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Año XIX - Edición 335 30 de abril de 2020

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Estrategias pedagógicas para el aislamiento

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El 3 de abril el Centro para el Desarrollo Docente organizó un taller online a cargo de la profesora Cynthia Kolodny, quien se refirió a "Estrategias pedagógicas para el aislamiento".

En primer lugar, la expositora aludió al aislamiento preventivo obligatorio. “Es un momento en el cual nos atraviesan muchas emociones, creo que todos estamos muy angustiados, muy preocupados, es un contexto de incertidumbre. Y desde el punto de vista de la enseñanza, y desde la educación como algo más macro, se nos presentan desafíos bien específicos”.

En ese sentido, reconoció que la mayoría de los/as docentes están acostumbrados/as a trabajar a partir de las clases presenciales. “Esto es al encuentro cara a cara, a generar espacios de comunicación pensando en concebir los actos de enseñanza como actos de comunicación, de encuentro con los otros y las otras que son nuestros estudiantes”, señaló. No obstante, sostuvo que si bien muchos/as docentes incorporan nuevas tecnologías, aplicaciones y plataformas, lo hacen en el marco de esas mismas clases presenciales. “Una cuestión es ser docente en espacios presenciales con la apoyatura entre otros recursos de aquellos que están directamente ligados con el mundo de lo virtual, y otra cuestión muy distinta es este aislamiento que nos convoca a contactarnos con nuestro ser docente exclusivamente desde la virtualidad”, expresó.
En relación con lo anterior, indicó la importancia de recuperar las trayectorias educativas: “Algunos de ustedes vienen ejerciendo la docencia desde hace muchos años, otros quizás desde hace mucho menos tiempo, pero todos hemos sido estudiantes durante largos períodos de nuestras vidas y muchos lo seguimos siendo aún, por lo tanto, tenemos muchos recorridos hechos”. Y agregó que es necesario “podamos tomar esas trayectorias, esos saberes, esos recorridos para que realmente nos sintamos fortalecidos para poder hacer frente a lo que hoy nos interpela”.

Asimismo, enfatizó el hecho de poder trabajar en equipo. “Hay muchas cátedras que vienen hace tiempo trabajando en red, compartiendo sus distintos saberes y recorridos, aportando, y en ese sentido, convoco a esas cátedras para seguir fortaleciendo todo eso logrado. Y aquellos que todavía no tienen tanta experiencia en el trabajo con otros, bueno, es una invitación, es un buen momento para poder hacerlo”, expresó.

Para lograr ese objetivo, explicó que hacen falta una serie de actitudes. “Una es tener la suficiente apertura para estar dispuestos a brindar nuestro saber, nuestro aporte, para estar dispuesto a compartir. Pero a la vez y en paralelo, también tener la humildad y la disposición para recibir de los otros”, planteó. Y no solo alude a los/as integrantes de los equipos de cátedra: “Cuando digo los otros y las otras, también pienso en nuestros estudiantes porque es con ellos que toma sentido nuestra práctica de enseñanza”.

Kolodny también desarrolló la idea de humanizar la educación. “Cuando hablamos de enseñanza hablamos de un acto de comunicación, de un encuentro entre sujetos y hoy en este contexto, porque siempre la enseñanza es un hacer contextualizado, ese encuentro está atravesado por otras muchas variables que en otras circunstancias no lo están”, puntualizó. Y añadió que “tiene que ver con esta simultaneidad de roles que tenemos que estar haciendo en una situación que nos produce mucha congoja, en esta situación de aislamiento, de encierro, donde es necesario aclarar que no todos tenemos los mismos accesos para poder garantizar lo que nosotros como docentes les estamos proponiendo a nuestros estudiantes de forma virtual”.

En esta misma línea argumental, afirmó que no se puede pretender reemplazar las clases presenciales: “Muchos docentes, a lo mejor no por decisión propia sino por exigencias institucionales, se ven compelidos a tener que estar armando planificaciones, buscando recursos, conectándose con los estudiantes, dando consignas, haciendo devolución de esas consignas. Lo que está trayendo situaciones de mucha ansiedad y de angustia en muchos docentes, pero también en muchos estudiantes que sienten que no pueden con todo”.

Asimismo, sostuvo que “no se trata de ‘como no hay clases presenciales, me desentiendo y ya veremos en qué momento retomamos’. Hay un compromiso que nosotros tenemos que es el de brindar enseñanza que no podemos ni queremos dejar de lado. Pero tampoco podemos pretender que aquello que presencialmente nos llevaba un cuatrimestre lo hagamos en dos semanas”.

Remarcó que este momento invita a hacerse preguntas y reinventar la práctica docente. “La convocatoria es a revisitar nuestra práctica didáctica, a revisitar incluso las categorías que atraviesan esa práctica didáctica multicontextualizada y ver cuáles son los intersticios por los que de a poco nos podemos ir metiendo, incursionando, con todo lo que traemos. Y a partir de eso ver qué podemos generar”, aseguró y sumó: “Qué es lo que quiero enseñar sí o sí, qué pretendo yo que los estudiantes aprendan, para qué quiero que aprendan eso, y esto necesariamente nos va a llevar a revisar los criterios de selección de los contenidos de aquello que enseñamos”.

Finalmente, señaló: “Muchas cátedras están trabajando para dar respuesta a las necesidades que se nos presentan hoy. Quiero volver a insistir en que en la medida de las posibilidades cuenten con sus pares, con sus colegas, armen red. Hoy más que nunca está circulando la palabra solidaridad, hagámosla carne. Encarnemos esa solidaridad”. Y recalcó que “en la medida en que podamos potenciar nuestras propuestas didácticas, vamos a poder contribuir con nuestro granito de arena a esto que señala Mariana Maggio acerca de apuntar a una enseñanza poderosa, a que nuestros estudiantes puedan tener aprendizajes significativos que perduren en el tiempo, a dejar huella”.

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