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Año VIII - Edición 152 04 de noviembre de 2009

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I Congreso Internacional sobre Conflictos y Violencia en las escuelas

  • Notas

El 8 de octubre se realizó en el Salón de Actos la ceremonia de apertura del I Congreso Internacional sobre Conflictos y Violencia en las Escuelas que contó con la presencia de la organizadora general del Congreso, Andrea G. Kaplan; el Presidente del Comité Organizador, Lic. Fernando Osorio; los profesores de nuestra Facultad, Lidia Garrido Cordobera y Néstor Solari; y el Dr. Domingo Bello Janeiro, quien tuvo a su cargo la conferencia inaugural.

En primer lugar, Andrea G. Kaplan aclaró que la educación no es sólo responsabilidad de los funcionarios ni de los directores de las escuelas ni de los docentes, porque “no es la escuela la que violenta los vínculos de los sujetos que la componen, sino que ésta es un espacio para habilitar relaciones democráticas y con fines de cuidado mutuo”.

Por su parte, propuso pensar en que existe un espacio donde los miembros de la comunidad se encuentran y se construyen métodos, con buenas expectativas, “sin olvidar que en éstos mismos espacios también se genera conflictividad, acosos, pelea, ven definitiva, violencia”.

Finalmente, dijo que el abuso sexual infantil, la desocupación, el embarazo adolescente, la promiscuidad, el consumo abusivo de drogas, la corrupción en el Estado, “son tópicos que no sólo generan episodios violentos, sino que soy violentos en sí”.
A continuación tomó la palabra, el Lic. Fernando Osorio hizo referencia a que en las últimas décadas del siglo XX el ejercicio de la autoridad ha sido ridiculizado y emparentado con el conservadurismo nostálgico, mostrando al pasado como algo obsoleto y decadente, y además, un futuro incierto y ajeno, del que nada puede esperarse.

Asimismo, entendió que “si nadie cree en los padres y en los maestros, se pierde el poder de transmisión de la herencia, algunos no confían en su saber, algunos dudan, claudican a la hora de poner un limite, y es ésta alteración de valores la que se traduce en perplejidad”.

A su vez, expresó que se ha perdido toda esperanza en el semejante, ya que “para el ser humano contemporáneo no hay garantía en el futuro, su vida es un presente continuo, anónimo, tedioso e insatisfactorio, y el pasado esta caduco y el futuro lejano, incierto y carente de toda protección”, por ende es necesario reafirmar el valor de la autoridad para reencontrar el legado de los antecesores y fundar nuevas descendencias.
Concluyentemente, remarcó que las futuras generaciones tendrán dos alternativas: “mantener lo que les fue dado de modo inmutable, lo cual implica cierta degradación, o tomarlo como un bagaje cultural que posibilite un mundo mejor, para el las generaciones que vendrán”.

A continuación se dio lugar a la Conferencia Inaugural del Congreso, a cargo del Dr. Domingo Bello Janeiro, catedrático de Derecho Civil de la Facultad de Derecho de La Coruña y miembro de la Academia Gallega de Jurisprudencia.

Acto seguido a su presentación, manifestó que la educación es un factor clave para el porvenir personal, laboral y social de los jóvenes, “más aún en tiempos de crisis económica, adquiere un valor extraordinario para retomar la senda del crecimiento”, siendo coherente con las demandas de la sociedad de nuestro siglo y para afrontar los retos actuales y futuros.

Del mismo modo, subrayó la falta de educación que fomente valores, forme inteligencia, transmita saber, prepare a los hombres, impulse la igualdad de oportunidades, ay que de la educación depende el desarrollo cultural, económico y social de la sociedad. Así, identificó a al autoridad como una de las tareas más necesarias para el progreso de una sociedad democrática, “con la idea de alcanzar soluciones consensuadas y, por eso mismo, estables y duraderas”.

No obstante, afirmó que todos deben reconocer y prestigiar al docente, en cambio a menudo se reciben noticias sobre agresiones a su figura “que nos hacen pensar que en la sociedad algo no funciona bien cuando en la escuela se viven estos hechos”, y es consecuencia mediata de éstos, la pérdida de autoridad.

En relación a la perdida de autoridad, examinó hay un cierto malestar ante un conjunto de actitudes personales y colectivas, poco sensibles a la vida en colectividad, pero “no creo que este sea un problema de falta de autoridad en el sentido clásico del termino, sino es que no somos capaces de enganchar a la gente en algo percibido y sentido como común, individual y colectivo”.

En consecuencia, opinó que no sólo se trata de falta de autoridad, sino que a veces los responsables de la educación no saben estimular a los alumnos, siendo necesario un apoyo a la familia del joven, porque es ésta parte fundamental de la comunidad educativa, “el primer núcleo socializador en el que los niños se desarrollan y los padres desempeñan un papel fundamental al enseñar los limites”.

Por lo tanto, evocó que no hay autoridad que no acabe convirtiéndose en una pura represión autoritaria, por ende tanto la autoridad como la responsabilidad moral, deben basarse en el respeto a la dignidad del otro.

De modo concluyente, puntualizó al idea de buscar entre todos los mecanismos existentes el modo para resolver conflictos y transformar la cultura educativa, a través de estrategias dirigidas a alumnos, profesores y familias, basados en la cooperación, ya que “muchos de los conflictos surgen por falta de colaboración, y en cambio la mediación es una medida ideal para problemas entre alumnos y relaciones de poder”.

Durante el día 9 de octubre tuvieron lugar las comisiones de trabajo vinculadas al Derecho. Las conferencias y los expositores fueron los siguientes: “Introducción a la problemática del derecho en la educación” (Gonzalo Álvarez), “Responsabilidad civil de los equipos directivos y de los establecimientos educativos” (Marcelo López Meza, Daniel Pizarro y Lidia Garrido Cordobera), “La admisión y permanencia en los establecimientos educativos como derecho humano” (Mónica Pinto, Gustavo Ordoqui Castilla, Laura Gásquez y Néstor Solari), “Responsabilidad civil de los padres por las acciones de sus hijos en el ámbito escolar” (Oscar Ameal, Olga Orlandi, Cristina Plovanich y Vera Fradera) y “Riesgos y daños en fiestas y viajes de egresados” (Federico De Lorenzo, Fulvio Santarelli y Fernando Sagarna).