Investigación jurídica, universidad y Estado de derecho
Investigación jurídica, universidad y Estado de derecho
El pasado 10 de agosto el programa Cuestiones de Estado organizó la jornada “Investigación jurídica, universidad y Estado de derecho”.
En este marco, brindaron su aporte Marcelo Alegre (profesor y director del Instituto Gioja), Laura Lora (profesora e investigadora de la Facultad), Daniel Pastor (profesor y secretario de investigación de la Facultad), cuyas ponencias moderó Carlos Mas Velez (coordinador del programa Cuestiones de Estado).
En primer término, Marcelo Alegre expuso: “Cuando comenzó la democracia recuperada el 10 de diciembre de 1983 el presidente Alfonsín dio su primer discurso oficial ante la Asamblea Legislativa. Había muchos temas importantes para considerar en ese discurso, como la relación entre los medios y los fines y la necesidad de erradicar para siempre la violencia, pero Alfonsín se tomó el tiempo para descalificar lo que él llamaba la concepción que el régimen tenía de las universidades como enseñaderos. Creo que ese es un buen punto de arranque para reivindicar la universidad de investigación y dentro de ella el rol de la Facultad de Derecho”. En esta línea, resaltó que “una universidad de investigación crea, no solo difunde conocimiento y la existencia de un conjunto de docentes investigadores a tiempo completo fortalece la independencia académica de los juristas. Esto no significa, por supuesto, eliminar las dedicaciones simples que son absolutamente necesarias dada la enorme cantidad de cursos que la facultad tiene la responsabilidad de dictar”.
Seguidamente, señaló que “hoy la investigación en la Facultad muestra buenas perspectivas y este es el resultado de una larga historia, que arranca con el decanato de Eugenio Bulygin a principios de los ochenta”. Y mencionó dos hitos de esta gestión: el plan nuevo que permite que los estudiantes puedan armar distintos recorridos en su formación y la creación del Instituto Gioja que terminó con una dispersión de institutos que existía hasta ese momento.
Luego reivindicó del decanato de Pinto los programas de investigación para estudiantes: “La idea era sembrar para pensar en futuras generaciones de investigadores y conectar la investigación con la enseñanza de grado con la idea de que la investigación va a tener un lugar más importante aún en la Facultad y lo va a tener asegurado cuando los estudiantes valoren, vivan y defiendan la investigación”.
En cuanto a la gestión actual del decano Bueres, comentó que se llevó a cabo el concurso del Gioja, cuyo reglamento se había aprobado en la gestión anterior y es el primer reglamento que, entre otras cosas, garantiza una gobernanza paritaria en términos de género en este instituto de investigación.
Por su parte, Laura Lora disertó en torno a su experiencia como docente e investigadora de la Universidad de Buenos Aires. “A partir del año 1983 que empezamos a vivir en democracia, yo cursaba mi carrera de Abogacía y el año siguiente se creaba el Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sociales por Juan Carlos Agulla, sociólogo e investigador del CONICET”, comenzó diciendo y agregó: “Cuando se creó este instituto la idea era institucionalizar la investigación y que en un mismo espacio se realizaran todas las investigaciones y la profesionalización del investigador”. En esta línea, comentó que tuvo la oportunidad de especializarse en la Facultad gracias a la política de la Facultad para quienes realizan carreras docentes para poder beneficiarse con becas respecto de su formación de posgrado. “Todo va en paralelo: investigación, proyectos UBACyT y temáticas que se trasladan a los cursos del CPO”, puntualizó.
Por otro lado, resaltó que “los programas que desde la UBA fueron creados para acompañar en las investigaciones, ya sea en los programas de movilidad académica internacional, que son programas que nos permiten a los docentes establecer vínculos académicos con otras universidades del exterior, como el programa de viajes internacionales, instancias de investigación”. Y manifestó que “son grandes posibilidades que nos ofrecen a los docentes para que salgamos de la facultad y para que también esas interacciones hoy se vivan como logros”.
Asimismo, se refirió a las políticas institucionales de la Facultad de Derecho en materia de investigación. “Hay un antes y un después del año 2000. Ha habido muchísimos programas, como por ejemplo el programa de estudiantes adscriptos a los proyectos de investigación. He logrado contactarme con estudiantes que realmente han demostrado su vocación y su compromiso con la investigación”. Además subrayó el apoyo que se da desde la Secretaría de Investigación a los cursos del CPO orientados a la investigación y celebró “la posibilidad de que los alumnos que los docentes consideramos que han realzados buenos trabajos de investigación con aportes originales en torno a los temas que investigan puedan ser publicadas a través de Lecciones y Ensayos”.
Seguidamente, Daniel Pastor expresó: “Como secretario de investigación no hago más que seguir la estela que ha marcado Mónica Pinto desde su gestión y Marcelo Alegre, quien me ha presidido en el cargo”.
Luego subrayó que “la idea es seguir con los proyectos, reforzarlos y profundizarlos”. Y expuso sobre la incorporación del Laboratorio de Innovación e Inteligencia Artificial aplicada al derecho. “Conforme con los tiempos que corren hemos desarrollado unas líneas básicas de investigación aplicada en esta materia”, detalló.
Más adelante, vinculó la investigación jurídica de la Facultad con el Estado de derecho. En este sentido, indicó que “en esta etapa en que la consolidación de la democracia ya fue conseguida, a través del Consejo de la Consolidación de la Democracia conformado fundamentalmente por profesores de la casa, hoy lo que advertimos es la necesidad de trabajar en la profundización de la democracia”.
Asimismo, añadió que “deberíamos perseguir tener desde el punto de vista individual ciudadanos que sean más responsables políticamente; ciudadanos que sean desde el punto de vista económico más productivos y comprometidos con la generación de riqueza y el exterminio de la pobreza”.
Y, desde el punto de vista institucional, especificó: “Creo que las investigaciones deberían apuntar a una regeneración política de nuestra democracia; una regeneración que esté fundada en lo que son los valores de la actualidad: a partir de una nueva ilustración radical, que puede fundar esta regeneración de una democracia que profundice no solo el derecho y el goce de los derechos en mejores situaciones de igualdad, sino que también sea generadora de riqueza y prosperidad como forma de terminar con la pobreza que tanto nos entristece y desfigura lo que debe ser una democracia del Estado de derecho”.