I Coloquio Internacional de Actualización en Filosofía del Derecho “Adónde van las investigaciones del siglo XXI”
“¿Adónde van las investigaciones del siglo XXI?” fue el interrogante que obró como disparador del I Coloquio Internacional de Actualización en Filosofía del Derecho, que se realizó en nuestra Facultad los días 26 y 27 de abril pasado, y que contó con las disertaciones de profesores reconocidos de diversas universidades del mundo.
La oportunidad del Coloquio sirvió, entre otras cosas, para situar en el centro de la escena los debates más recurrentes que se están suscitando actualmente y en los últimos años en los distintos círculos filosóficos y que, casualmente o no, tienen al derecho como protagonista.
El Coloquio abrió con una conferencia inaugural del Dr. Ricardo Guibourg, Director del Departamento de Filosofía del Derecho de nuestra Facultad, quien fue introducido por las palabras de bienvenida del Decano Dr. Atilio Alterini, a través de las cuales compartió su preocupación por el impacto que las nuevas tecnologías convergentes, la nanotecnología, la biotecnología, la alta informática y la cognosciencia, están generando en los pilares éticos de los derechos humanos.
El Dr. Guibourg comenzó diciendo que el derecho, dependiendo de cómo se lo mire, puede parecerse bastante a la geología (por su lenta evolución), a la política (por el cambio abrupto de sus contenidos), o bien al arte (si nos preguntamos por la vaivenes del talante con el que hablamos de él). Es en esta última dirección que nuestro profesor se explayó. Para él, “la historia del derecho occidental puede leerse en dos parámetros: como la historia del poder, por un lado, y como la historia de los desafíos a su hegemonía, por el otro”.
“Hay que reconocer que las instituciones de la democracia están más inconexas que nunca”, indicó Guibourg, argumentando que hoy el pueblo elige a sus representantes pero no confía en ellos. “Los constituyentes se sienten responsables de incorporar en la Constitución los principios de justicia en todos los órdenes, sin prestar tanta atención como antes a los métodos y procedimientos de creación de las normas” -acusó críticamente con cierto realismo. “Cada ciudadano está acostumbrado a bautizar sus intereses con el nombre de derechos; el derecho se convierte en un arma retórica y la actitud descriptiva se eclipsa para dejar el lugar a prescripciones descarnadamente sectoriales” -agregó el profesor.
Desde ahí, Guibourg se preguntó si esto es lo que verdaderamente esperamos del derecho, o si bien es posible cambiar esta realidad. “Me atrevo a sospechar que la dificultad no está en lo que puede o no hacerse, sino en nosotros, en lo que queremos o no queremos hacer” -arriesgó. “Yo sostengo que es preciso poner un poco más de claridad en nuestros propósitos y a partir de allí en nuestros pensamientos” -propuso seguidamente. En ese sentido, reconoció que si bien en la sociedad actual todos tenemos nuestras buenas intenciones y nuestros buenos intereses, apeló a sus colegas para llegar a consensos que permitan apoyarnos en bases más sólidas e intersubjetivas.
A lo largo del Coloquio, pudieron escucharse las siguientes exposiciones: “Estado de soberanía y globalización”, a cargo del Lic. Gonzalo Aguirre (UBA); “Estado de Derecho y estado de excepción”, a cargo del Dr. Gustavo Simona (UBA); “Filosofías críticas de las patologías sociales”, a cargo de la Dra. Alicia Farinati (UBA); “Verdad y ficción en la escena del derecho”, por el Dr. Carlos Cárcova (UBA); “Una conferencia más sobre el Quijote y el Derecho”, del Dr. Andrés Botero Bernal (Universidad de Medellín, Colombia); ”La jurisprudencia como fuente de derecho: una perspectiva hermenéutica”, a cargo del Dr. Giuseppe Zaccaría (Universidad degli Studi di Padova, Italia); “Secularización y Derecho”, por la Dra. Ana Messuti (Universidad de Salamanca, España); “Fundamentos Filosóficos de los Derechos Humanos”, a cargo de la Dra. Analía Mas (UBA); “¿Hay gendarmería en Internet?”, por los Lic. Gonzalo Aguirre y Lic. Federico Winer (UBA); “Justicia y Legislador Racional”, por el Dr. Tercio Sampaio Ferráz Jr. (Universidad de São Paulo, Brasil); “El Gobierno de la Red”, del Prof. Antonio Martino (Universidad de Pisa en la Argentina); y “El platonismo en Kelsen”, a cargo del Dr. Eduardo Ángel Russo (UBA).
Durante el Coloquio también se realizó un cálido acto en homenaje al Dr. Roberto Vernengo, eximio profesor de Filosofía del Derecho en nuestra Facultad, y hacia el cierre se aprovechó la distinguida presencia del profesor italiano Giusseppe Zaccaría, para presentar al público su libro Razón jurídica e interpretación, que recoge la traducción al español de nueve artículos escritos entre 1995 y 2002 por este autor reconocido mundialmente.
Ana Messuti, traductora y compiladora del libro, comentó que su idea por emprender la construcción de la obra le surgió leyendo Verdad y Método del inventor de la hermenéutica, Hans-Georg Gadamer, quien cita a Zaccaría como la máxima referencia en hermenéutica jurídica. La selección de los artículos, tuvo como meta reflejar los ejes fundamentales del pensamiento de este pensador italiano, que son la afirmación de que el “deber ser” siempre es un poder ser (o bien porque hay una interpretación o porque hay una aplicación) y de que la racionalidad jurídica nunca puede negar la presencia de elementos irracionales en el derecho.
Brevemente, el profesor Zaccaría agradeció la presentación y comentó que en el libro intenta desarrollar un diálogo ideal con el contextualismo, con el deconstruccionismo, con las teorías procedimentales del derecho, con las teorías funcionalistas y con la filosofía analítica. “En la tesis fundamental de la hermenéutica jurídica es muy importante el aspecto del diálogo con el texto, con el contexto y con los demás intérpretes” -dejó como concepto.
Las conclusiones de la presentación estuvieron a cargo del Dr. Eduardo Russo, quien fue además el responsable principal de la organización del Coloquio. La primera reflexión que tomó como valiosa del encuentro, fue la frase de Zaccaría acerca de que “todos los juristas tienen una filosofía del derecho, sólo que algunos de ellos, o tal vez muchos, no lo saben”. “Me parece una frase acertadísima porque durante muchos años a los que trabajábamos en filosofía del derecho nos perseguían con el mito de la neutralidad científica” -indicó Russo, fuertemente crítico del positivismo extremo. En ese sentido, nuestro profesor, citando a Julius Hermann von Kirchmann, sostuvo que siempre habrá en nuestro discurso una cierta concepción del mundo.
Por otra parte, destacó la confrontación que se plantea actualmente entre una otrora concepción fuerte del derecho y una concepción actual débil de las razones jurídicas, donde se debe renunciar a verdades evidentes y a certezas absolutas y donde se frecuenta en cambio las esferas de lo probable y lo opinable.
Asimismo, y siguiendo las ideas de Zaccaría, Russo destacó la importancia de la hermenéutica como aquella problemática que pone de manifiesto los actos de poder que posibilitan toda tarea interpretativa, que es base de la actividad cotidiana de los jueces. Así, volvió al clásico debate sobre si el derecho es o no una ciencia, y sostuvo que la afirmación dogmática del carácter científico del derecho conforme los modelos positivistas siempre esconden una veta de irracionalidad. “Yo creo que este debate sobre qué es más científico o menos científico esta pasándose un poco de moda y que de pronto hay que afinar algunas otras herramientas” –concluyó diciendo.