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Año XVIII - Edición 325 05 de septiembre de 2019

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Firma del Acuerdo de Libre Comercio: alcances y perspectivas

  • Notas

El pasado 14 de agosto, en el SUM del Instituto Gioja, tuvo lugar la XVII Jornada Mercosur-Unión Europea, organizada por la Cátedra Jean Monnet y Departamento de Derecho Público II.

En esta oportunidad, el encuentro se tituló "Firma del Acuerdo de Libre Comercio: alcances y perspectivas". Expusieron Calogero Pizzolo (profesor titular de Derecho de la integración - Catedrático Jean Monnet) y Aude Maio-Coliche (embajadora de la Unión Europea).

Moderó Andrea Mensa Gonzalez (profesora adjunta de Derecho de la integración).

Tras la presentación de Andrea Mensa Gonzalez, el profesor Calogero Pizzolo describió brevemente el proceso que conllevó la firma del acuerdo. En ese sentido, planteó que tomó más de veinte años de conversaciones, y si bien faltan las revisiones jurídicas y las traducciones a las distintas lenguas oficiales de la Unión Europea, se asumió el compromiso que derivó en el texto. “El acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea es siete veces mayor al acuerdo que la Unión Europea firmó con Canadá y cuatro veces mayor al que firmó con Japón”, aseguró.

Asimismo, afirmó que el acuerdo se celebra entre dos procesos jurídicos de naturaleza muy distinta. “El proceso de integración europea es un proceso caracterizado por la atribución de competencias de los estados a las instituciones supranacionales, es decir, es un proceso que se manifiesta la Unión Europea, a través de lo que se conoce, como una nueva forma de federalismo por integración”, sostuvo y aclaró que “el Mercosur es un clásico caso de cooperación intergubernamental. Es necesaria aquí la aprobación por los parlamentos. Y ahí hay un signo de interrogación sobre lo que va a pasar”.

En relación con las resistencias que ha generado la firma del acuerdo, el expositor comentó que se pueden resolver mediante las cláusulas de salvaguarda y en la redacción final de los documentos. Francia, acompañada por Bélgica, Irlanda y Polonia, ha encabezado los reclamos que giran principalmente en torno al sector agrícola y las condiciones sanitarias.

Finalmente, indicó que la integración no se puede eludir: “Los pueblos están condenados a integrarse en una sociedad globalizada. Uno puede estar más o menos de acuerdo, pero la integración no es una opción, es una necesidad. Ahora el gran debate está en los términos en los que se da esta integración”. Y agregó que el acuerdo es un hecho histórico: “En la medida que se establezcan las formas a través de cláusulas de salvaguarda adecuadas y apoyos económicos de reconversión, por ejemplo, va a ser un buen acuerdo que les va a permitir a las economías del Mercosur alcanzar una gran competitividad y abrir un mercado de más de 500 millones de habitantes”.

Por su parte, Aude Maio-Coliche recordó que “al principio la Unión Europea se ha integrado para evitar la guerra”. Y añadió que “en ese sentido, la integración europea ha sido muy exitosa. (…) Por esa misma razón hemos pensado que era una buena idea promover la integración regional en otras partes del mundo para hacer este famoso mundo multipolar. Creemos que nos ha funcionado dentro de la Unión Europea tener una gobernanza compartida entre los países y pensamos que esa gobernanza se tiene que replicar a nivel multilateral”.

A continuación, destacó que la Unión Europea ha apoyado al Mercosur desde su conformación y continúa haciéndolo a través de la negociación de este acuerdo. “Tomó veinte años en negociarse, que no es poco, hemos tenido las negociaciones con bajas y altas, pero con todos los gobiernos que pasaron de ambos lados, muestra que los diferentes espectros políticos han visto un interés. Quizás lo han visto de diferentes ángulos pero todos han visto el interés de asociar estas dos regiones importantes en el mundo”, aseguró.

El acuerdo Unión Europea-Mercosur demuestra el compromiso de las dos regiones de cooperar a nivel político y para un comercio justo y libre. “No es solamente un acuerdo de libre comercio, es un acuerdo de asociación. Es un acuerdo donde tenemos una parte de cooperación política, de cooperación técnica-financiera y un capítulo de libre comercio basado en reglas”, sostuvo. Luego expresó que “los medios se enfocan mucho en la parte comercial y el acuerdo que se dio a finales de julio pero no es lo único. Se habla menos de la parte política y de cooperación porque es más simple negociar entre nosotros. Estamos de acuerdo sobre valores comunes, sobre principios de derechos humanos, democracia, Estado de derecho, multilateralismo, la necesidad de enfrentar desafíos globales en común”.