Escultura y Derecho. Inauguración de la muestra de la escultora Viviana Romay
La Secretaría de Extensión Universitaria y Bienestar Estudiantil y el Departamento de Ciencias Sociales organizaron el 12 de agosto la jornada "Escultura y Derecho" en ocasión de la inauguración de la muestra de la escultura de Viviana Romay. La actividad, coordinada por la directora de Arte de la Facultad, Zulma García Cuerva, contó con las exposiciones de Andrea Gastron y Ricardo Rabinovich-Berkman.
Para comenzar, Andrea Gastron hizo referencia a una investigación realizada que tenía un objetivo ligado a la propia investigación y otro pedagógico, vinculado a generar y transmitir saberes a la cátedra de Metodología de la Investigación de la Facultad. Gastron explicó que se partió de una investigación anterior, en la cual se observó que todo signo artístico, si bien descubre un secreto, también está ligado al contexto social. Del mismo modo, estimó que el arte es un excelente lugar para analizar al Derecho, ya que permite verlo desde fuera de la dogmática. Como parte de la investigación, se realizó un relevamiento de las esculturas que representan a la justicia, a las leyes o al Derecho en Buenos Aires, pero con la condición de que fueran de acceso público. “En realidad, lo que transmiten las esculturas en relación con la justicia es un reforzamiento de una determinada estructura de dominación social en la cual ellas se exponen”, expresó. La disertante indicó, asimismo, que les interesaba saber si había alguna relación entre las esculturas de la justicia y la problemática de género. “Esta inquietud nace porque muchas veces las esculturas que representan a la justicia son mujeres o muestran mujeres”, resaltó. Gastron se refirió a la clasificación realizada con relación a las obras, la cual obedece a tres períodos históricos. El primer período nace a partir de 1860, momento en el cual termina un proceso de organización nacional, y se extiende hasta 1940. Las obras del segundo período van desde 1940 hasta 1990. “Se ve la alternancia en el poder de políticas populistas, desarrollistas y autoritarias. La violencia comienza a ser un tema fundamental y lo vamos a ver en las esculturas que integran este período”, explicó. El tercer período, desde 1990, estuvo influido por el posmodernismo, el cual cuestiona todas las nociones sobre las que se asentaban las sociedades nacionales, el Derecho y el arte, entre otras.
Por su parte, Ricardo Rabinovich-Berkman destacó las actividades artísticas que se realizan en la Facultad. A su vez, resaltó que hay una relación inescindible entre arte y derecho, ya que ambas son construcciones culturales. En este sentido, realizó un repaso por las numerosas actividades culturales y artísticas que organiza la Facultad.
Por otro lado, el expositor mencionó que en la ciudad de Babilonia, poco antes del año 1750 A.C., gobernó el rey Hammurabi. “Babilonia pasa de ser una ciudad con una esfera de influencia muy pequeña a ser la constructora de una hegemonía que abarca una importante extensión geográfica”, evocó. En este sentido, se preguntó si este paso a una hegemonía mesopotámica fue basado predominantemente en la fuerza militar o si hubo otros elementos, como mensajes que se enviaron desde el poder que facilitaron esa cohesión. “Para responder esta pregunta nos ayuda el más importante documento que ha dejado la monarquía de Hammurabi. Este documento es una piedra”, reseñó. El disertante puntualizó que la famosa piedra no estaba colocada en Babilonia, sino en una ciudad que entró en la hegemonía de Babilonia y en su parte superior contiene una escultura que representa dos figuras de aspecto humano. “La figura que está de pie es Hammurabi (…) No tiene ningún atributo de majestad”, prosiguió. Por otro lado, la figura sentada se trata de un dios solar. “El sol aparece en los pueblos de la Mesopotamia vinculado con el cumplimiento de las normas jurídicas, el respeto de los tratados entre las ciudades y de los contratos entre las personas”, afirmó. El disertante añadió que este dios solar, Shamash, no era el dios de Babilonia. “El escultor y Hammurabi eligieron a Shamash, dios compartido por toda la región y no al dios propio que era Marduk”, destacó.
Finalmente, la escultora y abogada Viviana Romay aseveró que no suele ser frecuente que una abogada opte por el arte. “Uno trata de poner en un objeto lo que uno es. El arte me permitió mi integración conmigo misma”, manifestó. De esta manera, Romay expresó que el Derecho realiza redes que nos permiten construirnos como seres individuales y dentro de un colectivo. Relató también que se recibió de abogada y ejerció su profesión regularmente con vocación y pasión. Luego, decidió retomar talleres de arte, y “da la casualidad que con esto de la integración resulta que estoy acá mostrando mi obra. Vengo a la Facultad de Derecho como artista, mi obra intenta reflexionar sobre lo mismo que a mí me llevó a estudiar Derecho”, comentó. Así, Romay afirmó que realizó un trasvasamiento, ya que es el mismo interés y la misma pasión por las redes y por la ley lo que la lleva a realizar estas piezas. “Busco reflexión, busco no encontrar las certezas sino encontrar las preguntas. Las obras muestran quizás estas reflexiones sobre la ley, sobre la institución más que sobre el contenido, lo que la ley representa”, analizó.
“Busco reflexión, busco no encontrar las certezas sino encontrar las preguntas. Las obras muestran quizás estas reflexiones sobre la ley, sobre la institución más que sobre el contenido, lo que la ley representa”, analizó la escultora y abogada Viviana Romay.