Género, vejez y derechos humanos
En el SUM del Instituto Gioja, el pasado 1 de octubre tuvo lugar el segundo encuentro de la séptima edición del ciclo de conferencias Norberto Bobbio sobre Justicia y Derecho de la Vejez. El eje temático de la jornada, en esta oportunidad, fue "Género, vejez y derechos humanos". Organizaron en conjunto el seminario permanente de investigaciones sobre Derecho de la Vejez del Instituto Ambrosio L. Gioja y el CPO sobre Derecho de la Vejez del Departamento de Derecho Privado I.
Tras una introducción por parte de Isolina Dabove, comenzó el panel "Discriminación múltiple en la vejez. Aspectos sociales, políticos y jurídicos", integrado por Romina Manes y Jimena Ramírez (Trabajo Social, UBA).
En primer lugar, Isolina Dabove destacó la importancia de realizar la jornada el 1 de octubre, Día mundial de las personas mayores, que fue establecido a través de una resolución general por la Organización de Naciones Unidas el 14 de diciembre de 1990. “Lo importante fue que a partir de allí Naciones Unidas marcó un antes y después en relación al pasado. Esta resolución implicó el reconocimiento de todo lo que ya venía trabajándose en el campo internacional”, aseguró.
Por su parte, Romina Manes se refirió a la Convención Interamericana sobre Protección de los derechos humanos de las personas mayores: “Es nuestro espacio legal fundamental dentro del cual estamos encuadrando los debates que se dan actualmente en el campo”. Y añadió que “es muy interesante el concepto de discriminación múltiple porque nos permite abordar las diferentes aristas y la complejidad de lo que implica envejecer en el contexto latinoamericano y americano”. La discriminación múltiple hace referencia a cualquier distinción, exclusión o restricción hacia la persona mayor fundada en dos o más factores. En ese sentido, enfatizó que “es importante pensar nuestro continente como aquel que fue el primero en sentar precedente en relación a esta legislación, pero también este continente cuenta con un alto grado de desigualdad”.
En Ciencias Sociales, se utiliza el término de vejeces para aludir a las múltiples, heterogéneas y desiguales formas de envejecer. “Ahí vemos la cuestión de género, la cuestión de la pobreza, la etnia, la clase social que sabemos que atraviesa nuestra vida, pero específicamente el momento de la vejez genera situaciones de vulnerabilidad, de exclusión y también de discriminación”, indicó.
A continuación, Jimena Ramírez se dedicó a analizar el derecho a la educación de las personas mayores también desde la perspectiva de la interseccionalidad. Entretanto, expresó que hay indicadores para poder señalar no solo el grado de envejecimiento de las sociedad, sino también cómo se envejece en estas sociedades. “Tomamos la esperanza de vida como un indicador que ha crecido exponencialmente desde el principio del siglo XX. Se lo ha denominado el siglo de la explosión demográfica porque de alguna manera ha crecido la tasa de envejecimiento en valores nunca antes vistos en la historia de la humanidad”, aseguró.
Asimismo, afirmó que la calidad de vida es otro indicador importante a tener en cuenta. “El grado de envejecimiento que han tenido las poblaciones de América del Sur tiene que ver con otros factores que han sido beneficiados por avances médicos, tecnológicos, etc., pero que no ha repercutido en la calidad de vida”, sostuvo. Y agregó que “la educación forma parte de una de las dimensiones de la calidad de vida que se deben tener en cuenta para poder hacer estas mediciones acerca de cómo se vive más años, pero también cómo llevamos adelante ese envejecimiento o esa vejez”.
Luego se llevaron adelante los paneles "Desigualdad en la seguridad social", "Cuidados y cuidadores: mitos, mandatos y responsabilidades jurídicas" y "Perspectivas desde el arte". En este marco, expusieron Laura Lacasta (Actuaria - UBA), Walter Carnota (Juez Seguridad Social) y Marisa Aizenberg (Observatorio de Salud - UBA); Clara Perret (Hospital Alemán), Ani Kass (Psicología - UBA) y Lorena Spina (Gerencia de Promoción e Integración Social, CABA); y Gonzalo Ana Dobratinich (UBA) y Bernardo J. Vitta (UBA).