Facultad de Derecho), quien remarcó la importancia de que se abra el debate sobre estas cuestiones en el ámbito de la Universidad pública. También resaltó el aporte y trabajo del Observatorio de Salud de la Facultad en el área medicamentos y nuevas tecnologías.
A continuación, tomó la palabra la Dra. María Cristina Cortesi a fin de abordar la regulación jurídica del medicamento y las funciones de la autoridad regulatoria en Argentina. En tal sentido, consideró al medicamento como una cadena con muchos eslabones durante toda su vida útil, los cuales están perfectamente regulados en relación con las personas físicas y jurídicas que intervienen.
En cuanto al acceso a los medicamentos, hizo referencia a la Organización Mundial de la Salud, que lo entiende como la garantía que la sociedad otorga a través de los poderes públicos para que las personas puedan reclamar a sus sistemas de salud prestaciones, sin que la capacidad de pago sea un factor restrictivo. Al hacer hincapié en el rol del medicamento detalló que, según la OMS, las enfermedades se previenen, diagnostican y curan en un 74% con medicamentos. Remarcó también los tres agentes diferenciados que intervienen: el médico o prescriptor; el que paga, como financiador o paciente; y el paciente que lo consume. De tal modo, señaló que existe una información asimétrica por parte del paciente con respecto a otros eslabones que intervienen en el medicamento. Así, opinó que el paciente necesita más información. Mencionó además el precio de los medicamentos conformado por los gastos logísticos más sus ganancias, toda vez que desde el laboratorio hasta que llega al consumidor hasta con un 75% del valor original. Precisó entonces que existen regulaciones que lo consideran un bien social, otros como bien de mercado y otros como bien de salud.
Subrayó, asimismo, la crisis en la legislación sanitaria argentina y la inflación legislativa en materia de salud en general, ya que cada subsistema de salud tiene su propia norma y existe diferencias en el acceso. Además, se refirió a la tendencia a regular por temas puntuales. En este orden de ideas, estimó necesaria una ley general que sea aplicable para todo tipo de enfermedades.
Por otra parte, se centró en el marco histórico-político argentino, recordando que se pasó de un Estado de bienestar en materia de salud a la década del `90 con la culminación de un Estado neoliberal. Actualmente, advirtió que se está revirtiendo pero no quedan claros algunos temas, como cuál es la verdadera función del Estado en la provisión de servicios de salud. Hizo mención entonces al marco jurídico, desarrollando la ley de medicamentos nº 16.463, la del ejercicio de la medicina y odontología nº 17.732, y la ley de patentes nº 24.481. También comentó que la Organización Mundial del Comercio estableció las ADPIC para determinar pautas mínimas de protección en las legislaciones internas. Con motivo de esta regulación internacional, se dictó la ley de confidencialidad de datos nº 24.766, mientras que en el año 2002 con el Decreto 486 se estableció la emergencia sanitaria. En este marco, se dictó el Programa Remediar y la ley para la prescripción por denominación genérica nº 25.649. También hizo alusión al Programa Médico Obligatorio, el cual se rige por Resolución nº 1991/2005. Subrayó además que la Resolución 20/2005 cambió los paradigmas de los controles porque a partir de allí se revisan las propagandas ex post.
Para concluir, indicó los desafíos en materia de salud como el envejecimiento, ya que las personas viven más años y en la última etapa requieren más servicios de salud y atención médica; la judicialización; y las nuevas tecnologías. “Todas las políticas deben colocar al paciente en el centro de la toma de decisiones”, finalizó.
Por su parte, el Dr. Ernesto Felicio trató los costos de la investigación y el desarrollo de nuevos fármacos, como así también el mercado farmacéutico local e internacional.
En la Mesa “Estado actual de la investigación farmacológica en seres humanos” Ignacio Maglio, Jorge Velasco Zamora y María Susana Ciruzzi analizaron la investigación y desarrollo de nuevos fármacos, la normativa aplicable, la mirada del investigador y aspectos bioéticos en la investigación con seres humanos.
Intervinieron en la Mesa “Hacia un medicamento seguro I”, intervinieron Gustavo Jankilevich y Adriano Castronuovo, quienes desarrollaron la clasificación de productos farmacéuticos, bioequivalencia, biodisponibilidad, productos biológicos y el problema del financiamiento en los medicamentos de alto costo. En la Mesa “Hacia un medicamento seguro II” participaron Maximiliano Derecho y Jésica Carino, quienes abordaron los medicamentos ilegítimos, a través del Programa Nacional de Pesquisa de Medicamentos Ilegítimos.
Hacia el final, Marisa Aizenberg, Teresita Ithurburu y Mercedes Jones integraron la Mesa “Los pacientes y la garantía de acceso a los medicamentos”.
“Todas las políticas deben colocar al paciente en el centro de la toma de decisiones”, observó la Dra. María Cristina Cortesi.